Condenaron a un ex funcionario judicial por abuso sexual en el ámbito laboral

Mistretta

Este viernes, el Tribunal Oral Federal de Tucumán, presidido por los jueces de Cámara Dres. Carlos Enrique Jimenez Montilla, Enrique Lilljedhal y por la Dra. María Noel Costa, condenaron a Edmundo Mistretta por abuso sexual simple.

Mistretta, quien se desempeñaba como Jefe de Despacho de la Secretaría Electoral de Juzgado Federal N° 1 de Tucumán, fue denunciado por dos hechos de abuso sexual que sucedieron en el ámbito del Poder Judicial Federal de Tucumán. La denuncia fue realizada en 2015, y si bien se abrió un sumario administrativo en aquel momento, Mistretta llegó a jubilarse antes de que las acciones penales en su contra pudieran avanzar.

El tribunal declaró que “los hechos del presente caso constituyen actos discriminatorios en contra de la mujer, cometidos en un contexto de violencia de género”, y condenó a Edmundo Mistretta como autor penalmente responsable del delito de abuso sexual simple a la pena de cuatro años de prisión. Además, deberá realizar el curso “Programa de capacitación en materia de perspectiva de género en políticas de prevención, sanción y eliminación de violencia en contra de la mujer”.

Durante el debate oral, otras mujeres brindaron testimonios de situaciones de acoso, persecución, toqueteos, comentarios sexuales, e infinidad de situaciones que sucedían frente a los ojos de todos. Una de ellas iniciará nuevas acciones legales por los hechos vividos.

MLB fue la primera que se animó a denunciar en 2015, y luego se sumó MSR por hechos que sucedieron en 2013. Los testimonios de otras trabajadoras permitieron entender el clima de violencia laboral en el que estaban insertas especialmente las mujeres y cómo Mistretta actuaba bajo el silencio cómplice incluso de sus superiores.

La complicidad machista y patriarcal que permitió durante años perpetuar un espacio laboral inseguro y perjudicial para las mujeres en un ámbito estatal quedó reflejado en cada uno de los testimonios que tejieron las conductas abusivas exponiendo un gran mapa de impunidad. 

Ante este panorama, el tribunal también dictó medidas reparatorias del daño causado a las dos denunciantes. Se recomendó a la Cámara Federal de Apelaciones de Tucumán, la colocación de placas con la leyenda “Un ambiente violento de trabajo afecta el servicio de justicia. No a la violencia ni al acoso” y la capacitación del Juzgado Federal Electoral “a los fines de la reflexión y construcción conjunta de nuevas reglas de conducta o buenas prácticas en función del convenio 190 de la OIT a los fines de desalentar las conductas que habilitan un contexto de violencia hacia las mujeres”.

Como medida restaurativa, una de las jóvenes que debió renunciar a su trabajo luego del abuso, será reincorporada a una de las oficinas judiciales de la Cámara o del Tribunal Federal. 

En sus últimas palabras, MLB, que tenía 22 años cuando sucedieron los hechos dijo: “sentí mucha responsabilidad por mis compañeras que después de lo que sucedió pudieron contarlo y por las mujeres que no pudieron hacerlo en ese momento y que no quisieron escucharlas”.

“Me gustaría que las cosas cambien, me gustaría que las autoridades capaciten al personal, porque realmente lo que se vivió, lo que se vive actualmente, nos hace sentir muy vulnerables”, señaló.

Me frustraron un sueño que era trabajar y cumplir con mis obligaciones que para eso es lo que yo entré. Me conocen por lo que me pasó, por esta situación, pero yo nunca tuve la posibilidad de demostrar realmente a lo que había entrado en ese lugar, para cumplir mi labor que era trabajar”. Y manifestó que no se trata solo de Mistretta sino de todo un sistema que permite y habilita que estas cosas sucedan. 

“Me gustaría que todas las mujeres puedan tener la posibilidad de trabajar, tener un lugar digno de trabajo. Es lo único que nosotros pedimos”, finalizó en su última intervención.

En representación del Ministerio Público Fiscal,intervinieron el Fiscal General Pablo Camuña y la Fiscala Auxiliar Lucía Doz Costa. 

Desde el Sindicato de Trabajadores Judiciales (SITRAJU) acompañaron a las denunciantes y exigieron “un Poder Judicial libre de violencias”.

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