Lecturas de fin de semana: Hay cosas que sí son más fuertes que la muerte

PORTADA 1

Marea Emocional es un espacio de formación en la escritura narrativa coordinado por María José Bovi. En los talleres individuales la propuesta es de construcción de obra discursiva. En los grupales, se trabaja con diversas propuestas de escritura, entre ellas: Narrar Los Cuerpos, Prohibido No Mirar, Narrar Mi Memoria. En este espacio, compartiremos producciones escriturales de autores/as que se encuentran trabajando en dicho espacio.

La producción literaria en el NOA —y desde él— crece de manera exponencial, año a año. Esta sección se presenta como un espacio de publicación editorial, literario y escritural para difundir estas voces que se encuentran en trabajo de escritura, lectura y edición.

Esta crónica forma parte de una obra literaria mayor.

Federico Broquen

Mendoza – Tucumán 

El acta de defunción dice que Paulina muere el veintidós de febrero, a las once y veintisiete de la mañana, en Tigre, provincia de Buenos Aires. Pero Paulina había muerto mucho antes. El sol quiebra la sombra y el viento que entra por la ventana remueve los dolores de quienes la ven apagarse. Se despide de sus cincuenta y cinco primaveras desde el dormitorio de sus padres, acompañada de Teresa, su madre; sus hijos, Santiago y Julia; y su hermana Soledad. Ana, otra de sus hermanas, está durmiendo. Marta, que trabaja en la casa de Paulina hace diez y ocho años, viene desde Tucumán, pero no llega a despedirse. Cuando la ve, acaricia su frente con un beso. “Mijita”, dice en un susurro.

La casa está convulsa estos últimos días. Se habla con el escribano, que recomienda una cesión de derechos y la compra urgente de un 08. Como cosa sabida, los cónclaves familiares se dan en la puerta de entrada de la casa, en el polo opuesto al cuarto, para determinar las reglas y horarios de las visitas, afinar los teléfonos de emergencia y las posibles acciones frente a algún imprevisto. A fin de cuentas, todo es un preámbulo de lo inevitable. 

La familia de Paulina no tiene ningún tipo de prurito con la muerte. De hecho, es una familia que se ríe en todas las situaciones dolorosas de la vida. Cuando el servicio velatorio le cose los labios de modo que el superior está encimado al inferior, su hermana Laura interrumpe el llanto con una carcajada, esto es muy Paulina. No porque era una persona a quien le gustaran las fotos, lo estético y lo mundano. No. A ella le gustaba reírse de sí misma. A veces, demasiado. “No tomo vino y, si tomase, lo cortaría con soda porque soy una ordinaria”, le había contestado Paulina a su hijo en el único asado que compartieron con la familia de su nuera. Él forzó una sonrisa y le apretó la mano con delicadeza.

WhatsApp Image 2024 02 01 at 09.39.22

Aunque ella no practicó la religión, la familia se toma el trabajo de conseguirle un cura. Cuando le preguntan al hermano encargado de la gestión, dice: 

—Nene, cuando el avión se cae, rezan todos. 

Jaime, el cura, había sido un amigo de la infancia, de modo que acepta con agrado la invitación. Llega a verla solo tres veces. Paulina espera sus visitas y en su cuaderno de anotaciones escribe necesito serenidad. Escribe, porque le pesaban el alma y la voz. Cuando marcha, Jaime, después de leer la palabra de Cristo, dice que Paulina volvió al cielo de los animales que tanto anhelaba.

El día de su partida todo se lleva a cabo de manera metódica. Su madre ata un pañuelo de seda negro, rodea el mentón y el cráneo, y envuelve parte de su humanidad sujetándole la mandíbula. También dice que hay que atarle los pies, pero que ella no puede hacer eso y se retira en silencio hacia el cuarto del lado. Soledad arría a todos fuera del cuarto, enlaza las piernas de su hermana con dos giros concéntricos, hace un nudo ciego y, cuando termina, repara en que las uñas están pintadas de lavanda. Ahora te viniste a pintar las uñas, Paulina, y estira la sábana hasta debajo de las axilas, dejándole las manos desnudas porque siente que, si están cubiertas, su hermana se encuentra más lejos, más muerta. 

Así queda, tendida, con el pañuelo y el vestido de flores con que la vistieron sus hermanas. Cuando entra Santiago, serpentea un rosario en las manos de su madre. Se para a su lado, otea la habitación y queda clavado en la figura de un perro de plástico blanco, en la mesa de luz que contiene las estampitas de quienes se habían hecho uno con el viento antes de Paulina. Santiago dice gracias en un soplo y le acomoda la almohada, antes de esfumarse en lágrimas.

Ana se levanta cuando el segundero del reloj crucificado en la pared da cuarenta y un vueltas después de las once. En su camino al baño, pasa a darle los buenos días a su hermana, como todas las mañanas desde que Paulina salió del sanatorio para morir en la costa de sus afectos. La ve tapizada de flores en el pozo del medio de la cama, envuelta en un silencio chispeante. 

—¿Qué pasa? —la pregunta resuena como un eco desde el umbral— ¿Qué está pasando?

Soledad intenta abrazarla, pero ella se deshace de las cadenas de un sacudón y se desliza hacia un costado. Mira a Paulina y, como Santiago, se queda con el animal símil marfil. “Mi perito”, murmura. Se arrodilla y acaricia la tez nicotínica de su hermana como temiendo quemarse la yema de los dedos. Le dice algo en voz baja y se abalanza sobre ella sin poder contener la avalancha. Mi hermanita, te fuiste muy rápido. 

En la casa de los padres de Paulina se comen milanesas con arroz todos los sábados del año. Nunca se cortó esa costumbre. Ese día no es la excepción. Cuando el servicio se lleva el cuerpo envuelto en los pétalos blancos de las sábanas que lo albergan; cuando se alza la camilla con la bolsa negra; y luego de que todos, por pudor, salen al jardín para permitir que se retire al muerto, vuelan en tropel bandadas de milanesas de la cocina. 

Hay cosas que sí son más fuertes que la muerte: la cotidianeidad.

Total
0
Comparte
Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Nota Anterior
adornis 2

El hermano de Adorni fue nombrado como asesor en Defensa

Nota siguiente
PORTADA 26

Dengue en Tucumán: prevención y atención temprana ante aparición de síntomas

Artículos Relacionados
Total
0
Share