El 20 por ciento del oxígeno que respiramos se origina en la Amazonía

El dr. Juan Antonio Gonzalez, investigador de la Fundación Miguel Lillo, analiza y reflexiona sobre la situación en la Amazonía. 

Lo que esta sucediendo en la Amazonía debería ser una preocupación mundial. El 20 por ciento del oxígeno que respiramos cada día se origina en la vegetación de ese territorio. Por otro lado, los incendios son una fuente de gases de efecto invernadero, como el anhidrido carbónico, que de una u otra forma van a contribuir al calentamiento global que ya está afectando a toda la humanidad.

La amazonía posee una riqueza faunística, florística y cultural que debería ser considerada Patrimonio de la Humanidad ya que no es sólo territorio de Brasil sino que también forma parte Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, las Guyanas Francesas, entre otros.  Esto de por sí ya amerita que Naciones Unidas intervenga en el problema instando a los Estados que conforman la cuenca del Amazonas a tomar medidas para la coyuntura y también para el largo plazo.

NASA: detección de incendios por MODIS (15 al 22 de agosto)
Detección de incendios por MODIS (15 al 22 de agosto) (NASA, 2019)

Si tenemos en cuenta que la Cuenca del Amazonas cubre una superficie de más 7.000.000 de kilómetros cuadrados -un poco más grande que la India-, que cubre el 40 por ciento de América del Sur, que más de la mitad de las especies de árboles conocidos en el mundo se encuentran allí, que viven cientos de etnias y que en las selvas existen los hábitats para muchos animales, el desastre debería ser preocupación a nivel supracional y sobre todo de las Naciones Unidas.

Recuperar lo perdido puede tardar muchos años. Un árbol para llegar a la edad madura tarda entre 20 y 30 años. Los suelos quedarán a merced de la erosión por las lluvias y muchas especies de animales habrán perdido su descendencia. Las etnias que viven de los recursos naturales verán afectadas sus fuentes de alimentos y su ritmo de vida. 
¿Se puede recuperar lo perdido? Sin duda que sí, pero el costo será altísimo. En pocos días hemos destruido lo que Naturaleza tardó ciento de años en formar. 

Por Dr. Juan Antonio González / Instituto de Ecología (Fundación Miguel Lillo)

Foto: Alzenir Ferreira de Souza (WikiCommons)

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