De Tucumán a París: una conversación con Adrián Sosa, el último ganador del Premio Braque

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“Mi mundo es mi historia familiar, un legado rural sublime signado por una estética precaria, mágica y violenta. Esta tradición me retiene con pautas, actitudes y vínculos. Mi obra es testimonio de quien soy, la reafirmación de mi identidad como acción liberadora, por medio de elementos y acciones cotidianas que me niego a perder. Mis piezas añoran el pasado, anhelan el agua y la tierra”. De esta manera define su trabajo el artista monterizo Adrián Sosa, quien actualmente se encuentra en París, después de haber ganado en el 2023 el prestigioso Premio Braque, convirtiéndose en el segundo artista tucumano en ganar este premio, después de Víctor Quiroga

Adrián Sosa nació un 25 de julio de 1994 en la ciudad de Monteros, provincia de Tucumán. Se recibió de licenciado en Artes Plásticas en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Tucumán y en los últimos años su obra logró gran visibilidad a nivel nacional. Entre otras cosas, en el 2020 fue merecedor del segundo lugar en el 11° premio Itaú con su obra Casa; durante el 2022 participó de la residencia NARA en Villa de Leyva Colombia, ese mismo año recibió un premio regional en el concurso de artes visuales del FNA y el año pasado ganó el prestigioso Premio Braque, gracias al cual se encuentra actualmente residiendo en la Cité Internationale Des Arts (ciudad internacional de las artes) en París, Francia.

El premio Braque, que toma el nombre del artista francés cubista Georges Braque, da cuenta de una larga relación cultural existente entre nuestro país y Francia: instaurado en 1963 por la embajada de Francia en Argentina, discontinuado en 1998 y retomado por la UNTREF en el 2013, es uno de los premios más antiguos y prestigiosos, el único que ofrece un vínculo internacional otorgándole al ganador una estadía en París. El premio no se maneja como un concurso abierto, sino que los y las artistas que participan son convocados por un equipo de curadores elegidos. Desde el año 2013 el premio cuenta con la organización de la Universidad Nacional Tres de Febrero (UNTREF) y su museo (MUNTREF), en asociación con el Institut Français d’Argentine. En el 2023, a 60 años de su primera edición, se contó con la participación del centro cultural 104 de París, el jurado estuvo integrado por José Manuel Gonçalvez, Marie José Burnichon, Aníbal Jozami y Marie Orensanz y el equipo de curadores fueron Clarissa Appendino, Eugenia Garay Basualdo, Carlos Herrera y Diana Wechsler, como coordinadora. 

Adrián Sosa fue convocado por la curadora Garay Basualdo, con quien trabajó para presentar la obra Cuando lo profundo está cerca, Video performance de dos canales con sonido abierto, filmada en Famaillá y Santa Lucía, Adrián contó con un equipo técnico conformado por Alina Bardavid y Luciano Angulo en las cámaras, Diego Auad en el drone, Martín Ale en el sonido, y Constanza Pernifotti en la postproducción. En Cuando lo profundo está cerca observamos a Adrián esparcir harina, por un lado, y cemento por otro lado en la ruta, la imagen se divide en dos: a la derecha Adrián con palmeras y a la izquierda Adrián con el cerro de fondo. Los dos videos se van sincronizando y una vez que los materiales están dispuestos, autos manejados por amigos del artista cruzan la ruta levantando densas nubes que llegan a cubrir momentáneamente toda la pantalla, para dispersarse al final y dejar ver nuevamente la figura del artista. Esta imagen, nubes de polvo o humo esparciéndose en el espacio, ya aparece en obras previas del artista, como en la performance Tierra Baldía, que realizó junto a Walter Tolaba en el año 2017; y en Ensayos de nube, video-performance del 2019.  Materiales de la construcción, como el cemento y paisajes como la ruta y el cañaveral, forman parte del universo de la obra de Adrián, que reflexiona sobre el trabajo rural en nuestra provincia. Artista que creció en una familia dedicada al trabajo de campo, utiliza su realidad cotidiana para su trabajo artístico, además de tener una verdulería, que es el sustento de su familia.  

