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Venezuela celebró sus elecciones el domingo 28 de julio con veedores internacionales que fiscalizaron el proceso. Se presentaron 10 candidatos pero la elección terminó polarizada entre el actual presidente Nicolás Maduro y Edmundo González Urrutia, ex embajador en Argentina en el gobierno de Hugo Chávez, que logró condensar los votos de la oposición. A las 12 de la noche (hora Venezuela) el Consejo Nacional Electoral con la palabra de su referente Elvis Amoroso, anunció una tendencia «irreversible» a favor de Nicolás Maduro con el 51,2% de los votos. Por su parte, Edmundo González Urrutia obtuvo el 44,2%, y otros candidatos reunieron el 4,6%.
En Venezuela, el voto es electrónico y las opciones de partidos con las fotos de los candidatos presidenciales aparecen en la pantalla de la urna. Los candidatos pueden repetirse, acompañando diferentes propuestas. El partido ganador de la última elección se encuentra en la primera opción arriba a la izquierda. Tras votar, la máquina entrega un comprobante que el elector debe revisar y depositar en una urna de cartón.
A diferencia de Argentina, el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela no da proyecciones ni encuestas. No se puede monitorear en vivo como sucede en nuestro sistema y solo se anunciaron los resultados cuando fueron definitivos o con una tendencia irreversible.
Al conocerse los resultados, el CNE y el líder de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas, a cargo de Padrino Lopez, apuntaron a que sufrieron un hackeo y ataques por eso se demoraron en brindar los resultados. El fiscal Tarek William Saab Halabi se encuentra investigando los actos de sabotaje.
Barbados y el factor María Corina
Como mencionamos, Edmundo González Urrutia logró condensar a una oposición que no se presentaba a elecciones hace tiempo. Detrás de este candidato se encuentra María Corina Machado, una política de derecha que no pudo presentarse como candidata.
Machado fue inhabilitada por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por haber “sido partícipe de la trama de corrupción orquestada por el usurpador Juan Guaidó (2019), que propició el bloqueo criminal a la República Bolivariana de Venezuela, así como también el despojo descarado de las empresas y riquezas del pueblo venezolano en el extranjero, con la complicidad de gobiernos corruptos”.
A pesar de ello, María Corina se convirtió en la vocera de la oposición. En mayo de este año, y por la grieta que vive la democracia en la tierra bolivariana, los diferentes actores políticos firmaron un acuerdo en Barbados que derivó en un compromiso de los candidatos en reconocer los resultados que anuncie el Consejo Nacional Electoral (CNE) el día de las elecciones. La oposición de González Urrutia y Machado fue el único espacio que no firmó el último acuerdo, por lo que el chavismo anticipaba que cantarían “fraude” si el resultado no les era favorable.
Y fue lo que sucedió. María Corina Machado presentó una página improvisada que se encuentra caída y donde se puede verificar las actas. Nicolás Maduro tiene “2.759.000 votos, y Edmundo González Urrutia, 6.275.000”, afirmó anoche. El chavismo tiene una base electoral que osciló entre los años de crisis y bloqueos de 7 millones a 5 millones aproximadamente. El número que arroja la oposición resulta sospechoso.
Gráfico medio La Base . España
La presión internacional en una democracia auditada
La noche del domingo, antes de que la CNE anunciara los resultados, en un acto del teatro de operaciones de los gobiernos críticos de Nicolás Maduro se orquestó una serie de tuits que fueron desde el presidente de Chile, Gabriel Boric, que señaló que “no reconoceremos ningún resultado que no sea verificable” hasta el ultraderechista de Javier Milei que dijo que la oposición había ganado y que las Fuerzas Armadas “debían intervenir”.
Milei, en un acto de infantilismo internacional y desconociendo la trama del proceso bolivariano y sus fuerzas armadas, esgrimió una injerencia en asuntos de un país que no es el suyo y que podría provocar, como así sucedió, hechos violentos en la embajada de Venezuela en Ciudad de Buenos Aires donde por la tarde la derecha nacional había hecho lo propio. La canciller Diana Mondino y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, hicieron una acto con la diáspora venezolana viviendo en Argentina y pidiendo por una “Venezuela Libre”. Imaginemos si el gobierno de Lula, Maduro o Boric hacían un acto así en las embajadas argentinas en las elecciones de agosto, octubre y noviembre. Estos posicionamientos provocaron que Venezuela retirara a su embajador de Argentina.
