Prácticas y experiencias del aborto en la clandestinidad

Los datos fueron presentados por la abogada Luciana Sánchez, fundadora de la línea “Más información menos riesgos” en las comisiones del Senado que se encuentran debatiendo el Proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo.

Pionera en la lucha por el derecho al aborto en Argentina, la abogada Luciana Sánchez -quien además es querella de la familia de Romina Fernández, mujer que falleció en el Hospital Sanguinetti de Pilar en agosto de 2018, el mismo día el Senado rechazó el anterior proyecto IVE- expuso datos de la línea “Más información menos riesgos”, encargada de asistir a mujeres que querían realizarse o se habían realizado un aborto.

La linea “Más información menos riesgos” de Lesbianas y Feministas por la Descriminalización del Aborto funcionó entre agosto de 2009 hasta agosto del 2018. De allí se obtuvieron datos importantes para conocer cómo es la práctica del aborto en la clandestinidad.

“Cuando se prohíbe el aborto, se prohíbe también la circulación de ideas. Y esta circulación de ideas no se le prohíbe a cualquier sector, sino las personas con capacidad de gestar. Y a las mujeres se considera que por tener útero o por ser mujeres no debemos tener derecho a determinado tipo de conocimiento” argumentó Sanchéz.

“Más información menos riesgos” que hacía uso de las “recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre el uso del misprostol como método seguro para asegurar la salud sexual y reproductiva” llegó a asistir “a 5000 personas con capacidad de gestar cada año”, relata la abogada.

“Hablamos con casi todas. Más de una vez pudimos sistematizar una serie de prácticas y experiencias sobre las prácticas de la clandestinidad” agrega.

Datos relevantes sobre las personas que deciden interrumpir su embarazo

El primer dato que informa Sánchez es que a todas las que llamaban les preocupa lo mismo: abortar lo antes posible. “A nadie le gusta y nadie prefiere abortar un embarazo avanzado y todos, sin excepción, intentan abortar embarazos lo más temprano posible” explica.

Consideraciones generales

  • La mayoría de las mujeres que recurrieron a la línea llamaron antes de la semana 12 de gestación, incluso antes de la semana 9.
  • El 55% de las mujeres ya había usado las pastillas (misoprostol) antes de llamar.
  • Menos del 10% de quienes abortan lo hacen más allá de la semana 13 de embarazo.

Las personas que llamaron a la línea tenían diferentes etapas gestacionales:

  • El 61% tenía entre diez y doce semanas de embarazo;
  • El 24% entre 13 a 14 semanas;
  • El 11% entre 16 y 19 semanas
  • El 4% entre 20 o más semanas de embarazo

“El motivo por el cual llegaron a diez semanas o más tienen que ver con haber intentado abortar antes y no haberlo conseguido por información errónea, no haber logrado confirmar tempranamente el embarazo por motivos económicos, mala praxis y no haber podido encontrar información fehaciente” detalla la fundadora de la linea.

Para Sánchez, al igual que la posición del Ministerio de Salud, “las mujeres quedan excluidas de la posibilidad de un aborto seguro si no pueden pagar los precios informales del mercado”.

“La política es simple, se trata de confirmar el embarazo lo antes posible, de acceder a la información correcta y a los métodos seguros sin obstáculos, cuando la decisión es abortar. Todo lo que retrase la posibilidad de abortar va a ser que se produzca un embarazo avanzado, por lo tanto más riesgoso. Pero esto no va a evitar un aborto” concluye.

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