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La candidata a intendenta por San Miguel de Tucumán, Rossana Chahla, por el Frente de Todos, respondió las preguntas de Jóvenes por el Clima sobre la crisis climática y cuál es el lugar que ocupa el medioambiente en su agenda política.
¿Cuál es tu posición sobre la protección del medio ambiente y la necesidad de adoptar medidas para preservarlo en el municipio?
La protección del medio ambiente es esencial para asegurar la salud y la calidad de vida de las personas y de todas las formas de vida en el planeta.
El medio ambiente proporciona los recursos naturales necesarios para la alimentación, el agua, la energía y el aire que respiramos, así como también es fundamental para la regulación del clima, la conservación de la biodiversidad y la estabilidad del ecosistema.
Sin embargo, en las últimas décadas, el aumento de la actividad humana generó un impacto significativo en el medio ambiente, incluyendo la contaminación del aire y del agua, la deforestación, la pérdida de biodiversidad, la escasez de alimentos, el cambio climático y otros problemas ambientales.
Pero el mayor impacto será sobre la salud. Hoy vemos como se agravan las patologías respiratorias, aumentan los vectores transmisores de enfermedades como el dengue, comienzan a verse enfermedades emergentes como el COVID-19 y volvemos a ver enfermedades reemergentes que creíamos erradicadas.
Si no se toman medidas adecuadas para proteger el medio ambiente, estos problemas pueden empeorar y poner aún más en peligro la calidad de vida de las personas y la supervivencia de muchas especies en el planeta.
Mitigar el cambio climático significa evitar y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que atrapan el calor hacia la atmósfera para evitar que el planeta se caliente de manera más extrema. Desde la Municipalidad de San Miguel de Tucumán hay mucho por hacer en esta materia.
¿Cuáles son las problemáticas ambientales que consideras que deben ser tratadas con urgencia en el municipio?¿Qué propuestas tenés para abordarlas?
Creo que los grandes problemas ambientales que sufre hoy la Capital de Tucumán son: la mala calidad del aire, los basurales, la no separación de residuos y la falta de árboles y espacios verdes.
Hoy las ciudades más importantes de todo el mundo están diseñando políticas que las preparen para ser resilientes, sostenibles e inclusivas.
Propongo erradicar los basurales clandestinos con un plan de emergencia de basurales que recoja la basura y siga a su disposición final. Luego, con cámaras y promotores ambientales que prevengan y controlen que no se vuelvan a producir.
También me comprometo a establecer un sistema de recolección diferenciada de residuos con contenedores de separación de basura y Ecopuntos en lugares estratégicos de la ciudad. En este sentido, es fundamental crear la Primera Planta de Reciclaje Municipal para fomentar la economía circular.
Abordaré integralmente la calidad del aire incluyendo una planificación de arborización y espacios verdes con especies arbóreas nativas indicadas para cada espacio.
Así mismo propongo utilizar el agua de lluvia como recurso para acondicionar naturalmente el aire y ayudar a prevenir inundaciones.
Otra de mis propuestas es implementar créditos fiscales y fomento para la instalación de paneles solares y transitar progresivamente hacia energías renovables.
Finalmente, me gustaría llevar a cabo un sistema de cuidado y control de la salud de las mascotas y respeto por la vida animal.
¿Cómo planeas garantizar que las políticas ambientales adoptadas en la ciudad de San Miguel de Tucumán sean equitativas y justas para todas las comunidades, especialmente aquellas que son más vulnerables a los impactos ambientales?
Para garantizar políticas públicas ambientales equitativas y justas es necesario tener en cuenta las necesidades, preocupaciones y perspectivas de todas las partes interesadas. Es decir, tanto de las vecinas y vecinos afectados, como de las organizaciones de la sociedad civil que trabajan con problemáticas ambientales.
Considero que se debe garantizar la participación y consulta pública en la elaboración, implementación y evaluación de las políticas; que se debe asegurar la transparencia y rendición de cuentas, lo que permite a la comunidad monitorear el cumplimiento; que periódicamente se deben realizar evaluaciones de impacto ambiental y social para identificar y mitigar posibles impactos negativos. Todo esto siempre desde una perspectiva de derechos humanos.
Por esto, uno de los pilares fundamentales de mi gestión va a ser garantizar el derecho a la ciudad, permitiendo a las y los vecinos a participar en la toma de decisiones que afectan su entorno, a disfrutar de los servicios e infraestructuras urbanas y a vivir en un ambiente urbano sano y seguro.
Las personas menos responsables del cambio climático son los niños, sin embargo, son quienes sufrirán las peores consecuencias. Por eso, trabajaremos por las futuras generaciones a través de la educación presente y las políticas de cambio climático para garantizar una ciudad segura y limpia en el futuro.
¿Cuál es tu plan para abordar la gestión adecuada de residuos en la ciudad y para fomentar la reducción, reutilización y reciclaje de los mismos con inclusión social?
Entre todas mis propuestas, se encuentra el diseño de un plan efectivo de recolección diferenciada de residuos. Para ello es necesario fortalecer la educación ambiental para la separación de residuos y trabajar en una recolección y tratamiento eficiente. Considero importante impulsar la innovación tecnológica en la gestión de residuos, a través del desarrollo de nuevos procesos de reciclaje y de la investigación en nuevas técnicas y materiales para el tratamiento y la valorización de los residuos.
En el proceso debemos involucrar a las y los recicladores urbanos, generando puestos de trabajo y fortaleciendo la economía circular. En este proceso, será elemental crear la Primera Planta de Reciclaje de la ciudad.
¿Cómo se puede asegurar la participación efectiva de la sociedad civil y las organizaciones sociales en el diseño e implementación de políticas ambientales en el municipio?
Considero que la participación de la sociedad civil y las organizaciones sociales en el diseño e implementación de políticas ambientales es esencial para lograr una gestión ambiental sostenible y equitativa.
Para ello, y tal como plantea el Acuerdo de Escazú, creo que es necesario establecer mecanismos claros de consulta y diálogo, promover la transparencia y la información, fomentar la capacitación y la educación, crear condiciones para la participación activa y reconocer y valorar la contribución de la sociedad civil y las organizaciones sociales.