Inmediatamente después de haber ganado el premio Braque, Adrián comenzó la campaña “De Monteros a París” para recaudar fondos y poder pagar los pasajes de su pareja Yanet y su hijo Ulises, con el objetivo de que puedan viajar y permanecer con él en París durante los cuatro meses que dura la residencia. Finalmente, y después de mucho esfuerzo, Adrián se encuentra con su familia en el continente europeo desde el mes de enero, donde permanecerán hasta abril. Desde La Nota nos pusimos en contacto con Adrián, quien accedió a conversar sobre su obra, el premio y la residencia donde está trabajando actualmente en París.  

La Nota: ¿Cómo fue el trabajo realizado con Eugenia Garay Basualdo en la realización de “lo profundo está cerca”?

Adrián Sosa: Fue muy lindo, disfruté mucho del proceso. Recuerdo que estaba en ARTEBA en el 2022 cuando Eugenia me contacta por primera vez, yo no sabía quién era ella, ella me conoce por el premio ITAU, que participé en el 2020 con la obra Casa, ella vio ahí mi trabajo y le gustó mucho. Cuando me contacta no entendía por dónde iba, me dijo que me iba a dar una noticia importante pero que tenía que esperar y yo quedé muy confundido, no sabía cuál era la noticia, y como una semana después me contactaron desde la universidad Tres de Febrero que es la que organiza el premio y me dan la noticia. Ahí averigüé, tampoco conocía el premio la verdad y me pareció genial, increíble toda la historia, todos los artistas que participaron, la oportunidad de ganar la residencia, pero eso era más lejano. Me interesaba la posibilidad de la muestra en Buenos Aires, en el MUNTREF, un lugar tan importante. Eugenia me explica cómo fue la selección, la UNTREF seleccionó a tres curadores, entre ellos Eugenia, estos tres curadores postularon quince artistas cada uno y después ese grupo se redujo a quince artistas en total. Yo quedé en el grupo como artista postulado por Eugenia. Se les informa a estos artistas, los artistas aceptan participar y postulamos un proyecto de obra inédito para la muestra y cada curador hace una tutela, un seguimiento del proceso de cada artista que postuló.

Yo tenía pensada esta idea hace un tiempo, me interesaba la imagen de nube, ya sea de humo o de polvo, me parecía muy interesante, muy sensual y tratar de manipularla. En casa de piedra hice Ensayos de nube, donde disparaba cemento, pero el germen realmente está en Tierra baldía con Walter, hicimos ese trabajo en El Pasaje, una gran nube que copó toda la sala, y de ahí me quedé yo con el material, el cemento. La imagen se me había presentado en la realidad, yo volvía de comprar la fruta del mercado y por la autopista a lo lejos noté una nube sobre el camino, como una neblina, que no entendía a qué se debía, y veía que los autos frenaban un poco cuando pasaban, y cuando llego veo que una camioneta había tirado bolsas de harina y cuando pasaban los autos por ahí levantaban ese polvo. Me gustó mucho la imagen, la idea y pensé que podría pasar si multiplicaba la cantidad de material sobre el asfalto, que tan densa podría ser esa nube. Me parecía una idea muy complicada de hacer. En diciembre del 2022 terminamos de acordar con Eugenia y tenía hasta finales de febrero o marzo para ya tener realizada la obra, me parecía poco tiempo porque había que hacer muchas gestiones, pero era lo que más me interesaba en el momento así que quise apostar a lo que quería, no tenía idea del resultado así que era arriesgado. Eugenia me apoyó, me dijo que era una idea muy potente y comenzamos juntos a intercambiar mensajes durante el mes de enero. 

Premio Braque nota

LN: ¿Las gestiones eran al respecto de cortar la ruta para realizar la obra?

