“Mi lucha no termina acá“. Las palabras de Laura Moreira a la salida de Tribunales Penales fueron recibidas por las organizaciones y el colectivo trans que aguardaba bajo la lluvia la resolución del tribunal en la causa por el transfemicidio de Cynthia Moreira.
Minutos antes, la Sala IV de la Cámara Penal, integrada por las juezas Wendy Kassar y María Fernanda Bahler y el juez Emilio Páez de la Torre, resolvió absolver a Ramón Soria, único imputado por el crimen, luego de que la fiscalía y la querella retiraran la acusación.
Durante sus alegatos, la fiscal Marta Jerez de Rivadeneira, quien mantuvo una actitud pasiva durante todo el juicio sin interrogar a las testigos, sostuvo que se había tratado de “una pérdida de tiempo” ya que no existían pruebas de la culpabilidad de Soria.
La investigación del fiscal Arnoldo Suasnabar inició con la posibilidad de que haya un trasfondo de narcotráfico. Con la intervención de la Justicia federal, se realizaron nueve allanamientos en diferentes propiedades de los Díaz y en la casa de Soria donde se encontró evidencias que lo incriminaba. Suasnabar dio un abrupto viraje hacia la culpabilidad de este último y solicitó la elevación a juicio que llegó cuatro años más tarde.
Pero esas pruebas no eran consistentes y la fiscalía desestimó a otras personas que podrían haber sido investigadas. Jerez de Rivadeneira pidió la absolución de Soria y solicitó que se remita nuevamente a la Fiscalía Conclusional de Homicidios, a cargo de Mariano Fernández, para que se continúe investigando.
Por su parte, la querella representada por el abogado Carlos Garmendia, si bien coincidió con la fiscal en cuanto a que no existían pruebas suficientes, señaló que el debate permitió exponer el contexto de vulnerabilidad en el que vive el colectivo travesti trans de Tucumán.
“Por esta sala, en estos días han transitado diversas testigos que pertenecen al colectivo trans. De los relatos de ellas podemos rescatar el contexto de vulnerabilidad y, en particular, el contexto de vulnerabilidad que también tenía Cynthia, a pesar de que ella tenía una ventaja, que en general no la tiene el resto del colectivo: el acompañamiento de su familia. A pesar de ello, cayó en el mundo de la prostitución, y el destino final de Cynthia tiene que ver con ese mundo, con esa vulnerabilidad y con el lugar en el que la sociedad coloca a las personas trans. El lugar de exclusión absoluta”, afirmó Garmendia quien también fue querellante en el juicio por el transfemicidio de Alejandra la Pawer Benitez.
Desde un primer momento, la familia Moreira realizó una enorme tarea para aportar datos a la investigación y poder encontrar certezas sobre lo que sucedió con Cynthia. Realizaron innumerables marchas, se solidarizaron con familiares de otras víctimas, acompañaron sus luchas, imprimieron banderas, remeras, carteles. Durante el juicio, sus tres hermanas, su hermano varón y su padre estuvieron presentes en cada audiencia. Su madre murió a comienzos de 2022 sin haber encontrado justicia por el asesinato de su hija.
Cynthia fue vista por última vez en el Parque 9 de Julio, en el mismo parque que meses antes había sido asesinada Ayelén Gómez. De noche, esa parte de la ciudad se transforma en la zona roja. Todas las testigos que pasaron por el tribunal conocen los códigos para sobrevivir a la violencia policial, a la violencia narco, a la violencia de la noche.
Para la querella, la línea de investigación que se debe profundizar es la vinculada a un posible robo de drogas a narcos en el que habrían incurrido Cynthia y Maia Amaya, quien fue testigo en el juicio y la última persona que la vio con vida. En su alegato, Garmendia también solicitó que se la investigue por falso testimonio. En tres oportunidades, fue protagonista de careos con otras mujeres trans que sostenían haberla visto junto a Cynthia en el Parque y en la esquina de Crisóstomo y Moreno. Ella mantuvo siempre la misma postura: dijo haberla visto por última vez el 14 de febrero cerca de las 23hs cuando se fue de su casa.
“¿Qué pasó con la instrucción? El fiscal Suasnabar interrumpió anticipadamente la investigación. Probablemente se quiso sacar de encima esta causa, y mandarla a juicio. Pero la plataforma fáctica deja en claro que lo que le sucedió a Cynthia fue por más de una persona”, afirmó el abogado en sus alegatos. Cynthia estuvo desaparecida durante siete días. Su cuerpo fue hallado en una vivienda abandonada de Barrio Sur. Estaba desmembrado y calcinado en tres bolsas de consorcio.
Si bien para la querella Soria está vinculado al Clan Díaz, no sería el principal responsable del crimen. “Tenemos elementos suficientes para devolver este expedientes a la Fiscalía de Instrucción Conclusional para que con todo lo producido en este debate pueda continuar la investigación y encontrar a los responsables del atroz asesinato de Cynthia Moreira. El Clan Díaz no está exento de investigación”.
Investigar sin perspectiva
El caso de Cynthia no puede leerse como un caso aislado. Narra una historia colectiva que se sitúa en el marco de un entramado histórico de violencia social, patriarcal, institucional y de vulnerabilidad estructural que afecta al colectivo trans en general.
No es novedad que el Ministerio Público Fiscal de Tucumán carece de perspectiva de género para realizar investigaciones vinculadas a crímenes contra el colectivo travesti trans.
Esta negligencia ha sido señalada en el juicio por el transfemicidio de Ayelén Gómez, que terminó con una condena de 9 años por juicio abreviado, y en el de Alejandra la Pawer Benitez, donde el único imputado Ricardo Puenzo, fue absuelto. Este último fallo fue anulado y en octubre se realizará un nuevo proceso.
Desde la organización de derechos humanos Andhes preparan un Protocolo de Investigación para Transfemicidios, Travesticidios y Transhomicidios. “La perspectiva de género pretende la plena realización del principio de igualdad y no discriminación. Su incorporación en los procesos judiciales es fundamental para lograr una intervención eficaz, respetuosa de derechos y un correcto análisis de contexto. Por eso es fundamental una nueva justicia que aborde estas discriminaciones y violencias como fenómenos estructurales y sistemáticos, y no como hechos aislados” afirman desde la organización.
