Mientras Tucumán nuevamente está en las noticias por el caso de abuso sexual que implica a cuatro jugadores de Vélez, este miércoles se realizará una nueva audiencia del juicio oral contra José Jorge Alperovich, exgobernador, político y empresario tucumano, acusado de nueve abusos sexuales por su sobrina a fines de 2019. Este proceso judicial, que inició el 5 de febrero, es mirado con atención en Argentina y a nivel internacional por ser un paso crucial en la búsqueda de justicia para las víctimas de abuso del poder político.
En la última jornada del debate oral en el tribunal N°29, a cargo del juez Juan María Ramos Padilla, se escuchó a la psicóloga del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación y a tres profesionales de la salud contratados por la defensa de Alperovich, como peritos de parte. Además se presentó una periodista como experta de género que fue desestimada por la falta de certificación y de conocimiento de la causa.
Mónica Masculino de Herrán dió a conocer los resultados y expuso cómo se aplicó la pericia psicológica a la denunciante, en junio de 2020. La perito del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia fue contundente en sus afirmaciones respecto a las técnicas usadas en su informe y aseguró: “Las verbalizaciones de la víctima son coherentes con la denuncia”. Como conclusión la profesional dijo que encontró en la joven, que en ese momento tenía 29 años, un cuadro de estrés postraumático. Estaban presentes “todos los indicadores específicos de agresión y de daño”, remarcó Herrán.
Además la perito oficial señaló en su informe que la condición de “indefensión aprendida” que experimentan muchas víctimas de violencia de género estaba presente en los dichos de la denunciante. Se da como un mecanismo de defensa ante el temor del dolor y de la repetición del daño. “Las mujeres sienten dolor, culpa y justifican la agresión con algunas conductas”, explicó la psicóloga ahora jubilada, ya que pasaron 4 años. “Si yo no me hubiera quedado parada, no me hubiera tocado”, recordó la perito sobre los testimonios de la denunciante al relatar uno de los abusos en el departamento del barrio porteño Puerto Madero.
Para la profesional, con el fin de no sentir dolor psíquico que le provocaron los abusos, la denunciante experimentó “una disociación externa, para lograr manejarse en un plano de pasividad, sumisión y búsqueda de perfección” en el ámbito laboral. Esto le permitió seguir adelante con su trabajo, que le “llevara tanto tiempo hacer la denuncia” y presentar “signos psicosomáticos”. Un hecho que profundizó el temor de la denunciante, según la psicóloga de la Corte, fue que al haber recurrido a una integrante del entorno político de José Alperovich no encontró ayuda. “Esto es así”, le habría contestado una mujer que se presentaba como una figura de autoridad del Senado, según los dichos de la denunciante.
La psicóloga además descartó que esa experiencia traumática fuera producto de la relación que en su momento mantuvo la joven con David Mizrahi, exconcejal. “No relató hechos de violencia, sí se había tratado de una relación complicada, con mucho control de él sobre ella, con rasgos patriarcales por parte de él”. La perito contradijo la versión presentada por la defensa y las testigos anteriores, Sara Alperovich y Beatriz Mirkin. “Puedo descartar que el abuso sexual haya sido por parte de Mizrahi”, contestó la psicóloga ante el largo interrogatorio de las partes.
Peritos de parte de la defensa
La defensa del ex gobernador tucumano a cargo de Augusto Garrido, del estudio jurídico del ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona, presentó diferentes profesionales de la salud mental, que presentaron algunos informes haciendo análisis sobre chats y fotografías de la denunciante presentes en el expediente de la causa.
El primero fue el psiquiatra forense Eduardo Espector, quien presentó un informe preliminar después de haber mantenido dos entrevistas de manera virtual con el imputado. “Una de las cosas que más sobresalió es que estaba en ese momento con un trastorno adaptativo con estado de ánimo ansioso a causa de la denuncia”, aseguró el médico. La pérdida de poder y la revelación de los dichos de la denunciante habrían causado en Alperovich problemas de estrés y signos de ansiedad. El psiquiatra explicó que, de acuerdo a su evaluación, el ex mandatario provincial no tenía “alteración de la sexualidad ni tampoco sobre los impulsos” y concluyó: “No tiene una personalidad que muestre necesidad de someter a otras”.
Luego testificaron dos psicólogas, una que estuvo presente en la pericia oficial y la otra que sacó conclusiones sin conocer a la denunciante y dijo haber supervisado el trabajo de su colega.
La primera de ella, Liliana Sedler afirmó que detectó la presencia de un trauma, pero no pudo detectar su origen. Basándose en los chats entre la ex colaboradora y la hija del imputado, Sara Alperovich, la especialista contestó que “los hechos denunciados como violación pueden producir estrés postraumático y es algo que no se notaba en este caso”.
Casi al concluir la audiencia que duró más de 7 horas, declaró Paula Sánchez Ayala, quien avaló el informe de Sedler, aunque aclaró que no había realizado ninguna entrevista a la denunciante, ni había realizado ningún test. Sus conclusiones fueron en base a los trabajos de otras profesionales y la lectura de la causa brindada por la defensa.
En la sexta audiencia de este juicio, se espera el testimonio de un empleado de la empresa tucumana que realizó la comunicación de la última campaña electoral de Alperovich en 2019. Por parte de la defensa estarán quienes fueran asesores y colaboradores de la familia Alperovich. También los políticos tucumanos Gastón Alberto Francisco Robles, que fue candidato a legislador e intendente por Monteros, y Gastón Exequiel Biagosch, delegado comunal de Cevil Redondo.
