¿Vacunar o no vacunar? Un conflicto mundial

Recientemente comenzó la campaña de parte del Ministerio Salud para la colocación de la vacuna antigripal en Tucumán y, paralelamente, el movimiento antivacunas experimentó un gran aumento de adhesiones en la provincia, en el país y en el mundo. La Nota te acerca un análisis de algunos aspectos que involucran las distintas posturas acerca de la vacunación en general y la antigripal en particular.

El Ministerio de Salud Pública de Tucumán, a cargo de la doctora Rossana Chahla, lleva adelante, en todo el territorio provincial, la campaña de vacunación antigripal 2018. De acuerdo a la información habilitada en la página del Ministerio de Salud de Tucumán, 56.000 dosis fueron recibidas y están siendo distribuidas en toda la provincia para garantizar la cobertura a la población en riesgo. “Queremos que se vacunen todos los grupos de riesgo como ser: las embarazadas, niños entre 6 y 24 meses y todos los pacientes con enfermedades crónicas entre dos y 64 años, ya sea con problemas cardíacos crónicos, respiratorios, los pacientes inmunodeprimidos o que padecen enfermedades como diabetes, insuficiencia renal crónica, tumores, personas trasplantadas o con obesidad mórbida. Además de todos los adultos mayores a 65 años”, explicó el jefe de la División de Inmunizaciones, doctor Ricardo Cortez.“Todos los pacientes del grupo de riesgo deben protegerse contra la gripe que, si bien es una enfermedad que aún no está circulando, después de los 14 días de vacunarse van a tener protección”, agregó.

Ola antivacuna

El movimiento antivacunas cuenta con una trayectoria internacional de casi dos siglos y con un fuerte arraigo en países del ámbito anglosajón. “Desde hace algunos años, en Tucumán -y el resto de nuestro país-, se registró una importante cifra de personas que adhieren a la postura antivacuna. Sin embargo, los trabajadores de la salud pública y profesionales sanitarios, manifestamos nuestra preocupación porque en Europa se detectaron relevantes reapariciones de enfermedades que parecían erradicadas, como fue -y es- el caso del virus causante de Sarampión, del cual se estimaron más de 21.000 casos y 35 muertes en 2017”, afirmó la doctora Nora Cristina Aráoz, médica pediatra especialista en infectología, miembro del staff médico del Hospital de Niños de San Miguel de Tucumán.

Juana Álvarez decidió que su hijo, al nacer, no recibiera las vacunas que el Estado promueve como obligatoriasPedro actualmente tiene más de 5 años y es un niño muy saludable y vital, “vomitó una vez que se ahogó tomando agua y estuvo dos veces resfriado”. ¿A qué se debe la salud de Pedro, si su madre no le puso las vacunas? La respuesta podría encontrarse en un fuerte compromiso de su madre con lo que considera una alimentación saludable y se trata, a su vez, de un legado que Pedro adoptó después de mucha dedicación de parte de Juana. “Nos alimentamos con frutas y verduras orgánicas, brotes, leche de almendras, nueces y otros frutos y semillas, incorporando también, otros tipos de fermentos. También dejamos las harinas refinadas con TACC (trigo, avena, centeno, salvado) y sumamos harinas de distintas legumbres. Pedro es un pequeño que goza de mucha salud. Me niego a vacunarlo contra la gripe y demás enfermedades”, afirmó Álvarez para La Nota.

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Gripe A y B y su vacuna

La Organización Mundial de la Salud advierte que la vacunación antigripal es más eficaz cuando hay una buena concordancia entre los virus vacunales y los virus circulantes. Los virus de la gripe sufren cambios constantes, razón por la que existe una Red Mundial de Vigilancia de la Gripe, formada por Centros Nacionales de Gripe de todo el mundo, cuya aspiración es detectar los virus gripales circulantes entre las distintas poblaciones de seres humanos. “Se trata de una vacuna elaborada a partir de virus inactivos. Para la elaboración de la misma se contemplan las cepas de los virus del invierno anterior, debido a que van mutando año a año y de ese modo se puede activar una buena respuesta inmunológica. La vacuna indicada en el hemisferio sur, en estos momentos, se trata de una trivalente de dos cepas de la Influenza A y una cepa de la B. El virus de la cepa B es lo que antes conocíamos como el de la gripe estacional, hasta que en el año 2009 se presentó la Gripe A. Desde ese año se introdujeron dos cepas de la A en la vacuna que sólo tenía una cepa de la B”, explicó la médica Aráoz.

“Cuando se introduce una vacuna dentro del calendario de vacunación y desde el Estado no se puede vacunar a toda la población, se tienen en cuenta a aquellas personas que corren más riesgos de enfermar e incluso morir por Gripe A o B, puesto que se trata de una enfermedad particularmente contagiosa y muy grave. Sería ideal que la vacuna fuera colocada de forma universal y que todos y todas tengamos la opción de colocárnosla. Cuando apareció la gripe A en 2009 murieron muchas personas sanas, no sólo pacientes pertenecientes al grupo de riesgo. El Estado prioriza a los y las pacientes del grupo de riesgo generando un efecto rebaño, porque al disminuir la circulación del virus, quedan menos propensos a contagiarse las personas que no se consideran dentro del grupo de riesgo. La gripe es una enfermedad muy contagiosa y realmente grave. Se trata, además, de un virus anergizante, que tiende a bajar las defensas cuando infecta a un huésped, predisponiéndolo a adquirir una infección bacteriana concomitante, es decir que quien padece gripe puede adquirir una neumonia bacteriana, dando como resultado una doble infección de origen viral y bacteriano”, agregó.

