El jefe de Gabinete aseguró que el Ejecutivo “va a cumplir” su objetivo de reducir el déficit fiscal. “Ni la cuestión está en una crisis a veces tan terminal, como se quiere plantear, ni tampoco que está todo bien”, advirtió. Recesión inmobiliaria y en la venta de automotores.
En diálogo con radio Mitre, el jefe de los ministros indicó que la Argentina viene teniendo “un clima tormentoso, producto de varios factores externos”, entre los que mencionó la suba de tasas de los Estados Unidos, “una guerra comercial” de China con norteamérica, la suba del precio del petróleo y la sequía que afectó la producción y el nivel de exportaciones. Además, para Peña, el problema es que la Argentina es “un país muy acostumbrado a usar el dólar como termómetro de la situación económica”. “Reconocemos el momento y lo tomamos con la seriedad que corresponde y tomamos medidas como, por ejemplo, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional”, dijo.
Crisis cambiaria y recesión
La venta de autos y de motos, con preponderancia de los modelos importados, fue una de las luces verdes del modelo de Cambiemos y ahora quedó en jaque con la suba del dólar. Ayer se conoció que las ventas de autos cayeron en junio 18,2 por ciento en la comparación interanual y 17,2 frente a junio, mientras que el consumo de motos se redujo también en un 18,2 interanual y 36,1 mensual. El crédito hipotecario, otra fuente de actividad el año pasado, sufrió del mismo modo una dura contracción en junio, del 26,9 por ciento. Esos números se suman a otras situaciones negativas en los sectores industriales de la metalurgia, materiales de la construcción, medicamentos, siderurgia, textil, calzado, marroquinería y química. La inflación minorista y mayorista alcanzó nuevos máximos, especialmente en la canasta básica alimentaria. En este sentido, el jefe de Gabinete admitió que la economía no está tranquila, volvió a poner como meta la reducción del déficit, como único objetivo para intentar frenar las variables que demuestran no estar bajo control.