Por María Ximena Perez para Agencia de Noticias Científicas
El cine, una de las mayores realizaciones culturales de la historia, es además un elemento de culturización y concienciación de la humanidad. Por eso es clave preservar y poner en valor el patrimonio fílmico de un país, como componente fundamental de la identidad nacional y de la memoria de la humanidad. ¿Pero qué pasa cuando las políticas que llevan a cabo la tarea de preservar ese patrimonio no son efectivas y, por lo tanto, muchos materiales ya no se pueden ver? Este es uno de los interrogantes que se desprende de los recientes resultados de las 100 mejores películas del cine argentino. Conocida como la “Encuesta de cine argentino”, esta encuesta de opinión establece una lista de las 100 mejores películas del cine de Argentina de todos los tiempos.
La encuesta original fue llevada a cabo por el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken en 1977, 1984, 1991 y 2000. En 2022, se realizó una nueva edición, organizada por las revistas de cine La vida útil, Taipei y La tierra quema, con apoyo del INCAA, el Festival Internacional de Cine de Mar del Plata, el Festival Internacional de Cine de La Plata FestiFreak, la Casa de la Cultura de General Roca y el Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken.
La ciénaga (2001), de Lucrecia Martel, fue elegida como la mejor película argentina. El segundo lugar fue para Invasión (1969), de Hugo Santiago y le siguieron Tiempo de revancha (1981), de Adolfo Aristarain y El dependiente (1969), seguida por Crónica de un niño solo (1965), ambas de Leonardo Favio. La lista de 2022 generó debate sobre la necesidad de una cinemateca nacional -una demanda de larga data de la comunidad cinematográfica local-, ya que el difícil o inexistente acceso a muchas obras del pasado afectó el resultado.
En ese sentido, en diálogo con la Agencia de noticias científicas de la UNQ, Luciana Aon, investigadora y docente de la Universidad Nacional de Quilmes, se pregunta: ¿Qué películas se pueden votar si no las podemos ver? “La encuesta nos propone una aventura, un viaje, un mapa y nos da una mirada en clave presente del cine argentino. Sin embargo, sus resultados llaman la atención sobre las películas que incluye, sus temas y épocas, y pone en escena lo que no está en ese top 10 y top 100”.
Para Aon es interesante situar la encuesta como un modo de lectura en clave de época, para ver cómo desde el presente se revisa, destaca y valora el cine nacional. ¿Qué cine conocemos y qué cine valoramos? Preguntarse por esto confluye en el problema del archivo, la preservación y la cinemateca, precisamente, el punto central que expone brutalmente el resultado de la encuesta. “Entre las primeras 10 películas no hay ninguna anterior a 1965. No hay entre las 100 anteriores a 1930 ni del periodo silente. En este sentido hablo de una cinematográfica sin memoria”.
Cómo se hizo el top 100
Lautaro García Candela, editor de La vida útil, una de las revistas que organizó la encuesta, cuenta a la Agencia de noticias científicas de la UNQ que este trabajo ordenó los gustos y preferencias de la comunidad cinematográfica en 2022. “Es una foto de lo que son los gustos cinematográficos del presente”, dice. En esa línea de acción, se invitó a participar a 1000 personas y votaron 546. Todas ellas pertenecientes al amplio mundo cultural: es decir no sólo críticos e investigadores, como en las primeras ediciones, sino que esta vez también participaron rubros técnicos del cine y personalidades de la cultura. “Se invitó a la mayor cantidad de personas del ámbito cinematográfico porque nos pareció que era más representativo”, relata.
A cada uno se le pidió la lista de las 10 películas, una justificación, un breve CV y definición de palabras claves para presentarse. Luego, con las respuestas, se armó una web que permite una navegación múltiple, en red, de múltiples lecturas y colecciones. Se puede ver el top 10 o top 100 pero también es posible explorar por película, por director o por votante y ver la lista de cada persona. También se puede ver en cada película quienes la votaron. “En clave de sistematización de información para el análisis es muy interesante el recorrido de la web donde, además, si la película está disponible en alguna plataforma online, se agregó el enlace”, opina Aon.
Los usos de la encuesta
Para García Candela, además de difundir el cine nacional, la encuesta permite poner en discusión al cine argentino “y pensar una especie de canon que, por supuesto, es discutible”.
Si bien los resultados no pretenden constituirse como una lista inmutable del mejor cine ni revelar ninguna verdad, se intenta construir una foto de los gustos, influencias y modelos cinematográficos en una época determinada, que tiene sentido en tanto pueda leerse en contraste con otros momentos históricos.
Según la investigadora de la UNQ, los usos de esta encuesta son múltiples ya que para el campo de la investigación cinematográfica los resultados exponen varias vías posibles de exploración. Pero hay un punto que ya no se puede eludir: “exigir y seguir luchando por políticas públicas en el sector audiovisual respecto de la necesidad de la preservación, de la puesta en valor, restauración y exhibición del cine nacional”, remata.