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Arrancar el año sin ansiedad, ¿es posible?

-Doctora, soy ansiosa.

Es el inicio de consulta médica que más se incrementó en estos últimos años, a tono con el vertiginoso ritmo de la globalización sacha progreso. Al final, si todo es ansiedad, ¿nada es ansiedad?

La triada del deterioro en la calidad de vida que más se observa en la atención médica, está constituida por la ansiedad, el estrés y la depresión, que a veces bailan en conjunto potenciándose entre sí, a veces separadas dependiendo las causas y el abordaje. 

En Argentina, las enfermedades de salud mental constituyen un grueso porcentaje de las consultas realizadas en el nivel primario de salud. El estrés es el principal factor desencadenante de diversos síndromes, y está presente en la población de todas las clases sociales. Es importante destacar que las situaciones que generan estrés tienen vínculo con el contexto espiritual, social, político, económico, histórico y de género que repercute en la calidad de vida de la gente. La salud del cuerpo colectivo que somos, como sociedad, tiene todo que ver con el contexto.

El diagnóstico de ansiedad es muy amplio y abarca diferentes aristas. Hoy hablaremos del Trastorno de Ansiedad Generalizado (TAG) el cual es un serio problema de salud pública. Se presenta ante diversas situaciones que atraviesa a la población joven, afectando predominantemente al sexo femenino en una relación 2-1. Para su diagnóstico, este trastorno se asocia a varios síntomas que tienen persistencia en el tiempo, durante más de seis meses. Es una respuesta de adaptación del cuerpo ante situaciones que generan estrés, las cuales nos mantienen alerta de manera permanente. La ansiedad se convierte en patológica cuando aparece ante un peligro que no es real o cuando su intensidad y duración son desproporcionadas con respecto a la situación que la generó. Por ende, implica estados ansiógenos, más intensos, persistentes y con recidiva, generando nerviosismo o preocupación excesiva ante situaciones que aún no han ocurrido

¿Te ha pasado descubrirte en estados nerviosos pensando en cientos de panoramas futuros trágicos sin pies ni cabeza?

El cuadro se caracteriza por tensión, angustia, sensación de pérdida de control, sobrepensamiento permanente (la cabeza no se calla), a veces taquicardia. Puede acompañarse de sensación de falta de aire, sudoración, náuseas, alteración en el ritmo intestinal, alteraciones en el sueño y en el apetito, pérdida de control del cuerpo y miedo a morir, entre otros síntomas. Se puede presentar en forma abrupta y alcanzar su máxima intensidad a los 10 minutos. La persona que lo padece, puede percibir señales de peligro incluso durmiendo. En general, la primera crisis se da entre 10 y 12 meses después de haber sufrido una situación desencadenante de estrés. Este trastorno puede estar presente en diferentes situaciones de la vida, desde la adolescencia y la niñez, inclusive. 

La salud mental argentina es un meme

Casi la mitad de la población argentina padeció ansiedad en la pandemia debido al aislamiento social. Muy por el contrario de lo que se piensa, Argentina es un país que cuenta con una gran cantidad de profesionales psicólogxs por habitantes, siendo el problema el acceso gratuito a los servicios de salud mental o el poco interés del Estado de cuidar la salud de su población, como hemos venido observando ante el desguace del Ministerio de Salud por parte de Nación y el recorte presupuestario a diversos programas vinculados a la salud pública.  

La Facultad de Medicina de la UBA realizó el primer Estudio Epidemiológico Nacional de Salud Mental, en convenio con la Asociación de Psiquiatras Argentinos. Los datos más relevantes del estudio buscan estimar tasas de prevalencia y severidad en trastornos mentales de lxs argentinxs y la edad de inicio de las mismas.

El estudio arrojó que:

  • Las mujeres tienen un 85% más probabilidades que los varones de padecer ansiedad. Particularmente las mujeres son los grupos de riesgo más vulnerables y en dicho trabajo se discute que ello puede deberse a que en la mujer recae mucho más el cuidado familiar, el seguimiento de los hijos en las tareas de la escuela, la desigualdad en los salarios, entre otras cosas. 
  • 1 de cada 3 argentinos presentó un trastorno de salud mental a lo largo de su vida, en promedio, desde los 20 años, aunque sólo el 16,4% llegó a algún tipo de consulta médica. El resto jamás lo habló con un especialista porque lo toman como algo “normal” y “pasajero” o porque están mal diagnosticados.
  • La edad promedio de aparición de algún trastorno de salud mental es de 20 años, lo que habla de un inicio temprano de enfermedades psiquiátricas en Argentina.
  • Detrás del combo de patologías de ansiedad aparecen, en segundo lugar, los trastornos del estado de ánimo (12,3%), que incluyen el trastorno depresivo mayor, la bipolaridad y la distimia (tristeza crónica). Y en tercer lugar, los trastornos por abuso de sustancias, que sí fueron más frecuentes en hombres.

