El teatro independiente llega al Mercedes Sosa

El próximo domingo 16 de mayo, a las 21hs, se presenta la obra “Chicos Católicos, Apostólicos y Romanos”  Elenco Tucumán con una única función y con una nueva incorporación.

“Esta obra está perseguida por el éxito desde su inicio”, afirma Erique Kikín Díaz, uno de los protagonistas de “Chicos Católicos”, obra que se presentará en el Teatro Mercedes Sosa el próximo domingo 16 de mayo, a las 21hs, con una única función y con una nueva incorporación al elenco. Las entradas se pueden adquirir online en este link.

A la obra conformada por Guido Guerrero, Beto López, Emanuel Rodríguez y Kikín Díaz se suma el actor Pablo Campisi en lugar de Gabriel Carreras, quien se encuentra viviendo en España desde 2020. Dirigen Belén Mercado y Sebastián Fernandez y la producción está a cargo de Agu Doz Costa.

Cada función de la primera temporada de Chicos Católicos agotó localidades, cosechando más de 4.000 espectadores y espectadoras. “Cuando estrenamos en el Centro Cultural Virla, cuando todavía nadie había visto la obra, se agotaron las localidades antes de que tenga relieve mediático la obra”, relata Díaz.

La obra también llegó al Teatro Alberdi e incluso una función en el Teatro San Martín. A pesar de haber transitado presiones y amenazas de algunos pocos fundamentalistas que quisieron censurar la obra por su contenido en tono de comedia con temáticas religiosas, y de que por ello se les cerraran algunas puertas, otras se abrieron.

La Universidad Nacional de Tucumán apareció como un lugar para garantizar que estas voces sigan siendo escuchadas. Chicos Católicos tuvo funciones en el Aula Magna de la Facultad de Derecho y el Espacio Cultural de Filosofía y Letras.

Las agresiones y los ataques que recibieron fueron superadas con lo que la gente les devolvió al final de cada función, en el aplauso, en el agradecimiento. “Si bien la obra en cuanto a su discurso es crítico y muy irónico, satiriza muchas situaciones que tienen que ver con la infancia, con la educación religiosa, creo que siempre hay que tratar de que existan estos discursos, no tratar de acallar a las voces que no nos gustan, sino que puedan existir, y sobre todo entendiendo que es ficción y que es una manera de mirar el mundo”, explica el actor.

Sobre esta función, el actor afirma que “tenemos muchas expectativas. Vamos a ponerle el cuerpo y el alma a esta función. Es histórico que el teatro independiente llegue a la sala más grande de Tucumán y nosotros también queremos entrar en esa historia de la mejor manera”.

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El sueño del Teatro Mercedes Sosa

“Siempre hemos soñado con estar en un teatro y que más gente que pueda disfrutar la obra. Después de que se suspendiera el estreno que estaba previsto para el 16 de abril de 2020, por la pandemia, en el 2021 decidimos soñar en grande”, contó el actor.

Fue así que decidieron preguntar en el Teatro Mercedes Sosa que cuenta con una capacidad total de más de 1.500 personas. El este teatro fue recuperado por la provincia en 2014 y se transformó en un ente autárquico. Desde su inicio su cartelera ha estado marcada por un contenido comercial y foráneo, priorizando espectáculos de Buenos Aires.

“El teatro independiente nunca ha tenido mucho lugar en esa sala tan emblemática y tan representativa para los tucumanos, ya que está frente a la plaza principal, frente a la Casa de Gobierno, un lugar tan central y tan poco habitado por la gente que hace teatro acá hace años”, sostiene Díaz.

Cumpliendo los protocolos, la sala estará habilitada en un 30% de su capacidad. “Esta medida nos limita, pero permite que las actividades artísticas y los espacios culturales y los teatros estén abiertos, algo que durante el 2020 no ha sido posible. Para nosotros ya es un montón poder actuar, poder tener un teatro abierto donde la gente pueda pagar una entrada e ir a ver un espectáculo”.

Desafíos

“El desafío para nosotros como actores y como grupo en este contexto tan difícil de pandemia ha sido decidir hacer esta función sin saber lo que puede llegar a pasar. También para nosotros es distinto volver a ensayar esta obra que tiene un reemplazo. Además, ensayar con protocolo es algo que nunca nos hubiéramos imaginado. Usamos el barbijo todo el tiempo, tratamos de hacerlo en lugares al aire libre, hemos ensayado en distintos espacios abiertos y si no lugares que están ventilados porque sabemos que el teatro es una responsabilidad no sólo hacerlo, sino también nosotros tenemos que estar bien para poder hacer esa función”, cuenta Kikín sobre lo que representó para ellos convertir este sueño en realidad.

Los protocolos en los teatros son estrictos y eso los convierte en espacios seguros. Se respeta el distanciamiento entre butacas, se exige el uso del barbijo durante toda la función, se organizan los ingresos y los egresos para evitar amontonamiento. “Es un espacio donde la gente puede ir tranquila porque a diferencia de otros rubros se está sentado con distanciamiento, durante la duración de la función, no tenés interacción, ni diálogo con el resto del público ni con los actores. Entonces es mucho más seguro incluso que sentarse en un bar y sacarte el barbijo”, comenta el actor.

Ser artista en pandemia

El 2020 ha sido un año duro para los artistas, porque la pandemia ha paralizado nuestra actividad. Hemos virado hacia los medios virtuales, hacia otras opciones, pero para los teatreros, para les artistas que siempre están en un escenario y están acostumbrados a estar con la gente, a escuchar la respiración, a ver, a escuchar la risa, el aplauso o lo que está pasando en la platea, perder eso ha sido muy fuerte”. A pesar de que se realizaron diferentes actividades artísticas, como la iniciativa de la Veredita Cultural en Pangea, los escenarios se mantuvieron vacíos durante todo el 2020. Recién el 15 de enero de 2021 se habilitaron algunas salas y de a poco se fueron retomando algunas actividades.

Poder reencontrarte con el público creo que es algo maravilloso. Uno de mis discursos durante 2020 ha sido decirle a la gente, a los espectadores, que por más que consumamos todo en la pantalla y todo virtual, nosotros los artistas y las artistas y los músicos, las músicas, todos los que hacemos arte en vivo, seguimos acá. Espérennos a que podamos salir, a que podamos abrir un espacio, porque ahí vamos a estar y esperamos que ustedes también, el público, esté ahí para acompañarnos cuando nos toque volver. Es mucha emoción, encontrarse con un público”, cuenta Kikín.

“Los teatreros siempre decimos que el teatro es un acto de fe, porque la gente paga una entrada y entra a un lugar y se sienta y va a ver algo que tal vez no ha visto, algo desconocido. Entonces ese acto de fe, tiene una magia y una mística que es única del teatro y que es irreemplazable. Así que estamos muy felices de poder volver a actuar”, agrega.

“Yo espero encontrarme con una sala colmada, obviamente con protocolo, pero una sala colmada de gente. Gente que está viviendo como nosotros tiempos difíciles, pero que, aun así, y a pesar de todo, elige ir al teatro, elige apoyar artistas locales y pasar un buen momento, divertirse. Y si de paso, pueden llevarse la mirada crítica que propone Chicos Católicos, creo que nosotros ya nos podemos dar por satisfechos”, finaliza Kikín.

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