A.S.: Si, yo por ejemplo me fui con la camioneta a una ruta que consideraba poco transitaba e hice ahí unas montañas de harina y de cemento y pasaba yo mismo con la camioneta, Yanet me filmaba para ver cómo se comportaba el material, como que hice unas pruebas y me gustaba cada vez más la idea. Lo más difícil de la cuestión era eso, cómo hacerlo con el menor riesgo posible. Empecé a tocar puertas a algunos políticos o les preguntaba a amigos “mira, tengo esta idea, ¿a quién puedo ir a hablar?” y así fui de un lado a otro. Recuerdo haber presentado la idea a varias personas y les parecía una locura, en un principio quería cortar la autopista. También yo iba y volvía por la autopista al MERCOFRUT y todo el tiempo la miraba y no hay un horario en que no haya tráfico. Después la idea fue variando para ver más posibilidades, conseguí ayuda de Enrique Orellana de Famaillá, que me pareció genial porque yo quería concentrarme en la acción y no estar preocupado porque alguien aparezca. En Famaillá pusieron guardia urbana, policías. Estuvo mucho más cuidado. Al no poder ser en la autopista que tiene dos sentidos se dividió la idea, yo a todo esto lo iba hablando con Eugenia, pasaron a ser dos videos, en dos puntos diferentes que se iban a reproducir al mismo tiempo. Ese cambio de la idea fue muy interesante porque tuve que barajar otras posibilidades, se iban a ver dos imágenes al mismo tiempo que se iban a tener que complementar. Armé un grupo muy piola, primero me iban a filmar unos chicos de monteros, yo ya había trabajado con ellos antes, pero a último momento no iban a estar en las fechas que venía pensando y entonces buscando di con Alina Bardavid, que la sumo a Conti, yo me sumergí un poco en el mundo del audiovisual, ellas me enseñaron mucho y definimos que íbamos a necesitar sonidista. Nunca había usado un grupo tan grande con funciones específicas en una video performance. 

LN: Eso quería preguntarte, aunque últimamente vos venías trabajando con video performance ¿Cómo te decidiste por ese lenguaje y cómo sentís esta obra en relación con el resto de tus obras?

A.S.: Esta obra tuvo una producción más importante, y tiene que ver mucho con esta influencia de Eugenia. Eugenia viene del cine y ella me eligió a mí por un video y le pareció que tenía cosas muy interesantes y pensó indicado seguir por este lenguaje. Me sumaba mucho a las ideas de cómo filmar, me daba muchos datos, conversábamos mucho para hacer el texto, me pasó material, películas, autores para ver. Yo en ese momento también me había encontrado con un libro Había mucha neblina o humo o no sé qué de Rivera Garza, que es una escritora mexicana, en el libro ella habla de Juan Rulfo, el escritor de Pedro Páramo y hace un análisis, lo menciono porque para mí fue importante, de la vida de Juan Rulfo, que era un trabajador común y tiene semejantes obras literarias y de foto. El libro Empieza a analizar de qué trabajó, con qué personas se cruzó y las cosas que influyeron para que resulten los dos libros que tiene. Era muy interesante cómo llega la modernidad a México y Rulfo trabajaba en unas empresas que son de fabricación de ruedas de auto primero y después en una empresa de turismo, la idea de Rivera Garza es cómo Rulfo está en medio de la modernidad en México, como se empieza a expandir la idea de utilizar los automóviles para hacer turismo. Yo lo vinculaba a eso con Cuando lo profundo está cerca, con la idea del pavimento, como llega hasta los rincones de la provincia de Tucumán, hasta donde comienza el monte y vinculan los pueblos. 

LN: La mayoría de tus obras se enmarcan en tu universo familiar, y específicamente el paisaje del cañaveral, quería pedirte que me contes sobre cómo aparece ese universo en tu obra y cómo se dieron tus procesos creativos.