Entre los actores que se encuentran monitoreando el proceso electoral en Caracas, que aún no ha culminado porque falta la verificación de las actas, está el ex canciller Celso Amorim, asesor del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, que tuvo declaraciones moderadas y de mediación constante. Cabe recordar que Lula fue muy crítico con Maduro y en las últimas semanas le pidió que reconozca “el resultado de las urnas”.
Según afirma la agencia EFE , Amorin se reunió con Nicolás Maduro, quien le dijo que “entregará las actas (electorales) en los próximos días”.
Por su parte, la OEA en su tradición de apoyo a golpes de estado en América Latina, como en el 2019 en Bolivia, denunció que las presidenciales del domingo en Venezuela, en las que fue declarado vencedor el presidente Nicolás Maduro, sufrieron “la manipulación más aberrante”, señaló en un duro comunicado de la oficina de su secretario general Luis Almagro.
El presidente Manuel López Obrador de México se enteró en vivo y le contestó de inmediato: “¿Con qué fundamento la OEA sostiene que ganó el otro candidato, dónde están las pruebas?”. Además, “cuando fue el fraude en 2006 en México, no hubo pronunciamientos, ahora hay mucha propaganda sobre las elecciones en Venezuela”. México dando lecciones al mundo.
Entre las protestas y la violencia organizada
Este lunes, el presidente Nicolás Maduro, y luego del acto de festejo por el resultado de las elecciones, en un tono más moderado y de preocupación, brindó una cadena nacional para “mostrar” lo que en realidad estaba sucediendo en las calles de Venezuela. Según afirma el gobierno de Maduro hay protestas “organizadas” por grupos vandálicos financiados que atacaron lugares estratégicos del Estado y de la CNE.
Las imágenes que se mostraron en la televisión venezolana se puede ver a grupos de jóvenes asaltando sitios donde había “material electoral”. Además las protestas se dirigieron al aeropuerto internacional de Venezuela por donde volverían a sus países los veedores internacionales y periodistas.
“Desde anoche atacaron un centro electoral. Hoy trataron de acosar la CNE en varios lugares del país. Ellos no participaron desde las elecciones por la creencia en la democracia sino que la usaron para formar estos comanditos y articular grupos delincuenciales pagos para atacar objetivos e iniciar una escalada de violencia. Sin dudas, detrás de este plan están los gringos”, afirmó Maduro.
Lo cierto es que hay manifestantes opositores en la calle que llevan sus cacerolas y muestran un descontento con el resultado electoral, pero también hay grupos organizados que apuntaron a alcaldías y sitios estratégicos. El gobierno de Maduro intenta apagar los focos de conflicto. El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos Volker Türk dijo el martes que estaba “extremadamente preocupado” por las crecientes tensiones y violencia en Venezuela desde las elecciones.
Contexto internacional
Venezuela se encuentra asediada por más de 900 sanciones económicas por parte de Estados Unidos lo que provoca muchos problemas en la vida cotidiana del ciudadano que sufre el exilio de sus hijos y nietos (según ACNUR se calcula que 8 millones de venezolanos viven en el exterior) y que se ve apabullado por una inestabilidad económica desde el 2017. Sin embargo, en el último año la economía de Venezuela logró recuperarse, tanto que tiene menos inflación que Argentina y logró mayores inversiones con China y Rusia, países estratégicos en materia energética y de innovación tecnológica. Además logra sobrellevar la difícil situación de una economía bimonetaria entre el dólar y el bolívar.
Este miércoles será otro día clave donde puede agravarse la violencia política que dejó, hasta el momento que fue escrita esta nota, una decena de muertos por la violencia en las calles. O puede ser el día donde las actas mesa por mesa sean publicadas y calmen las aguas de una de las democracias más permeables a la injerencia norteamericana, no solamente por sus sanciones, sino por la cercanía de la oposición al gobierno norteamericano. El país de Simón Bolívar tiene una de las reservas de petróleo más grande del mundo, la tercera reserva de oro, parte de la amazonía y un mar caribe que lo rodea.
- En esta nota se intentan explicar procesos complejos de una cultura e historia política diferentes a la que vivimos en nuestro país. La tarea de los periodistas es defender la democracia en todo el mundo.