Murió Patricia Solorza, la mujer que estaba presa por abortar

Patricia Solorza, la quilmeña de 40 años, estaba detenida en U47 de José León Suárez y murió esposada en el Hospital de San Martín

Patricia Solorza, la quilmeña de 40 años, estaba detenida en U47 de José León Suárez, del Servicio Penitenciario Bonaerense. La causa que la tenía presa era “homicidio agravado por el vínculo”, por haber sufrido un aborto espontaneo.

Madre de dos hijos, fue detenida en el 2014 tras haber recibido un mal asesoramiento por parte de un abogada del Estado. La letrada le recomendó ir a un juicio abreviado y recibió una condena de ocho años.

Durante su estadía en prisión fue operada dos veces de la vesícula y contrajo una peritonitis, un virus intra-hospitalario y no recibió el tratamiento adecuado. Tal fue el abandono que la infección se agravó. Luego fue trasladada al hospital de San Martín donde, el 5 de agosto pasado, falleció esposada a la cama y con custodia.

Patricia no pudo despedirse de sus hijos: Alejandro –con retraso madurativo e hipoacúsico-, de 19 años, ni de su hija Victoria, de cinco.

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El grupo textil “Yo no fuí” del cual participaba Patricia en el Penal, publicó una triste carta en Facebook sobre la situación que vivía esta mujer: “Agonizó durante varios días después de tres operaciones de vesícula, murió luego de llegar a la guardia del hospital, con litros de pus en el estómago, porque su agonía empezó mucho antes”.

En tanto acusan al Centro Médico de la Unidad por “abandono de persona al no llevarle el apunte cuando pidió atención médica, cuando el juzgado no respondió sus escritos y cuando la defensoría no defendió sus derechos” detalla el grupo que acompañaba a Patricia.

El juez de Ejecución Penal del juzgado número 1 de Quilmes, Federico Merlino, había mandado un escrito al Complejo Penitenciario 47, donde explica de que al estar Patricia en coma inducido en terapia intensiva, “le quitaran las esposas que la sujetaban a la cama“.

El Servicio Penitenciario hizo caso omiso a esta exigencia de “dignidad humana” por parte del Juez. Además la Institución aclaró que, por protocolo, cuando un detenido está en un hospital se hace una doble guardia: un efectivo desarmado cerca del lugar y otro, más retirado, con arma.

Patricia Solorza era una reclusa con buena conducta que integraba el equipo de Rugby Las Espartanas y el taller de diseño textil mencionado. No se le otorgaron ningún beneficio como la prisión domiciliaria que pidió para cuidar de sus dos hijos.

Desde el momento desde antes de su detención, el mal asesoramiento de su abogada, las pocas garantías que le brindaron y la nula perspectiva de género estuvo ausente. Tanto que provocó que acabara en la cárcel.

Ya en prisión, el Sistema Penitenciario no hizo más que reducir al minimo su dignidad humana: con malos tratos en el sistema de salud y abandono de persona.

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