El nuevo debate sobre la reformulada Ley Bases comenzó hoy en la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación. Entre los puntos más polémicos se encuentra la eliminación de las moratorias previsionales y la incorpora una nueva figura de Prestación de Retiro Proporcional para quienes tengan 65 años pero no cumplieron con los aportes necesarios para acceder a la jubilación mínima.
“Créase la Prestación de Retiro Proporcional, para aquellas personas que hubieran alcanzado los sesenta y cinco años años de edad y que no cumplan con el requisito previsto en el artículo 19 inciso “c” de la Ley 24.241 y sus modificaciones”, indica el artículo 227° de la renovada ley, que habla de 65 años de edad sin distinción, estirando el plazo que rige al día de hoy para ese grupo de mujeres.
El haber mínimo de dicha prestación, se aclara, será el establecido por el artículo 14 de la Ley 27.260 que creó la Pensión Universal Para el Adulto Mayor (PUAM), con el 80% del haber mínimo (hoy llegaría a $ 137.026), siempre que las personas cumplan con los requisitos del articulo 13 de esa ley (65 años o más), sin poder apelar al reconocimiento previsional de las tareas de cuidado por hijos.
“El Poder Ejecutivo reglamentará en un plazo no mayor a 30 días la Prestación de Retiro Proporcional y establecerá los parámetros objetivos para el acceso a porcentajes que reconozcan los aportes efectivamente realizados al Sistema Integrado Previsional Argentino y las condiciones por las que se regirá la prestación”, se agrega en el dictamen.
Si el texto es aprobado, se eliminaría este mecanismo utilizado por más de 800.000 personas para jubilarse sin cumplir los 30 años de aportes requeridos por las normas previsionales. Como consecuencia, las mujeres que no alcancen los requisitos de aportes, y que actualmente pueden iniciar su proceso jubilatorio a los 60 años, se verán obligadas a posponer su retiro laboral en cinco años. La mayoría de las mujeres solo podrán jubilarse a partir de los 65 años.
En nuestro país, las mujeres realizan el 75% de las tareas de cuidados. Por eso tienen tasas más bajas de actividad, formalidad, menores salarios y mayores niveles de desocupación.
Además, uno de los principales empleos de las mujeres es ser empleada doméstica. Son más de 1,2 millones en ese sector, el más informal, precario y de peores salarios de toda la economía. Las desigualdades en el mercado laboral producen que solo 11% de las mujeres de entre 55 y 59 años cuenten con más de 20 años de aportes. Es decir, solo 1 de cada 10 mujeres próximas a jubilarse está en condiciones de hacerlo.
