Circularon por Whatsapp audios de mujeres que se oponen a que se incluyan interrogantes sobre la ESI en las evaluaciones oficiales. A pesar de lo que afirman, las preguntas que forman parte del cuadernillo utilizado este año no fueron personales ni íntimas. Por Lucía Martínez para Chequeado.
En los últimos días circularon por Whatsapp audios de mujeres que se oponían a que se interrogara a los estudiantes sobre Educación Sexual Integral (ESI) en el marco de las pruebas Aprender 2018. Sin embargo, a pesar de lo que ellas dijeron, las preguntas que formaron parte del cuadernillo oficial utilizado este año no fueron personales ni íntimas sino que se consultó si los contenidos de la ESI fueron dados en sus escuelas y, además, se buscó saber de qué fuentes los chicos reciben información sobre estos temas.
El 18 de octubre último, el Ministerio de Educación nacional realizó las pruebas Aprender en todas las escuelas primarias del país para los alumnos de sexto año. Los principales temas de evaluación fueron “Lengua” y “Matemática”, pero además se incluyó un cuadernillo de evaluación sobre la “Educación Sexual Integral”.
En uno de los audios que circuló por Whatsapp, una mujer que se identificó como una docente de Matemáticas de un colegio confesional dijo que las preguntas fueron “muy personales, muy invasivas, muy fuera de lugar para los niños de 11 y 12 años”. Otra mujer llamó a los padres a decirles a sus hijos que no respondan ese cuestionario.
Según el cuadernillo oficial de las pruebas Aprender, las preguntas para los estudiantes fueron cuatro y en formato multiple choice. En primer lugar, se les consultó a los chicos si en su escuela les hablaron de temas que forman parte de los lineamientos curriculares de la ESI, como el cuidado del cuerpo y la salud, los métodos de prevención del embarazo y enfermedades de transmisión sexual, y cómo evitar el abuso sexual, entre otros.
En segundo lugar, se les preguntó a los alumnos con quiénes hablan más sobre esos temas, ya sea en el ámbito familiar o en la escuela. Los chicos también tuvieron la opción de decir que no discutían sobre estos temas con nadie.
En la pregunta siguiente se les consultó sobre qué temas de la currícula les gustaría tener más información. Y, por último, les preguntaron si buscan información o conversan sobre estos temas en internet. En ningún caso los chicos se identificaron, ya que la evaluación es anónima, ni se los cuestionó sobre su propia sexualidad.
El objetivo de esta consulta fue “evaluar, como en otras dimensiones, el grado del cumplimiento de una ley que rige desde hace más de diez años”, indicaron a Chequeado desde el área de Comunicación del Ministerio de Educación nacional.
En esta misma línea se evaluó a directores y docentes, a quienes se les preguntó si la ESI se imparte en sus respectivas escuelas como también si fueron capacitados en sus contenidos, entre otros temas.
La Ley de Educación Sexual Integral se sancionó en 2006 y es obligatoria en todos los jardines de infantes, colegios primarios y secundarios del país. Desde su creación, su efectiva implementación enfrentó varias barreras: problemas presupuestarios y falta de capacitación docente, como se señaló en esta nota, y también la resistencia cultural de distintos grupos y sectores a llevar estos contenidos a las aulas.
En septiembre último, en un plenario de comisiones en la Cámara de Diputados de la Nación, obtuvo dictamen un proyecto de reforma de la ESI que tiene como objetivo reforzar la obligatoriedad de que estos contenidos sean impartidos en las escuelas de todo el país, además de que siempre tengan una perspectiva laica y científica. Entre otros puntos, ordena declarar la ley de “orden público” y elimina la posibilidad de que cada escuela adapte los contenidos a su “ideario institucional”.
En las pruebas Aprender 2017, los estudiantes del último año de la secundaria respondieron que el principal tema que la escuela no aborda y debería hacerlo es la “Educación sexual”.