A.S.: Lo empiezo a descubrir en el taller C, cuando empezamos a indagar, a hacer cruces y a generar las primeras piezas, en ese proceso tan lindo con Marcos (Marcos Figueroa), es genial porque muchos llegamos al taller sin mucha noción de qué es lo que realmente queremos decir y ahí se aclara bastante el panorama y lo fui descubriendo ahí, con las primeras piezas cuando empezas a notar cuáles con los hilos que las conectan, los temas frecuentes que mencionas y aparecía mucho eso, aparecían las herramientas, al mismo tiempo iba con las materias teóricas, iba descubriendo algunos textos sobre la historia de Tucumán, que tampoco sabía mucho en ese momento porque en la escuela secundaria casi no se habla. Mis papás tampoco lo mencionan a pesar de que ellos han vivido eso, lo fui descubriendo y lo fui usando. Así llego al trabajo rural, me empiezo a dar cuenta de que si yo no estudio a qué me iba a dedicar, a qué se dedicaron mis papás, mis tíos, mis primos. Estaba en ese tránsito cuando con Yanet nos enteramos de que íbamos a ser papás, fue algo también super fuerte y muy similar a lo que le pasó a mi mamá que me tuvo muy joven y tuvo que empezar a trabajar en el trabajo doméstico o el limón. Todo esto influyó directamente en mi trabajo. 

LN: Sobre la residencia en París, ¿en qué consiste tu estadía en la residencia y cómo es el vínculo con los demás artistas que residen ahí?

A.D.: La institución se llama La Ciudad Internacional de las Artes, que es un centro de residencias, es uno de los centros más grandes del mundo, en la actualidad hay más de trescientos residentes de todas partes del mundo, tiene dos sedes aquí en parís, ahora estoy en Le Marais al lado del Sena. Es genial, imagínate convivir con tantos creadores, es un ambiente muy lindo. El choque más fuerte para nosotros es el idioma, nunca tuvimos esta experiencia de ser extranjeros y no hablamos Francés. Aquí en la cité todos se comunican en inglés porque son de muchos países diferentes, yo no manejo el inglés ni el francés. Pero ahí vamos, hacemos contacto con latinos, hay gente aquí en Francia que habla español, nosotros estamos aprendiendo Francés. En la residencia lanzan talleres y vos podes sumarte, ahora estoy yendo a uno de expresión corporal de experimentación con el cuerpo, soy el único que habla español y me hice compa de una chica de España y de otra que me traduce algunas cosas, por momentos pienso que yo estoy aprendiendo el doble que el resto. Estoy haciendo muchos amigos que por ahí nos manejamos con el traductor, más allá de eso, hay muchas actividades, la cité todos los fines de semana lanza el plan de la semana, hay talleres, actividades para salir a conocer espacios expositivos. Y todos los miércoles, te podes anotar para hacer un estudio abierto, me sorprendió la magnitud que tiene el evento, la cité abre todas sus puertas de entrada y llega mucha gente de afuera a recorrer, ver y conocer a los artistas que están en la cité y para mí, que estoy aquí adentro, me parece super conectarme con ellos, ver sus procesos, de dónde vienen, en qué están trabajando, cómo es que están trabajando en una ciudad donde también son extranjeros. Ese espacio de los talleres abiertos es fundamental para compartir y conocer gente. 

LN: ¿Fuiste con algún proyecto en específico para trabajar en la residencia?

A.S.: Si, me pedían que presente un proyecto, no es que hay que seguirlo al pie de la letra. El proyecto también es por el lado audiovisual, quiero hacer unos videos cortos, después de Cuando lo profundo está cerca y más acá que no voy a tener mucho equipo. Decidí hacer algunos videos breves, sin tanta producción, acciones sencillas, por la ciudad o dentro de la cité. Ya estoy hace un poco más de treinta días, ya hice algunas pruebas, seguro voy a abrir el taller un poco más adelante cuando tenga cosas más avanzadas. Estoy indagando, visitando muestras, algunos artistas argentinos que viven aquí en París, algunos hicieron la Cité y se quedaron y viendo cómo se manejan en este circuito que es muy grande. 

