El concepto sindemia no es nuevo ni desconoce la existencia y gravedad del SARS-COV-2. Este término agrega una serie de circunstancias biológicas, psicológicas, sociales, económicas y culturales que convergen, en simultaneo, para reforzar el impacto de este y otros “nuevos virus”, sobre la salud de la población en todo el mundo.
Richard Horton es un médico egresado de la Universidad de Birmingham, Inglaterra y, desde mediados de la década de los 90, edita la revista The Lancet, la publicación de salud más prestigiosa de Inglaterra.
En un artículo escrito por él, el médico postula que, si se habla de lo que está pasando en el mundo, sería más apropiado hablar de una sindemia antes que de una pandemia.
Y es que esta palabra, creada a partir de las palabras “sinergia” y “pandemia”, se refiere a la existencia simultánea de dos o más epidemias o pandemias que, juntas, causan un daño mayor que separadas.
En este sentido, Horton utiliza el término acuñado por Merrill Singer para llevarlo a la situación que sufre el mundo con respecto al COVID-19, que interactúa con enfermedades no transmisibles (ENT) como la diabetes o el cáncer.
Además, para el editor de la revista, el coronavirus presenta resultados mucho más letales en sectores sociales encarecidos y de poco poder adquisitivo.
“Acercarse al coronavirus como una sindemia invitará a una visión más amplia, que abarque la educación, el empleo, la vivienda, la alimentación y el medio ambiente. Ver al COVID-19 sólo como una pandemia excluye un prospecto tan amplio como necesario“, declaró Horton.
En ese sentido, Horton se une a lo que postula Merrill Singer como solución contra el coronavirus: “Abordar los factores estructurales que hacen que a los pobres les resulte más difícil acceder a la salud o a una dieta adecuada”.