La Cámara de Diputados deberá definir qué pasa con el veto del presidente de Javier Milei a la reforma jubilatoria aprobada en agosto por el Congreso de la Nación. Tal como lo había anunciado, Milei la vetó al día siguiente y el debate se reavivó.
Para rechazar el veto, diputados opositores necesitan en la sesión especial de este miércoles, los dos tercios de los votos. Si consigue ese número, la discusión se trasladará al Senado, donde también deberá contar con los dos tercios.
Sólo si consigue el aval de las dos Cámaras, se pondrá en vigencia la Ley de Movilidad Jubilatoria redactada por la oposición.
Pero si la oposición no logra reunir ese número en la Cámara baja, quedará convalidada la decisión Milei de rechazar la reforma, ya que para voltear un veto presidencial se necesita que Diputados y Senado lo rechacen con más de dos tercios.
El jueves 22 de agosto el incremento para los jubilados obtuvo 61 votos a favor y 8 en contra, que pertenecieron a los siete senadores de La Libertad Avanza y la cordobesa del PRO Carmen Álvarez Rivero.
Horas más tarde de la definición en el Senado, Milei redobló sus advertencias sobre un veto a la reforma jubilatoria, ya deslizadas en la previa a la sesión. Y, tras un comunicado oficial en el mismo sentido, confirmó el veto sería total.
Finalmente, el 2 de septiembre el Gobierno publicó el decreto 782/2024 con el veto total a la reforma. Según los considerandos que figuran en el documento firmado por el Presidente y todo su Gabinete, el Gobierno sostuvo que la reforma “es manifiestamente violatorio del marco jurídico vigente en tanto no contempla el impacto fiscal de la medida ni tampoco determina la fuente de su financiamiento“.
La reforma que vetó Milei implicaba, entre otros puntos, un incremento complementario al de abril pasado de 8,1 puntos porcentuales, dado que el Gobierno otorgó por el mes de enero un 12,5% y la inflación de ese mes fue del 20,6%. Además, contemplaba un aumento adicional a la fórmula de movilidad a aplicarse en el mes de marzo de cada año.