Fútbol ahora sí para todxs?

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Foto Nico Malo @malonicolasmalo

Por Kinga Sanden*

El mundial nos deja con una masculinidad más amplia, nuevos territorios tomados por las disidencias y millones de memes sexualizando a la selección.

Subida a un semáforo, vestida en un topcito de encaje y una tanga con el bulto visible, la artista Santa Bazzano perreaba al ritmo de los bombos mientras agitaba una bandera argentina el domingo pasado. En la calle abajo, en el centro de La Plata, la multitud le silbaba, sonreía y aplaudía.

En un pasado muy reciente esto hubiera sido impensable, un peligro mortal para una persona trans. Ahora ella participa como todxs en el deporte popular de festejar lo más salvajemente y lo más alejada de la tierra posible.

Durante la final, cada vez que El Dibu Martínez atajaba, el grupo de amigas de la periodista Marta Dillon coreaba a los gritos “salud mental!”, escribe en Página 12. Si el héroe nacional va a terapia, medita y hace yoga, ya nadie puede considerar esas prácticas poco masculinas.

El Dibu quizás sea el que más encarna la masculinidad clásica y agresiva adentro de la cancha, pero afuera de ella el que más la desafía en su manera de relacionarse con su cuerpo, su familia y sus compañeros. No para de perrear, hacer monadas y mostrarle cariño a las personas que lo rodean.

El fútbol siempre fue una zona liberada donde los hombres heterosexuales pueden abrazarse y llorar, pero en este mundial los jugadores de la selección mostraron una ternura entre sí nunca antes vista. Sus chistes sexuales en vez de discriminar a personas LGBTQ dejan abierto para interpretaciones sobre su propia sexualidad.

“Te como los dos huevos” escribió Papu Gomez en el Instagram de El Dibu Martinez.

Rodrigo De Paul le escribió a Cuti Romero : “Qué fácil jugar con vos atrás 😍😍😍😍” y Romero le respondió “Mi motorcito haces todo bien ❤️”. Y siempre, siempre se escriben: “Te amo“.

Durante el mundial muchxs feministas, putos, tortas y otrxs queers pasamos de despreciar el fútbol a seguir fanáticamente los partidos y participar en los festejos. Todxs hablamos de cuál de los jugadores está más bueno y a quién le daríamos. De eso también vi hablar varios hombres heterosexuales.

Pero la tendencia se nota más allá de lo sexual. En un tuit viralizado una chica cuenta de un choque de autos que vió justo después de la final. Los dos conductores se bajaron, y en vez de agarrarse a las piñas se abrazaron. Vi varios videos en las redes donde pibes chiquitos futboleros, notablemente inspirados por la selección, hablan con vulnerabilidad sobre sus emociones: miedo, gratitud, pertenencia, ilusiones.

¿Será esto el principio del fin del machismo argentino?

Santa Bazzano, la del semáforo de La Plata, dice:

– La lucha tiene mucho cuerpo y a veces una se lastima, pero tenemos que vizibilizarnos e ir ocupando esos lugares. No pude no salir a festejar. La calle es mía y la copa también.


*Kinga Sanden es periodista sueca radicada en Buenos Aires.

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