Síntomas claros para no confundir el diagnóstico

“Muchas personas al estar resfriadas, con algo de fibre y/o tos, piensan que están engripadas y en varios casos se trata, en realidad, de un síndrome gripal: un conjunto de signos y síntomas semejantes a los de una gripe pero sin serlo. La gripe A descubre síntomas como cefaleas, abundantes secreciones nasales acuosa, tos intensa, vómito, mareo, diarrea líquida, acompañado de cuadros respiratorios como la agitación. Cuando se presentan los síntomas respiratorios, algunos pacientes necesitan acudir al uso de paf y, en los casos más extremos, se debe incorporar oxígeno suplementario desde una internación hospitalaria. El paciente también puede manifestar febrícula o fiebre alta, irritación en los ojos, conjuntivitis, dolores de articulaciones y musculares. Se trata de un cuadro bastante complejo que pueden presentar, incluso, las personas vacunadas”, aclaró también la Dra. Aráoz.

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Los tipos de vacunas que conocemos

Las primeras vacunas humanas se basaron en virus débiles o atenuados que generaban inmunidad. La rabia fue el primer virus atenuado en un laboratorio para crear una vacuna de uso humano. Las vacunas se consiguen por medio de diversos procesos;

-Virus vivos ya atenuados (debilitados o alterados a través de una serie de cultivos celulares o embriones animales, generalmente embriones de pollo)

– Virus inactivos o muertos (inactivando un patógeno mediante calor o productos químicos)

-Toxinas inactivas (para enfermedades bacterianas donde las toxinas generadas por las bacterias, y no las bacterias mismas, provoquen la enfermedad)

-Segmentos del patógeno (esto incluye vacunas subunitarias y conjugadas).

Libre vacunación

El Grupo Vacunas es una organización, dirigida por el Dr. Eduardo Angel Yahbes, que se dedica a la investigación de los efectos adversos de las vacunas y que evalúan la efectividad y seguridad de las mismas, como así también la identificación de los factores de riesgo individual que implican su colocación. “Todas las enfermedades y vacunas no son iguales, y tampoco lo son todos los niños”, expresa un texto de la página web de dicho grupo, en el que sostienen que los ciudadanos deben ejercer su derecho al consentimiento informado y a decidir en forma independiente si aceptan o rechazan la vacunación para sí o para sus hijos.La aparición del sarampión es una realidad, sin embargo, de acuerdo a la información expresada por Grupo Vacunas, anualmente, el Sistema de Registro de Eventos Adversos a la Vacunación registra entre 12.000 a 14.000 reportes de hospitalización, lesión y muerte siguiendo a las vacunaciones efectuadas en 2017 y que estas cifras, a su vez, responden a menos del 10% de los casos reales sólo en EE.UU. Esto se traduce a que la mayor parte de los y las médicas de todo el mundo, no reportan las reacciones adversas que se produjeron, al menos, en los últimos años.

Mitos dentro de la medicina hegemónica

“Existe una creencia de que aquellas personas que se vacunaron no van a enfermarse y esto no es así. Las vacunas disminuyen el riesgo de contagio y la severidad de la enfermedad en caso de desarrollarla pero no funcionan como una garantía de salud. Las personas que se enferman luego de vacunarse, segurante transitarán la enfermedad como un refrío, a lo sumo fuerte, y nada más. Esto lo remarco para refutar aquel mito de que la vacuna evita 100% la gripe”, aclaró la Dra. Aráoz. “Dentro de los efectos secundarios de la vacuna antigripal, se pueden percibir algunas reacciones adversas, leves, como dolor en el lugar donde se colocó la inyección o un poco fiebre hasta las 48 hs posteriores. Es importante que ante estos síntomas, los y las pacientes no se alarmen debido a que no significa que padezcan Gripe A; se trata de un efecto adverso muy leve y que no se da de modo excluyente en todos los pacientes”, agregó.

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Contraindicaciones

“La vacuna no se puede administrar en bebés menores de seis meses, en personas que tienen alergia al huevo o que tuvieron la enfermedad de Guillane-Barré y en los pacientes que cursan alguna inmunosupresión severa. En estos casos es necesario desaconsejar específicamente la colocación de la vacuna. Igualmente, contemplando el modo en que vivimos actualmente, son mucho mayores los beneficios en relación a esta vacuna”, expresó Nora sobre las contraindicaciones de la vacuna antigripal. Sin embargo, un estudio publicado en febrero por Pediatrics, reveló que el 40 por ciento de las y los médicos admitió ni siquiera haber mencionado los riesgos de las vacunas a sus pacientes.

