La desigualdad de género en la tecnología argentina persiste, con mujeres subrepresentadas en carreras STEM y liderazgo. Te contamos la experiencia de POTENCIADAS y charlamos con una profesional de las áreas STEM de Tucumán.
Esta nota fue producida en el marco de las prácticas profesionales de la Cátedra de Comunicación Alternativa de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Tucumán. Por Camila V. Narvaja y Martín A. Medina.
¿Quién se te viene a la mente si te digo que penses en una mujer referente del ámbito tecnológico? Ahora imagínate hacer esta misma pregunta a un grupo de jóvenes y que respondan que no recuerdan ninguna, o que solo conocen nombres de varones. Por esto se creó “POTENCIADAS”, un podcast que busca inspirar a mujeres jóvenes, entre 17 y 30 años, interesadas en el mundo de la tecnología. A través de testimonios reales y con una perspectiva territorial, el programa conecta las experiencias de chicas que están abriéndose camino en STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) con información relevante del sector. Se trata de una iniciativa del Polo Tecnológico Rosario, LET y Radio Universidad.
El podcast aborda la brecha digital de género, destacando cómo las desigualdades sociales se reflejan en el acceso y uso de las tecnologías. Explora cómo estos factores afectan las trayectorias de estudio y empleo de las mujeres, teniendo un impacto profundo en su vida personal y profesional.
¿Por qué es importante visibilizar este tema?
La desigualdad de género en el mundo tech argentino es un reto crítico que no puede ser ignorado. A pesar de los esfuerzos por promover la inclusión y la diversidad, las cifras revelan una realidad preocupante: las mujeres siguen estando subrepresentadas en roles técnicos y de liderazgo en la industria tecnológica. Esta industria abarca un amplio espectro de sectores que desarrollan, fabrican y proveen productos y servicios relacionados con la tecnología, desde software y hardware hasta telecomunicaciones y servicios digitales. Su impulso es fundamental para la innovación y transformación digital en áreas como inteligencia artificial, desarrollo de aplicaciones y computación en la nube.
¿Qué está pasando en nuestro país?
Según el Centro Iberoamericano de Investigación en Ciencia, Tecnología e Innovación, más del 80% de la inversión en Ciencia y Tecnología en Argentina se concentra en cinco distritos: Ciudad de Buenos Aires, Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos. Esta desigualdad ha afectado la ejecución en los primeros cinco meses del año, mostrando una caída generalizada en la participación regional.
Uno de los factores que perpetúan esta desigualdad es la brecha de género en el acceso a la educación tecnológica. Aunque cada vez más mujeres se interesan en carreras STEM, la falta de representación femenina sigue siendo un desafío persistente. Según el Ministerio de Educación, sólo el 34.4% de los estudiantes en carreras STEM son mujeres, y solo el 30% de ellas logran graduarse. A pesar de que las mujeres representan el 50% de los 10 mejores promedios, ocupan menos del 20% de los puestos en empresas tecnológicas.
Según la ingeniera Valeria Tarantelli, egresada y actual profesora de la UTN (Universidad Tecnológica Nacional) de Tucumán, la situación ha evolucionado a lo largo del tiempo, y la carrera Ingeniería en Sistemas se destaca como una de las primeras carreras mixtas en la Universidad Tecnológica. Hace más de 25 años, solo el 5% de los estudiantes eran mujeres, mientras que actualmente esa cifra ha aumentado al 30-35%. A pesar de este avance, muchas jóvenes aún eligen no seguir carreras STEM. Y ella considera que esto también se debe a la falta de formación adecuada que reciben las jóvenes en el nivel secundario.
Los estereotipos de género continúan siendo una barrera significativa. Desde una edad temprana, a las niñas a menudo se les desalienta a perseguir intereses en ciencia y tecnología, limitando sus oportunidades futuras. En el entorno laboral, las mujeres enfrentan un doble estándar que cuestiona su competencia y habilidades, lo que puede llevar a la desmotivación y al abandono de sus carreras en el sector. La falta de modelos a seguir y la carencia de apoyo académico y laboral son motivos que juegan un papel crucial en la elección de carreras STEM por parte de las jóvenes. Además, la falta de oportunidades para ascender y la dificultad para ser escuchadas en espacios de toma de decisiones agravan la situación.
La desigualdad de género en el mundo tech argentino requiere un enfoque colaborativo y sostenido. Promover la inclusión y la diversidad beneficiará no solo a las mujeres, sino también potenciará la innovación y la competitividad del sector. Construir un futuro más equitativo en la tecnología es una responsabilidad compartida que puede transformar la industria y la sociedad en su conjunto. Es fundamental realizar una divulgación más efectiva y amplia sobre las oportunidades y beneficios de estas carreras, así como investigar y abordar las causas profundas de la deserción.