La semana pasada se promulgó en Argentina la Ley Olimpia, la norma que aborda los delitos que violen la intimidad sexual de las personas a través de medios digitales y la difusión sin consentimiento de cualquier contenido privado, además de incluir los discursos de odio, contenidos sexistas, acoso y espionaje, entre otros. En este sentido, protege los derechos y bienes digitales, así como el acceso, permanencia y desenvolvimiento en el ámbito digital.
“La gente está empezando a entender la importancia que tiene el ámbito virtual sobre la vida de las personas”, expresó Eliana Sotelo, una de las impulsoras del proyecto en Argentina.
La ley lleva el nombre de la activista mexicana Olimpia Coral Melo, víctima de la difusión de imágenes íntimas que se convirtió en un ícono de la lucha contra la violencia digital en América Latina al impulsar leyes que condenen este delito.
La historia de Eliana es similar. También fue víctima de la difusión de imágenes íntimas a través de grupos de Telegram. La sanción de esta ley implica para ella reparación y justicia. “Normalmente cuando una es viralizada, se queda callada por miedo, vergüenza o falta de contención, que fueron todas esas cosas que me pasaron a mí. Esto me salvó. Sé que es algo que tengo que seguir hablando, pero no me dio tiempo para deprimirme, me sacó de la cama, me sacó de la vergüenza, de todo los malos pensamientos y me puso a hacer. A monitorear grupos de telegram, a hablar con víctimas, a organizarnos, hacer zooms, a tratar de contactar diputados, senadores, a salir a la calle”, cuenta sobre su proceso personal que se transformó en colectivo y político.
Además, explica que con este logro también obtiene Justicia. “Mi agresor no va a pagar nada, no es que voy a poder hacer algo, porque lo que a mí me pasó fue en el 2021. Pero con el simple hecho de que sepan que yo logré conseguir esto, que logré conseguir que se tipifique como una violencia en la Ley de Protección Integral de la Mujer, para mí es una forma de sanar”.
La ley se aprobó por unanimidad tanto en la Cámara Alta, como en la Baja. “Ley Olimpia Argentina no tiene partido, es algo autónomo, somos nosotras que ponemos nuestra plata nuestro tiempo, nuestras ganas, nuestro cuerpo para que salga. Ahora lo que faltaría es la Ley Belén. Si bien en México Ley Olimpia es una sola Ley, acá nos pareció correcto que sea en un homenaje a una víctima fatal de violencia digital”.
La ley Belén lleva ese nombre en homenaje a Belén San Román, una policía de la localidad bonaerense de Bragado que se quitó la vida el 30 de noviembre del 2020, por la extorsión de videos íntimos de parte de un preso y por la acción institucional de la Policía Bonaerense que en vez de ayudarla como víctima la investigó como responsable en asuntos internos.
La ley Belén está trabada en la Comisión de Legislación Penal de la Cámara de Diputados y es fundamental para que la lucha contra la violencia digital no sea solo simbólica sino para que también se pueda penalizar a los responsables y partícipes de grabar, difundir o compartir imágenes privadas de mujeres y niñas. Esta norma establecería que se aplique prisión de tres meses a dos años y multas a quien “por cualquier medio, sin autorización de la víctima o mediando engaño, videograbe, audiograbe, fotografíe, filme o elabore, documentos con contenidos de desnudez, naturaleza sexual o representaciones sexuales explícitas”.
“Vamos a seguir insistiendo, luchando y hablando de este tema porque así como ya se reconoce como violencia, es importante penalizar esa violencia para que lo dejen de hacer, para que entiendan que está mal que lo hagan“, sentencia Sotelo.
Cuando Eliana contó su historia en Instagram lo hice para descargarse. “No podía creer que no se considere violencia. Después cuando me empezaron a escribir muchas chicas que le pasa lo mismo que a mí, cuando empecé a contactar víctimas de los grupos de telegram para decirles lo que estaba pasando, se fue haciendo cada vez más grande”.
Hace pocos meses, en Tucumán fue noticia la existencia de un grupo de Telegram, “Los Magios”, a través del cual hombres circulaban imágenes de mujeres sin su consentimiento. La noticia fue rápidamente viral ya que ese grupo nucleaba a más de 15.000 personas, compartían fotos de sus novias, hermanas, menores de edad, e incluso difundían información sensible como dónde trabajaban o estudiaban las víctimas.
“Siempre voy a estar agradecida con todas las chicas que hablaron, que dieron su testimonio, con Olimpia por haberse puesto la causa al hombro, al punto de viajar por sus propios medios a Argentina, y también a la diputada Mónica Macha y todos los asesores, que nos dieron ese paso que necesitábamos al Congreso y fue la primera que me escuchó. También a todos los diputados y senadores que nos ayudaron en esa sesión maratónica que fue hasta las 4 de la mañana en el Senado, y a la ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad, Ayelén Mazzina. Se dieron cuenta que la violencia digital es importante, que arruina vidas y que lo virtual es real”, finalizó la activista.
