El viernes había cerrado en $46,55. El riesgo país se mantiene estable en 860 puntos básicos.
Como se esperaba, el lunes post PASO el mercado abre con grandes presiones cambiarias, con un dólar que se llega a vender en los canales online de los bancos privados a $55 pero que se mantiene cerca de $51,50 en el Banco Nación. El viernes la cotización había cerrado a $46,47 en el segmento minorista.
Menos de media hora después de la apertura, a las 10 de la mañana, la divisa norteamericana se llegá a vender a $60 en algunos bancos privados y se dispara en el segmento mayorista.
Se espera la reacción del Banco Central, tanto subiendo la tasa de interés de las Leliq como interviniendo en el mercado cambiario ya que la divisa norteamericana superó el techo de la zona de referencia: $51,44. En este sentido, tiene la posibilidad de salir a vender dólares e intervenir directamente, herramienta que nunca utilizó desde que consiguió la autorización del FMI.
En el mercado de los bonos argentinos se evidencian caídas de entre el 15 y 20%, en un jornada que se espera movida pero que lejos de terminar hoy tiene un largo camino de cara a octubre y a diciembre. Por su parte, las acciones del banco Galicia en el NYSE se precipitan 38,38%; Pampa Energía 36%; y YPF 28,96%. Mercado Libre se sostiene un poco más con una baja de 7,26%.
Desde la oposición reclaman responsabilidad al oficialismo mantener la pax cambiaria y la estabilidad en los mercados.
Por otra parte, los coletazos electorales de las PASO todavía no afectaron al riesgo país, que abrió estable a 861 puntos básicos.
El riesgo país mide la diferencia que pagan los bonos del Tesoro de Estados Unidos contra las del resto de los países. Este cálculo lo realiza por intermedio de su índice EMBI, siendo específico para cada nación (EMBI Argentina en nuestro caso).
De esta manera, el índice mide la sobretasa que debe pagar un bono, en el caso argentino, frente al rendimiento de los títulos a 10 años que emite el Tesoro de los Estados Unidos (hoy en torno al 2,86%).
Si el riesgo país es alto puede repercutir además negativamente en la llegada de inversiones a largo plazo, clave para realizar obras. Además, complica las necesidades financieras de un país.