“El gran problema sobre el consumo de sustancias es que se discute el efecto, no la causa”

El Ministerio de Desarrollo Social organizó una serie de jornadas para realizar un balance del Plan Estratégico elaborado para la actual gestión. El próximo 25 de septiembre el ministro Gabriel Yedlin presentará la evaluación de la gestión actual en todas las áreas de la cartera.

En la primera jornada, que se llevó a cabo el día de hoy en el CEPLA de la Costanera, se abordó las políticas públicas en prevención y asistencia de las adicciones, con la participación del sociólogo Alberto Calabrese, especialista en Drogas, y director de 1º Carrera de Especialización en Adicciones de la Universidad Nacional de Tucumán, quien cuenta con una larga trayectoria en políticas públicas vinculadas con las adicciones, tanto en provincia como en Nación.

Desde La Nota, conversamos con el especialista y con Matías Tolosa, médico generalista y Secretario de Estado de Prevención y Asistencia de las Adicciones sobre las políticas de la actual gestión, los prejuicios y mitos sobre las adicciones, como afecta particularmente a los barrios más vulnerables la crisis actual y posibles horizontes a seguir.

Sobre la actual gestión: paradigmas

Trabajar con todos los actores en los barrios, como ser referentes, cocinas comunitarias, comedores, merenderos, clubes de barrio, con la iglesia, pero también sumando otros actores como universidades, gremios, empresas, es el paradigma desde el que se aborda la prevención y asistencia en adicciones, entendiendo que el consumo problemático es un tema complejo y multicausal.

Teatro, boxeo, arte, música, son algunas de las actividades que se desarrollan en los diferentes barrios de la provincia dentro del marco de las acciones orientadas a la prevención y asistencia de las adicciones.

“Cualquier estrategia que genere participación de los chicos, de las chicas y de las familias está generando un espacio de prevención, entendiendo que esto fortalece el tejido social. En épocas de crisis empieza a quebrarse y romperse”, agrega Alberto Calabrese.

Calabrese fue director de Adicciones de la Dirección Nacional de Salud Mental y Adicciones (ex Ministerio de Salud de la Nacion), y Comisionado general de Prevención y Asistencia de la SEDRONAR. El especialista sostiene que “al tema de las drogas se le da una importancia que está exacerbada”.

“Tiene un peso muy grande en función del fantasma que se ha creado con mucha sagacidad para mantener una especie de presión sobre determinadas personas, porque no cualquiera va preso por el tema de drogas, no cualquiera es señalado por el consumo de drogas”, sostuvo el referente. Al respecto, detalló que desde que existe la ley 23.737, de reforma de la Ley de Estupefacientes, hubo más de 400.000 personas incriminadas. La mayoría pobres. “Esto tiene que ver con macroeconomía y macropolítica. Las drogas sirvieron para controlar países, poblaciones, territorios y personas”.

Por otro lado, Calabrese explica que se estructura un prejuicio muy importante sobre el adicto y las drogas. En ese sentido, sostiene que el rol del Estado es cambiar esos imaginarios para lograr mayor inclusión en la sociedad. “El macrismo se ha encargado de acentuar la cuestión prejuicial. Lo que signa todo este problema es la actitud de seguridad, que está fomentada por esta gestión”.

“En todo el mundo, las mejores policías no pasan del 10% de lo que se llama extracción, de diez sustancias que circulan, sólo una se saca del circuito. Lo que nos cuentan sobre el control, la lucha contra el narcotráfico son macanas. Además, este negocio es tan importante que a nadie le interesa que deje de serlo. Si en un momento dado, la droga se hace usual como la marihuana, entonces pude llegar a parecer un gran negocio como en este momento una provincia cercana está planificando hacer súper campos de explotación de la marihuana. Cuando conviene ya no le ven la pata mala”, manifestó.

Construir al enemigo

“Cuando uno se construye un otro que es malo, que es violentos, que te va a atacar, sirve para que la respuesta sea más violenta y que la gente la aplauda”. Para Calabresse, abordar la problemática desde la seguridad solo acrecienta los prejuicios y la violencia sobre los sujetos más vulnerables.

Las drogas no discriminan por clase social, pero existe un gran prejuicio al respecto asociando las adicciones a los jóvenes pobres de las villas y a la delincuencia. Al contrario de lo que comúnmente se cree, las sustancias que en este momento se están usando más y que tienen que ver con las intervenciones de emergencia y urgencia en todo el país, es la mezcla de alcohol con otras sustancias que los encuentran en el botiquín de la casa: psicofármacos y psicotrópicos.