Según la World Mental Health, solamente 1 de cada 10 pacientes con diagnóstico de ansiedad recibe el tratamiento adecuado, psicoterapia y controles médicos permanentes. Cabe destacar que un correcto tratamiento de esta patología evitaría la cronificación y disminuiría la comorbilidad, es decir, que la ansiedad en cualquiera de sus formas conviva con otras enfermedades mentales como, por ejemplo, la depresión.

Dato de color que para nada nos sorprende: son las mujeres las que buscan tratamiento para las patologías de salud mental, ya que identifican los síntomas y no perciben el tratamiento de una manera estigmatizante. El estereotipo del varón que no llora y no habla, deviene en un modelo de tasas elevadas de suicidio en América Latina: 8 de cada 10 suicidios son cometidos por varones, según datos de la Organización Panamericana de la Salud.

Iniciar el 2025 con menos ansiedad

Primeramente, es importante destacar que cada persona requiere un abordaje específico y un acompañamiento individual por un profesional de la salud. Aquí, una serie de sugerencias que pueden orientar hacía qué profesional de la salud vamos a ir a pedir la ayuda que necesitamos, entendiendo que los tratamientos de patologías de salud mental son prolongados, requieren tiempo y atención, así como cambios permanentes en el estilo de vida.

Tratamiento, tips y sugerencias

  1. Alimentación: en las últimas décadas, la medicina ha ido investigando con mayor profundidad el impacto negativo que tiene en nuestro organismo la alimentación occidental rica en ultraprocesados y pobre en aportes nutricionales. Una sugerencia que siempre realizo cuando vamos a hacerle frente a un diagnóstico, es disminuir radicalmente el consumo de alimentos pro inflamatorios como ser los lácteos, todo lo que contenga gluten, azúcar refinada y alcohol. Los ultraprocesados y todos los alimentos de paquetito no representan para nada una opción que favorezca nuestra microbiota intestinal (bacterias que se alojan en nuestros intestinos). Casi la totalidad de enfermedades que padecemos tienen vínculo con la alimentación, y en el caso de la ansiedad, son comunes las alteraciones en el apetito (aumento o disminución), con picoteos o periodos de inanición, por ello es muy importante tener consciencia de los alimentos que aumentan los episodios ansiosos. El cuerpo acostumbrado a consumir va a pedir seguir dándole el mismo tipo de alimento, en estos casos, recomiendo  asesorarse con un profesional nutricionista, elaborar y pensar planes de alimentación conscientes que nos ayuden a recuperar la vitalidad, a levantar defensas y a mejorar nuestro ánimo. 

    Mejorando la alimentación, no solamente disminuyen los síntomas de ansiedad, sino que las mejoras se ven en el tránsito intestinal, en el sueño, en el apetito, en el pelo, la piel y en la energía vital.
  1. Estilo de vida: aunque parezca repetitivo y pensemos que de tanto escucharlo lo quemamos, la actividad física no pierde vigencia. Hay que acostumbrarse a mover el cuerpo todos los días, ya que muchas de las patologías de salud mental generan sintomatología que a veces va arrastrando a la persona al encierro, a la poca sociabilidad y a la cama. Es sumamente importante intentar generar rutinas saludables y registrar como nuestro cuerpo se va sintiendo a medida que pasan los días y cómo el hábito de salir a correr, caminar, gym, baile o cualquier actividad de interés, va activando zonas del cuerpo que teníamos dormidas. Disfrutar de la actividad física y del sol, con una buena hidratación, son herramientas terapéuticas gratuitas y que tienen muchísimo beneficio en la salud, no solo para reducir factores que predisponen a patologías cardiovasculares, sino que muchas veces esos 60 minutos de despejar la mente, nos ordenan los pensamientos y los síntomas ansiosos disminuyen. 

    Si tenés algún problema de salud que limite tu actividad física, consultá con un profesional para adecuar una rutina a tus capacidades: aunque sea dentro de la casa, siempre hay alguna parte del cuerpo que podemos intentar mover para activar nuestra circulación y liberar endorfinas.
    – Sostener una correcta higiene del sueño.
    – Evitar estimulantes como cafeína, mateina, etc.
    – Chequeos de laboratorio anuales.
    – Suplementación (mucho cuidado con suplementaciones indicadas en los gimnasios).
  1. Abordaje terapéutico

    Terapia: primeramente, las patologías de salud mental deben ser acompañadas por un psicólogx y por un médicx de cabecera que evalúa si hay necesidad o no de interconsulta con el área de psiquiatría. Considero que es importante tomarse en serio a qué tipo de profesional concurrimos a pedir ayuda, ya que hay una sobre proliferación de influencers y falsos coach de autoayudas que representan un peligro para la población con los discursos de felicidad basada en el mérito individual, en la sanación neoliberal de perseguir los sueños y disfrutar del trabajo a lo que dé. La realidad en Argentina es que más de la mitad de la población no cubre sus necesidades básicas con sueldos mínimos que no alcanzan ni para un alquiler. La salud mental es una construcción colectiva y no depende muchas veces de las ganas que hay de salir adelante, sino de un contexto. Y en ese contexto de salud del que hablamos, es que un profesional puede brindarnos herramientas para sobrellevar diferentes sintomatologías e ir repensando nuestra salud desde una mirada más cuidada.

