Desde la asunción de Javier Milei, el colectivo travesti trans ha sido blanco de ataques sistemáticos y retrocesos en materia de derechos. La derogación del decreto que garantizaba el cupo laboral travesti-trans, el vaciamiento de políticas públicas de inclusión, la amenaza a la Ley de Identidad de Género y la proliferación de discursos de odio profundizan la situación de vulnerabilidad de una comunidad que históricamente lucha por su derecho a existir.
En medio de este escenario hostil, las personas trans siguen encontrando en su identidad una fuente de alegría, resistencia y afirmación. En el marco del Día de la Visibilidad Trans, preguntamos: ¿Cuál es la alegría de ser trans?
Lihue Chore
“Vivir en libertad es fundamental porque significa poder existir sin miedo, sin discriminación y sin la necesidad de ocultar mi identidad. Es la posibilidad de ser quien realmente soy, sin que la sociedad me imponga reglas o expectativas que no encajan conmigo.
Es difícil vivir sintiendo que el mundo te obliga a ser alguien que no sos, solo porque no entienden o no aceptan nuestra identidad.
Poder vivir en libertad implica acceder a derechos básicos como la educación, el trabajo, la salud y el reconocimiento legal sin barreras ni prejuicios. También significa expresarse sin miedo a la violencia, el rechazo o la exclusión.

Para las personas trans, esto no siempre es fácil, ya que aún existen muchas barreras sociales, culturales y legales. Sin embargo, cuando se nos permite vivir en libertad, podemos desarrollar nuestro potencial, ser felices y contribuir a la sociedad plenamente, sin escondernos ni sufrir por ser quienes somos.
Expresarnos tal como somos nos da una profunda sensación de alivio y autenticidad. Negar la identidad de género de una persona trans es obligarla a vivir una mentira. En cambio, cuando se nos reconoce y respeta, podemos desarrollar una autoestima sana y un fuerte sentido de identidad.
La visibilidad es importante ya que ayuda a desafiar los prejuicios, normalizar nuestra existencia y crear espacios más seguros para las generaciones futuras”.
Caro Dumas
“Mi felicidad es un acto revolucionario, es libertad de ser quien soy sin restricciones ni miedo. Aunque a veces sí hay restricción y un poquito de mucho miedo. Yo no pido disculpas por existir y eso es felicidad. El miedo lo enfrento y si un día no puedo, tengo mis amigues que me sostienen con una red de amor. Soy la alegría que nace de la desobediencia.

Siempre fui quien soy, con el tiempo le puse nombre: persona trans.
Es esta existencia o ninguna. Elijo esta. Que conecta con todo lo positivo de la vida.
Las identidades no son negociables”.
Claudina Rukone
“¿Cuál es la alegría de ser travesti? Hay algo que reconocemos de forma tácita desde niñas, que es que formamos parte de una categoría impuesta por la sociedad que nos mostró que éramos diferentes. Pero me hizo entender ahora ya de grande lo que Lohana Berkins tan sabiamente decía, esa frase que decía ‘amo ser travesti y volvería a elegir ser travesti’. Y creo que en esas frases manifiesta un enorme sentimiento de aprendizajes, vivencias, luchas, amorosidad, empatía, compañerismo, pero sobre todo de libertad.

Esa libertad que nos representa y que es muy difícil de explicar. Porque es verdad que entendemos, aunque no compartimos, todas esas vivencias que reprimen socialmente esas normas, esos mandatos impuestos que hacen que la gente se desespere por encajar cumpliéndolas. Y que es también lo que hace que cuando nos miren desde la vereda del frente, nos rechacen.
Somos la libertad que mucha gente desea, eso es. Pero no pueden. Y como lo dijo la Susy Shock, reivindico mi derecho a ser un monstruo y que los otros sean lo normal”.