“El supuesto enemigo tiene olor diferente, color diferente, habla diferente, es sinuoso, es malo. Porque exculpa. Muchas veces la gente de los barrios, tiene tanta carencia que de lo único que puede hablar con pertenencia a la sociedad en la que vive, aunque sea marginalmente, es identificar también a ese enemigo y sentirse parte de los integrados, entonces viene esa denuncia de la madre por el hijo, o el ataque de todos los vecinos del barrio a uno que robó algo menor y el linchamiento, porque es la forma de decir `yo pertenezco´, destruyó en el otro lo que yo veo negativo de mí, eso es lo difícil, lo trágico. Y por eso, en las cárceles uno va a ver que la mayoría son pobres y pagan su pobreza con tratamientos compulsivos, o cárcel. Eso no es lo que le pasa al hijo de la clase media que siempre tiene un tío, un hermano un padre que le va a poner un abogado”, explicó el referente.

“El problema recae en que al delito no se lo saca más, nadie le saca de sus antecedentes que tiene una infracción a la ley de drogas – agregó-. El gran problema sobre el tema de sustancias es que la gente discute el efecto, no la causa”.

El consumo problemático es el síntoma de un entramado de problemáticas que subyacen el hecho del consumo en sí mismo. Por eso, el especialista sostiene que el abordaje debe ser integral y mancomunado entre las diferentes patas del Estado, donde intervenga no solo Salud y Desarrollo Social, sino también Educación y Justicia.

“Paradojalmente, la gente viene a hablar de lo más prohibido que es la droga y termina sacando lo que más le interesa. Y en el territorio pasa lo mismo. La gente viene y se acerca al funcionario y le dice `mi hijo consume´, y después aparecen los verdaderos problemas: yo vivo en esta situación, no lo puedo mandar a la escuela, el pibe abandono, etc. ¿Para qué nos sirve? Si en vez de quedarnos solo con el problema del consumo de drogas, y en cambio avanzamos sobre el territorio, uno puede ir mucho más lejos. Los sitios donde más duele son sitios carentes, entonces la acción del Estado que entra por el lado que fuere, si interviene ahí el Estado en forma eficaz, se hacen los talleres, que comenta Matías, hacen promociones sociales, culturales deportivas, se integran cuestiones que estaban deshilachadas.”

Mitos

Una de las cuestiones que trabajan desde Desarrollo Social son los mitos, que lo que hacen es poner un obstáculo para cualquier abordaje integral y restringen el acceso a derechos. Al respecto, Tolosa enumero y desmitificó algunos:

  • “Todo el que consume es un adicto”. Sabemos que hay distintas vinculaciones de las personas con las sustancias en cuanto a la frecuencia y a la forma de consumo.
  • “Todo el que consume es un delincuente”. Delincuente es el que trafica, el que consume está afectado por una enfermedad como lo plantea la Ley de Salud Mental. Las adicciones son tomadas como parte de las enfermedades de la salud mental.
  • “La única forma de hacer tratamiento es la internación”. Es una alternativa de tratamiento más, no la única. El 80% de los tratamientos son ambulatorios.
  • “Ninguna persona con consumo problemático de sustancia quiere hacer tratamiento”. No, lo que hay que hacer es generar las opciones para que aquel que quiera hacer tratamiento lo pueda hacer, tenga facilidad en la llegada, tenga facilidad para poder sostener el tratamiento.

“Lo que buscamos es poder generar un trabajo de sensibilización en el barrio, pero también con toda la sociedad para poder deconstruir esos mitos y prejuicios, que nos permita construir un nuevo abordaje más vinculado con lo social, entendiendo que la prevención pasa por la inclusión”, refuerza Tolosa.

“El desafío, más allá de lo concreto que está haciendo esta gestión en Tucumán, que me parece que va por buen camino, como forma de integración, como forma de mostrar la preocupación del Estado, de mostrar que no están solos, que no son solo un acumulado de población necesitada, es que sus hijos pueden encontrar un camino para ser entendidos, para hablar de sus problemas, para sentirse que no son parias, ni pecadores. Acá se trata de pacientes, de personas igual que todos nosotros”, finalizó Calabresse.

Foto de portada: Agustina Font

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