    Es recomendable también realizar actividades vinculadas con la meditación, el arte y el aire libre en una frecuencia de mínimamente una vez por semana, como coadyuvante de la psicoterapia.

    Tratamiento farmacológico: el tratamiento convencional abarca la psicoterapia, modificaciones en el estilo de vida y en la alimentación y psicofármacos. El uso de medicamentos puede oscilar entre antidepresivos, tranquilizantes (muy usadas las benzodiazepinas como el clonazepam y el alprazolam), pregabalina y otros, dependiendo del caso puntual, la severidad y las patologías asociadas. No es ninguna novedad que los medicxs cada vez sobre medicalizan más las enfermedades, callando los síntomas sin ir a la causa que la produce. Si después de una primera consulta médica de 10 minutos, salís del consultorio con un diagnóstico y montones de recetas de psicofármacos, recomiendo ir a otro profesional de la salud que de el espacio de escucha, con el cual puedas dialogar de la medicación y del abordaje de tu enfermedad. La mayoría de los diagnósticos de salud mental son poco cuidados, convirtiendo a gente joven en adicta a benzodiacepinas sin siquiera haberles brindado una mínima información sobre el fármaco, su dosis y los efectos adversos a largo plazo.  Los fármacos son muy útiles en muchas enfermedades, pero no debemos olvidar que están para servir en beneficio de la salud, y no para acallar manifestaciones somáticas de diagnósticos mucho más profundos.

    Tratamiento no farmacológico. No quiero medicarme, ¿eso es posible? Obviamente sí. Cada vez más la medicina ha ido avanzando en el estudio de diferentes alternativas terapéuticas no farmacológicas, integrando diferentes saberes del mundo de las plantas en beneficio de la salud de la población. 

    CBD: La planta de cannabis tiene muchísimos componentes activos llamados fitocannabinoides, de los cuales el CBD (cannabidiol) es uno de los más reconocidos y estudiados por su efecto ansiolítico en el tratamiento de los síntomas de ansiedad. Cuando vamos a usar cannabis para alguna enfermedad, es muy importante saber el origen y que tipo de cannabis consumimos, ya que, en patologías como la ansiedad, el THC (otro fitocannabinoide conocido) a veces recrudece los síntomas ansiosos y genera efectos contraproducentes. Muchas veces, el mismo THC genera pánico o malos viajes si no es usado correctamente, más en casos de crisis ansiosas. El cannabis, en este caso, puede usarse por vía sublingual en aceite, en vaporizaciones, pirolizado como porro, en micro dosis, en macerados, en infusiones y en muchos formatos más, siempre considerando las patologías asociadas y el riesgo-beneficio de cada posibilidad (consultar con su especialista cannabicx de cabecera)

    Terapia asistida con psicodélicos: los psicodélicos son sustancias psicoactivas que al consumirlas tienen una acción directa en el sistema nervioso y son capaces de provocar estados alterados de conciencia, han sido utilizados con fines terapéuticos desde tiempos milenarios. Están siendo estudiados en todo el mundo, desde hace tiempo, para el abordaje de diferentes patologías de salud mental, estos psicodélicos incluyen la psilocibina, el LSD y el DMT, y la evidencia científica habla de una ventaja en lo que seria los síntomas de ansiedad a largo plazo o en pacientes con resistencia a fármacos. (para más información, consulte a su médicx especialista en psicodelia).

    Yoga terapia: aprender respiraciones para los ataques panicosos o ansiosos es una herramienta muy importante, ya que muchas veces estos ataques suceden de noche o en lugares donde no podemos salir a pedir ayuda. 

    Tinturas madres: el cálculo general de las tinturas madres se hace de 1 gota/kg peso, en una toma o dos tomas diarias. Dependiendo la sintomatología, podes acercarte a diferentes plantas para disminuir el cuadro, acompañan muy bien: lavanda, valeriana, melisa, tilo, manzanilla, pasiflora y amor mío. Estas plantas también pueden ser ingeridas en infusiones y complementarse con diferentes suplementaciones de magnesio o vit C, por ejemplo. 

En resumidas cuentas, con los tiempos rápidos del mundo actual, la ansiedad es un trastorno que permanecerá siempre cerca de aquellxs que la padecen, el desafío es aprender a registrar los síntomas y períodos ansiógenos, buscar herramientas para silenciar la mente de manera consciente vinculando ejercicio, alimentación, psicoterapia y abordaje médico (farmacológico o no farmacológico), con paciencia y sin esperar resultados rápidos e inmediatos. Todos los procesos de salud, para ser conscientes, llevan su tiempo.

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