LN: ¿Cómo te sentís como artista tucumano al haber ganado este reconocimiento, este premio que tiene tanta trayectoria, obtenido por muchos artistas muy relevantes en la historia del arte argentino? ¿Cómo sentís que esta experiencia va a contribuir a tu carrera?

A.S.: Según entiendo, soy el segundo Tucumano, después de Tito Quiroga, es un re honor. En abril fue lo del Braque, que me nombraron ganador, fue una de las experiencias más fuertes, fue increíble. Por cómo se dio todo, como disfruté del proceso de la obra, lo que me costó, no fue fácil. Disfruté también la semana que conviví con los otros artistas que estaban participando y todos querían ganarlo, algunos eran artistas más renombrados y eso sumaba de valor al premio, todos querían ganarlo porque sabían de su importancia y me sentía cada vez más honrado de estar ahí, y después de eso que nombren ganadora a la obra… estuve muy feliz. Todo lo que pasó después, las notas en medios nacionales, tengo que agradecer un montón, todos los chicos que manejan los autos son amigos míos, que dejaron de trabajar, dejaron de hacer sus cosas para ir a ayudarme a mí gratis, porque yo no les podía pagar, y pusieron el cuerpo y su tiempo y es muy valioso, después contarles que ese trabajo dio un fruto increíble para mi carrera. Después vinieron todos los meses de la campaña de Monteros a París que fue una experiencia también increíble. Mucha gente nos ayudó y estamos aquí, colmados de satisfacciones. Llegué aquí y se abrió otro panorama, empiezo a conocer otros artistas jóvenes que están en muestras, están trabajando con ciertas galerías, ciertos espacios y empiezo a ver cómo trabajan ellos, cuáles son sus aspiraciones y se abre muchísimo la cancha. Tuve la posibilidad hace un par de semanas de participar en una muestra en el centro cultural 104, que es un centro cultural muy grande y sus eventos también son de esa magnitud, una buena cantidad de gente visita la muestra, es gratuita y estoy con otros artistas que son muy grosos, que tienen muchos más años de carrera y está muy bueno conocerlos. 

LN: La última pregunta está relacionada a lo que ya mencionaste sobre la campaña de Monteros a París, que finalmente pudieron viajar Yanet y Ulises ¿Cómo está siendo la experiencia de haber podido viajar con tu familia? 

A.S.: Ulises cumple siete años mañana (14 de febrero), así que poder estar con él, sabiendo que mañana es un día importante, me permite concentrarme en el trabajo, estar tranquilo sabiendo que él está aquí conmigo y con Yanet. Ese era mi discurso para tratar de convencer a la gente que nos podía ayudar, decirles que necesito que estén conmigo. Estamos muy contentos porque no fue fácil, mucho tiempo estuvimos al límite de no llegar, lo que pasó en el país el año pasado, todo cambiaba de un momento a otro, mucha gente me decía que era un año complicado por ser año de elecciones y que no podían ayudarme. Y así toqué todas las puertas que podía, hicimos por ejemplo un bingo y vendimos muy poco, trabajábamos un montón y había gente que nos ayudaba y ponía su esfuerzo. Te agotaba mental y físicamente y costaba seguir, después aparecía alguien de la nada y quería colaborar y así, con muchos vaivenes, pero lo logramos. A Yanet y Ulises también los sumo a los proyectos, el plan es trabajar como un colectivo, me interesa mucho la visión de Uli, aparte de que es una experiencia increíble para él también. Ulises está yendo a la escuela, está compartiendo con niños que hablan en otro idioma. A mí me interesa mucho como mira un niño el ambiente del arte, como mira una obra de arte, así que lo estoy utilizando para reflexionar y hacer análisis. Llegamos a la torre Eiffel hace no mucho, porque no habíamos ido, y nos quedamos mirando un buen rato, Uli mira dos segundos y ya está en otra cosa, entramos a Museos y por ahí te tira algún dato sobre lo que le parece alguna obra, y esta bueno, me interesa esa investigación también. 

Link a la página de Adrián: https://www.sosaadrian.com/ 

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