Juana Molina: entre poesías, loops y ritmos experimentales

Consagrada mundialmente en el género “folktrónica” y experimental, Juana Molina llega por primera vez a Tucumán en el marco de una gira por el NOA para presentar su último trabajo, “Halo”. En esta entrevista cuenta a La Nota un poco de su disco, sus proyectos futuros y el contexto social y político.

“Nunca me habían invitado a venir”. Así de simple es la respuesta con la que Juana cierra el interrogante sobre porqué tras tantos años de carrera nunca había pasado por esta región. La artista, que ha tenido una gran repercusión en países como Japón o Alemania, durante 2019 estará girando por varias provincias de Argentina.

Este fin de semana el placer será del NOA y ella confirma: “estoy muy contenta, porque además no conozco”.

Halo es un disco muy esperado, salió cuatro años después de Wed 21, el penúltimo trabajo de Juana Molina. Las canciones de Halo tienen una identidad única, construidas entre loops, ritmos infrecuentes y melodías casi oníricas. “La idea de grabarlo así (en Bs As y en Texas) fue una propuesta de mi ingeniero de sonido, Eduardo Bergallo; un día estaba en el estudio de él, ya había grabado bastantes canciones de ese disco y estábamos hablando de la posibilidad de tocar en un lugar y poder hacer ruido sin molestar a nadie, porque a veces, cuando estoy grabando, hay cosas que me contengo porque no quiero que me oigan, y él me dijo, `vayamos a tal estudio y ahí lo grabamos bien´, me parecía una locura, pero finalmente arreglamos y fue una experiencia muy distinta, sobre todo porque yo estoy muy acostumbrada a trabajar sola y de golpe me llevaron bastantes días acostumbrarme a grabar, inspirarme o componer con otras personas presentes. La primera semana me costó un poco adaptarme, pero después me fui aflojando. El lugar era divino, en medio del desierto, totalmente acustizado.”, cuenta Juana sobre el proceso de grabación y composición del trabajo viene a presentar en Tucumán.

Para este show, Juana Molina viene en formato trío, acompañada por Odín Schwartz y Pablo González, quienes vienen acompañando a la artista desde hace algunos años en batería, teclado, guitarra, bajo, entre otros instrumentos que van surgiendo a lo largo del recorrido musical de Molina en sus shows en vivo.

Si bien, la banda ha tocado en todo tipo de escenarios, como anticipo del show en el Teatro Alberdi Juana confiesa: “cuando la gente está sentada siento que tengo que hacer un poco más de esfuerzo, como que voy yo llevando el carro. Cuando la gente está parada siento que me llevan a mí; pero la verdad, aunque sea súper estrecho, careta o frío, igual se arma”.

Ser música en la Argentina de hoy

Al ser consultada por la expansiva ola feminista que se está haciendo masiva en las mujeres músicas y disidentes de Argentina, Juana responde: “Creo que la música, las artes o las ciencias, ni nada tienen que ver con el género, por ejemplo el otro día le dieron el premio nobel a una matemática y ella dijo que le molestaba que se refieran a ella como `la mujer matemática´, porque si fuera un hombre no harían la aclaración. Pero, si bien pienso que la música esta muchísimo más allá del género, creo que el sistema en el que nos manejamos nos obliga hacer este tipo de cosas, porque hay prejuicios, pre-conceptos e ideas que están muy arraigadas y que parecen naturales. Hasta hace muy poco una banda de chicos era elegida por sobre una de chicas solo por ser varones, era algo muy instalado, ni siquiera sé si consciente. Entonces, a ese sistema tan instalado creo que hay que romperlo de algún modo. Por más que a mí me parece que la música no tiene que tener géneros, si creo que es injusto lo que nos vino pasando hasta ahora”.

La realidad económica y política tampoco es ajena a la vida de quienes viven de las artes, en ese sentido la artista se refirió al momento particular del país. “Reconozco que soy un poco ermitaña y estoy ensimismada. Los hechos en argentina, ni los buenos ni los malos me afectan al momento de componer, porque lo que hago es más íntimo que político. Igual me parece horrorosa la situación, es un desastre y me duelen mucho las cosas irreversibles que hacen por ejemplo aquí en la ciudad de Buenos Aires. En los shows también se ve menos gente, pero en mi caso, como mi público es más bien joven, hago shows con entradas baratas, yo prefiero que haya 200 personas a 50 pesos que 50 personas a 200 pesos. Yo quiero que la gente vaya”, sostuvo.

Como es de esperar de un público fiel y expectante a las nuevas producciones de la artista, las preguntas sobre nuevos proyectos están en el aire. Sin embargo, Juana anticipa que el segundo semestre de este año será un momento para empezar a “hacer y pensar” un nuevo álbum. “Tengo otros proyectos más sueltos, como un documental y una colaboración con Matías Aguayo bastante experimental y abstracta, tengo muchas tareas pendientes, creo nunca estuve tan dispersa”.

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