Claves de la ventilación cruzada: el método para evitar contagios en lugares cerrados

Los ambientes cerrados y sin ventilación son uno de los escenarios con mayor riesgo de contagio de coronavirus a través de la inhalación de los aerosoles, unas partículas muy pequeñas, invisibles. Ante el aumento de casos en todo el país y la llegada de la segunda ola, esta mañana, la Ministra de Salud Carla Vizzotti, recomendó la ventilación de los lugares. “Tiene que ser cruzada y constante. No es suficiente abrir la ventana un ratito. Tiene que haber corriente de aire, nos tiene que molestar, aunque haga frío y se vuelen los papeles”, dijo.

La ventilación constante en los ambientes es clave en la prevención del COVID-19. La misma debe ser cruzada para que el aire circule. Abrir puertas y ventanas de manera continua genera un flujo de aire permanente, sin que se acumulen aerosoles, por lo que es mejor que una apertura intermitente (como sería, por ejemplo, abrir 5 min. cada hora).

Es aconsejable utilizar ventiladores que incrementen la velocidad de intercambio del aire interior-exterior, evitando que genere flujo de aire directo entre las personas que están dentro del ambiente (siempre debe hacerse con ventanas y/o puertas abiertas).

Se desaconseja el uso de ozonificadores en ambientes interiores o la aplicación de ozono en “cabinas o túneles sanitizantes” dado que la exposición al ozono es perjudicial para la salud.

Los aires acondicionados tipo split no realizan un recambio de aire con el exterior, por lo tanto, las concentraciones de aerosoles pueden aumentar significativamente en ambientes climatizados por estos equipos. La única forma de lograr una dilución de aerosoles es permitiendo el ingreso de aire del exterior.

Una estrategia para evaluar de manera indirecta el grado de estanqueidad del aire interior es el monitoreo de CO2 (dióxido de carbono). Se recomienda aumentar la apertura de puertas y ventanas cuando el nivel de CO2 supere las 700 ppm (partes por millón de masa de aire).

Semanas atrás, el ministerio Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, lanzó la campaña “Ventilar” cuyo fin es concientizar sobre la importancia de la ventilación de los ambientes para evitar la propagación del COVID-19 por aerosoles y difundir el potencial uso de medidores de dióxido de carbono (CO2) como instrumento de apoyo para evaluar la correcta ventilación en espacios cerrados.

Además, se desarrolló sección web donde pueden consultarse consideraciones sobre la ventilación de ambientes y medición de CO2, recomendaciones para evitar la transmisión del COVID-19 por aerosoles o, incluso, un listado de empresas y emprendimientos locales que desarrollaron prototipos de medidores de CO2 y/o avanzaron en la etapa de escalado comercial del producto.

Recomendaciones para evitar la transmisión del COVID-19

La ventilación de ambientes debe ser acompañada por todas las recomendaciones sanitarias para evitar la propagación del virus, como ser el uso del barbijo, el lavado de manos y el distanciamiento social.

Cuando compartimos el espacio (interior o exterior) con personas con las que no se convive:

  • Usar barbijo o tapaboca casero de al menos 3 capas de tela, respirable con buen ajuste a toda la cara. (Ver uso correcto de barbijo)
  • Mantener la mayor distancia posible, como mínimo de 2 metros.
  • Evitar aglomeraciones.
  • Toser y estornudar en el pliegue del codo.
  • Trasladar las actividades, dentro de lo posible, al aire libre, sin olvidar el distanciamiento y el uso correcto del barbijo/tapabocas.

Además, en ambientes interiores:

  • Procurar que haya la menor cantidad de personas durante el menor tiempo posible. Se recomienda un aforo menor a 1 persona cada 2,25 a 4 m2 (con distancia entre ellas de 1,5-2 m).
  • Reducir la ocupación en los ambientes donde no se pueda aumentar la ventilación exterior.
  • Ventilar siempre, todo lo que sea posible, de manera continua. Las normas internacionales para salas comunes, residencias y aulas recomiendan el ingreso al ambiente de 12,5 litros / segundo de aire exterior por persona.
  • Abrir las puertas y ventanas exteriores, idealmente con ventilación cruzada (ventanas y puertas en lados opuestos) y de manera continua.
  • En escenarios de bajas temperaturas, para una correcta ventilación, mantener abiertas las ventanas como mínimo 5 cm de manera constante.
  • En el auto, abrir una ventanilla de adelante y una ventanilla de atrás, del lado contrario (por ejemplo, ventanilla derecha delantera y ventanilla izquierda trasera), por lo menos 5 cm.
  • En el colectivo, abrir como mínimo una ventanilla en la parte de adelante y otra en la parte de atrás, de lados opuestos.
  • Hacer funcionar los sistemas centrales de ventilación, calefacción o aire acondicionado en los edificios que exista. Los sistemas deben funcionar desde 2 horas antes con el mayor recambio de aire exterior y hasta 2 horas después de que se ocupe el edificio.
  • Utilizar extractores para remover el virus por desplazamiento del aire hacia el exterior.
  • Utilizar ventiladores que incrementen la velocidad de intercambio del aire interior-exterior con ventanas y/o puertas abiertas. Evitar ubicar los ventiladores de manera tal que puedan provocar que el aire contaminado fluya directamente de una persona a otra.
  • Flexibilizar los criterios de confort con el fin de obtener un máximo ingreso de aire exterior.
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