Cande Nicolosi fue una se las retratas para el proyecto fotográfico de “Hinchas Reales Cuerpas Reales“.
En el Día de la Visibilidad Trans, les comparto la historia de Cande Nicolosi jugadora de Hockey en Atlético Tucumán, ella fue una de las retretas para el proyecto fotográfico de “Cuerpas Reales, Hinchas reales”.
“Me llamo Candela Nicolosi, tengo 55 años, nací en el 65, así que en el tiempo del 78, 79 tenía entre 13 y 14 años donde pasé la peor de las épocas militares, porque mi condición sexual diferente la tomaban como una enfermedad y eso generaba una represión espantosa. Sufrí detenciones siendo menor de edad en la brigada de investigaciones de Tucumán donde nos ponían con varones presos por otras causas y nos abusaban sexualmente tanto presos como policías. Cuando tuve diecisiete años tomé la decisión de irme a Buenos Aires pensando que era diferente y no llegó a ser para nada diferente, porque la democracia recién la conocí en el 2012, ya que los mismos policías y la misma repartición de los militares quedaron de la dictadura. Así que la represión era igual o quizá peor, porque acá te tenían detenida por lo menos 24, 48 horas, quizá una semana. Y en Buenos Aires cumplías 21 días de arresto por tener una identidad diferente. Yo nací intersexual y me registraron como varón, luego con los años cambie de identidad. Así que me siento totalmente identificada como mujer en mi género. Lo mismo me considero en la agrupación una chica trans.
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Fue difícil para todas nosotras, porque tanto en el tiempo de los militares como en la democracia, no nos dieron la oportunidad de poder tener estudios, no nos permitían acceder a la salud, ni conseguir trabajo. A pesar de todo eso, nosotras nos fuimos criando y viendo un mundo como de fantasía, no nos quedó otra que recurrir a la prostitución que nos generaba el ingreso del techo, comida y para ayudar a nuestras familias. Hoy en día las sobrevivientes trans de la última dictadura cívica militar estamos tratando de que el Estado se haga responsable de una reparación histórica por nuestro sufrimiento y por no habernos dado la oportunidad del de ser alguien, de poder tener una vida digna como nos merecíamos y como nos merecemos ahora. Y si nos ponemos a ver y a contar, somos alrededor del 30 por ciento del 100 por ciento que quedamos vivas. El 70 por ciento ya no está. Fallecieron por diferentes motivos, pero ya no están en nuestras vidas, ya no van a poder disfrutar, pero así se comieron los garrotazos y si se comieron las cárceles solo hecho por ser diferentes. Me refiero a ser trans y tener un género que no elegimos venir a sufrir.
Elegimos querer ser lo que somos. Y es el objetivo de la lucha, de la lucha, de seguir. De continuar y de no bajar los brazos para seguir una vida lo más normal posible. No tenemos rencor, pero si queremos nuestros derechos. Los saludo atentamente. Un beso a todas, a todos y espero que esto les sirva como referencia de una sobreviviente. Quiero agradecer enormemente a las chicas que se tuvieron que exiliar y toda la agrupación de las sobrevivientes que están desparramadas por toda la Argentina“.
Matilde Terán, es tucumana y tiene 31 años. Su historia personal la llevo a hacer fotografía documental y periodística, con una mirada de derechos humanos, feminismo, disidencias, cultura popular y movimientos sociales.