El negocio de la industria farmacéutica al acecho

El Programa Nacional de Compensación de Lesiones Vacunales, de EE.UU, ha pagado más de 1.200 millones de dólares en daños, dejando a 3 de cada 4 víctimas vacunales a su propio arbitrio. Mientras tanto, debido a una compleja red de leyes federales y estaduales, médicos y laboratorios productores continúan beneficiándose, sin asumir ninguna responsabilidad económica por los daños y muertes vacunales, asociadas al dramático incremento de asma, alergias, trastornos de aprendizaje, autismo, diabetes y otras enfermedades crónicas neuro-inmunes.

Recientes audiencias en el Congreso de EE.UU han concientizado sobre inadecuadas licencias a vacunas y a sus estándares de seguridad, involucrando a compañías farmacéuticas, quienes estimulan el desconocimiento acerca de cómo las vacunas afectan al organismo.

Un dato:

Para investigación en medicamentos, anualmente se sacrifican cien millones de animales. Gracias a ellos, durante el siglo XX el promedio de vida del ser humano aumentó veinticinco años. El desarrollo de un remedio tarda cerca de dos décadas y se ensaya en cientos, a veces miles, de pacientes. La industria farmacéutica estima que el costo de desarrollo de una nueva droga oscila entre los 800 y los 1.000 millones de dólares. Sin embargo, fuentes del sector aseguran que ese número es falso, que las empresas cargan allí el costo de sus fracasos y sus estrategias de marketing para sacarse de encima a los posibles competidores.

Darío Floppo, para Revista Anfibia

¿Vacunar o no?

“Tuve gripe A en 2010. En ese momento, la vacuna que promovió el Estado fue elaborada con la cepa H1N1 y hubo un brote ese año de la cepa H2N3 y, por lo tanto, no estábamos protegidos. Soy una persona saludable, me encuentro fuera del grupo de riesgo y estuve seriamente enferma. No llegué a necesitar internación pero no tenía fuerza e incluso llegar al baño, junto a mi habitación, implicaba un gran esfuerzo debido a la agitación que manifestaba. Aconsejo un 100% la vacuna no sólo para a las personas que se encuentran dentro del grupo de riesgo, sino a aquellas que tienen acceso a la misma y que están fuera de las contraindicaciones”, finalizó la Dra. Nora Aráoz, quien conoce rigurosamente las contraindicaciones de cada vacuna.

Entre el largo listados de las máximas que circulan alrededor de las vacunas en el mundo de la alopatía, la que enuncia que “las vacunas son la única opción preventiva”, no estaría siendo contemplada por las personas que se manifiestan en contra de las vacunas. Pero, refutar esa máxima implica, en principio, tener en cuenta que el germen no es el único elemento a considerar en una enfermedad infectocontagiosa, porque, además, se trata de una tarea que implica bastante responsabilidad y dedicación de parte de los padres y madres. “No vacuné a Pedro y entiendo que su salud no sólo se debe a la nutrición y alimentación saludable, sino también a que descansa el tiempo necesario, enmarcado en un horario constante tanto para dormir como para despertar. Pedro, además, sabe que antes de comer debe lavarse las manos con abundante agua y jabón, un hábito que tiene incorporado del mismo modo que su ducha diaria antes de ponerse el pijama para dormir”, finalizó Juana Álvarez, a quien Pedro abrazó y besó mientras dio su testimonio para La Nota.

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Los detalles expresados por Juana tendrían bastante correspondencia con las necesidades planteadas por Grupo Vacunas para que un niño pueda desarrollar un sistema inmunológico fuerte y prescindir de las vacunas a la vez: se debe tener presente el estado nutritivo, el medio psicoambiental, el tipo de vivienda y su saneamiento, como así también, el contacto con insectos o animales como ratas y pájaros.

Por otro lado, la industria de los alimentos no hace más que generar productos que disminuyen nuestra salud. Incluso las verduras y frutas, que conseguimos en cualquier verdulería, tienen pesticidas y productos tóxicos. La alimentación saludable es ciertamente cara y requiere de mucha dedicación, debido a que no son productos que se adquieren en las góndolas de los supermercados. Además, la presión del reloj, la vida a las apuradas, el estrés, las condiciones socio-económicas en que vivimos, la contaminación ambiental global, el gas argón, el campo magnético terrestre, la ruptura de la capa de ozono, son factores hostiles que van en detrimento de la salud de todos y todas y, no sólo pueden favorecer la aparición de una enfermedad infectocontagiosa, sino condicionar su evolución y el desencadenamiento de complicaciones.
Fernand Delarue llegó a la conclusión, luego de un estudio detallado de las epidemias por décadas en Salud e infección, que: “(…) a igual nivel de vida, las enfermedades evolucionan en curvas paralelas tanto en países vacunados como en los que no lo están. En ausencia de vacunación, las epidemias retroceden en todos los países donde se eleva el nivel de vida. Es decir que, con o sin vacunas, las epidemias no experimentan regresión en los países donde las condiciones de higiene o el nivel de vida impiden que vuelvan a desarrollarse”.

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Las fotografías fueron realizadas por Zhang Huan en el marco de su performance “Para elevar el nivel del agua en un estanque.” (Beijing, China, 1997)

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