En esta entrevista charlamos con Mario Ramírez, actor y autor de la obra de teatro “Nuestra Escuela”. El espectáculo se estrenará este sábado 4 de Mayo a las 21hs en la Sala Juan Tríbulo del Teatro Alberdi (Jujuy 94).
“Nuestra Escuela” promete un viaje a las vivencias escolares, como se cuentan esas memorias de infancias?
– Son vivencias de las infancias y de los adultos y adultas que transitamos las escuelas. Esas vivencias están contadas con la dinámica inspiradora del teatro, ciertamente con humor, pero con responsabilidad, amor y esperanza. No es una caricatura denigrante de nuestros defectos, es más bien un autorretrato en el que tratamos de ser optimistas sin abandonar el realismo.
Cuales son aquellas cosas de la escuela que no han cambiado hasta el día de hoy? Crees que siguen vigentes los viejos paradigmas?
– No cambia la centralidad de la escuela en la formación de la ciudadanía ¿Quién no pasa por la escuela?¿Quién no la sufre o la goza?
A pesar de esa centralidad inapelable, los paradigmas se han quebrado irremediablemente. Eso en sí mismo no es bueno ni malo. Los grandes avances o grandes retrocesos en la historia de la humanidad se han dado así. El punto es que hoy tenemos la posibilidad nosotros de ser parte de la construcción de los nuevos paradigmas. Es nuestro tiempo. La reflexión es indispensable. Deseamos colaborar humildemente desde el arte con esta reflexión.
Tenes una vasta trayectoria en el teatro. como te sienta el rol de dramaturgo además del de actor?
– Si bien llevo muchos años trabajando en el teatro, lo de vasto me queda grande. He tenido el honor de ser acompañado por mi maestro, Leonardo Goloboff, en la composición final del texto. Si un dejo de vastedad tiene mi experiencia, es la sombra generosa de mi maestro que sigue a mi lado.
Como si esto fuera poco, Carlos Alsina supo impulsar con claridad y humildad (que fue tan grande como su saber) a este texto cuando era un proyecto. En fin, me siento bien acompañado como dramaturgo, así que me sienta muy bien.
Cómo se conforma el elenco y que creés que le aporta cada unx al espectáculo?
– El elenco es el triunfo de la persistencia. Es el equipo con el que vengo trabajando desde hace más de diez años con incorporaciones extraordinarias. Es decir que es un grupo que se conoce, que comparte códigos teatrales pero tiene la frescura y vitalidad de los nuevos integrantes.
De los viejos elencos de “Amor de músico” y “La Margarita” con Beto López, Leandro Ortega más la directora María José Stefani formamos un bloque de viejos conocidos. Luciana Torres se incorpora con una capacidad y energía extraordinarias. Patxi Salas, por otro lado, admirada y talentosísima compañera, nos llena de honor al decidir retornar a la actuación de teatro en esta obra después de varios años. Finalmente actuando, produciendo y gestando cada decisión importante en este proyecto, Sebastián Torasso, que hace su debut en el teatro haciendo gala de una inteligencia y una capacidad de trabajo asombrosa.
Alrededor de este núcleo trabaja un equipo de artistas que descollan en sus áreas: Santiago Guaraz es nuestro asistente de direción, la escenografía está a cargo de Sofía Seidán, la gráfica de Pablo Correa Senestrari, Fotos y video de Martín Chebaia, edición y arreglos musicales a cargo de Gustavo Lago y cierra el equipo de producción con Martín Royano y Eva Leone. La música es de Mariano Sappia.
Por qué el público tiene que ir a ver “Nuestra Escuela”?
– Porque el teatro sigue brindando humanidad a la humanidad.
Cuando parece que todo está condenado a perderse en el éter virtual de las redes sociales, el teatro nos da la oportunidad de una experiencia única e irrepetible en cada función. Eso en general. En particular deberían venir a ver Nuestra Escuela para reír, emocionarse, indignarse y construir esperanza junto con nosotros.
Poder hacer teatro y poder hablar de estos temas en los tiempos que vivimos, ya es un motivo suficiente como para tener esperanza.
