“Si a mi hija la hubieran atendido estos médicos seguiría viva”

Norma Cuevas salió a las 10 de la mañana del domingo desde Vera (norte de la provincia de Santa Fe) para llegar a la presentación del documental “Que sea ley” de Juan Solanas en el Festival Tucumán Cine. Además, acompañó a Cecilia Ousset y José Gijena en la audiencia en Tribunales Penales por la causa que iniciaron en su contra por garantizar la interrupción legal del embarazo (ILE) de Lucía, niña tucumana de 11 años. Ella lo entendió como imprescindible como madre de Ana María Acevedo, una joven santafesina que murió por no acceder al aborto legal que le hubiese permitido un tratamiento al cáncer que padecía.

Norma estuvo desde muy temprano en el fuero penal de Tucumán. Presenció la audiencia, con un cartel de papel en sus manos y un pañuelo verde en una de sus muñeca. Esperó el final, hasta que Enrique Pedicone, el vocal de la Cámara de Apelaciones, anuló la citación de los profesionales de la salud Ousset y Gijena. “Ellos hicieron lo que debían hacer, si estos doctores hubiesen atendido a mi hija hoy estaría a la par mía”, consideró la mujer.

En el 2007, el sistema de salud santafesino no le garantizó a su hija el derecho de un aborto terapéutico, cuando le detectaron un cáncer de mandíbula. La obligaron a continuar con un embarazo reciente hasta que le hicieron una cesárea (a los seis meses de gestación). Para ese momento, Ana María tenía la cara deformada por un tumor y estaba ya casi muerta. Nunca le brindaron el tratamiento oncológico que necesitaba. Dos curas la visitaban diariamente en la habitación del Hospital Iturraspe.

En la actualidad, Norma no sólo pide justicia sino que quiere prevenir nuevos casos y quiere evitar que más niños queden huérfanos por la falta de legalidad del aborto en Argentina. “Mi hija murió por doctores que no cumplieron con la ley, dejando a tres niños sin madre. Hace doce años de esa injusticia. Me doy cuenta que quieren presos a estos médicos que obraron bien. En cambio, mantienen libres a quienes actuaron mal con Ana María”.

La difusion de la pelicula “Que sea ley” es para ella muy importante. Quiere que todas las jóvenes conozcan las voces de las mujeres que pasaron por maltratos para acceder a esta práctica médica, a las madres que lloran, a quienes no se salvaron de las consecuencias de la clandestinidad. “Mi hija tenía todo el derecho pero no se lo dieron, primero porque éramos pobres, y también no sabiamos que podiamos contar con ese derecho. Curas, católicos, todos los que iban a ver a mi hija se aprovecharon de sus condiciones. Son mentiras que salvan vidas. Mataron a mi hija. Yo estoy peleando para que el aborto sea ley y ninguna otra chica muera como Ana María”.

Su esperanza está puesta en la lucha y en que cada día sean más las personas que se sumen: “que nadie decida por nuestro cuerpo, ni una iglesia, ni una cultura. Hay que sacarse el miedo y protestar. Porque el silencio mata. Hay que salir a la calle, preguntar, pedir ayuda, porque ahora somos muchas”.

Esta noche, a las 22 horas, en la sala Oreste Caviglia, se proyectarán fragmentos del documental del director Juan Solanas, hijo del senador nacional Pino Solanas. Y allí estará Norma con la bandera de memoria que dice “Ana María Acevedo volvé en el grito de las miles”.

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