Jujuy | Abuso sexual en el Carnaval de Tilcara: la policía revictimiza a las denunciantes

El comisario Carlos Rodríguez, responsable de la seccional de Tilcara dijo que las víctimas estaban “en estado de ebriedad”, minimizando la gravedad de las situaciones.
(Matías Jovet)

Este fin de semana se presentaron dos denuncias por abuso sexual en la comisaría de Tilcara, por parte de una mujer de Tucumán y una joven que vive en la Quebrada. Ambas situaciones, de distinta manera,
pusieron de manifiesto una vez más la falta de políticas públicas integrales de prevención, contención y
atención de la violencia sexual en Carnaval.

El Submarino Jujuy señaló que el comisario Carlos Rodríguez, responsable de la seccional de Tilcara, confirmó dos casos por abuso sexual, pero se ocupó de aclarar que en ambos casos las víctimas estaban «en estado de ebriedad», minimizando la gravedad de las situaciones.

Acá resulta necesario aclarar que el hecho de que la víctima haya estado bajo efectos del alcohol y que el victimario también, no le quita de ninguna manera la responsabilidad al agresor. Los dichos como los de Rodriguez terminan calando hondo en las denunciantes o en las personas que no se animan a denunciar un hecho de violencia sexual por miedo de ser juzgadas.

El diario jujeño recuerda que Rodríguez apareció como jefe de la seccional de la localidad veraniega, luego que una manifestación en la plaza principal de Tilcara exigiera el desplazamiento de de Daniel Almazán, principal protagonista de un hecho de violencia institucional contra Daniel Redín, algunos días atrás.

Lo que demuestra que que no es un sólo efectivo al que le falta perspectiva de derechos, es a toda una institución.

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Policía de Jujuy

Las denuncias

Uno de los hechos ocurrió en inmediaciones del río Huasamayo, la joven es una tucumana que participó en el desentierro del Carnaval, el sábado 26.

Según dicta la denuncia el agresor se ofreció a acompañarla al camping donde se alojaba. En el camino ocurrió el hecho. También le robó la riñonera en la que llevaba dos celulares, dinero y documentos, y huyó.

La sobreviviente pidió ayuda a los efectivos policiales y fue atendida en el hospital Salvador Mazza. Allí se le proveyó del kit de emergencia, se la asistió y asesoró.

La segunda denuncia es de una chica menor de edad que vive en la zona. La menor no pudo brindar detalles de ataque y según Rodríguez “no están constatadas las lesiones en el parte médico”, por lo que habría dado a entender que no habrá investigación.

Que no haya investigación por falta de “lesiones” también implica un abordaje errado sobre el delito de abuso sexual, el testimonio de la victima ya es una prueba para investigar. Porque el manoseo, un beso y la acceso carnal sin consentimiento es un abuso.

Cuando hay alcohol de por medio se suele relativizar el consentimiento, pero hay que ser enfáticos en explicar que el consentimiento sexual se da libremente, sin presión, sin manipulación o sin la influencia de las drogas o el alcohol. Muchas veces el consumo de una victima es utilizada por el agresor para perpetrar esa violencia.

Los protocolos vigentes indican, taxativamente, que el relato del abuso es suficiente para iniciar una investigación y poner en marcha todas las acciones relacionadas con la atención y acompañamiento de la víctima.

¿Y el estado?

El gobierno provincial lanzó este año la campaña «Vivir un Carnaval libre de violencias, con el fin expreso
de «promover la inclusión y que este evento popular sea libre de agresiones». La titular del Consejo
Provincial de la Mujer, Alejandra Martínez, publicó en sus redes flyers y fotos con la consigna,

“En Carnaval no vale todo y muchos hechos de violencia ocurren durante estas celebraciones; por ello el
Estado y la sociedad civil debemos realizar un trabajo articulado para prevenir cualquier vulneración de
derechos”, afirmó la funcionaria.

En lo discursivo pareciera todo ejemplar, sin embargo en los días de carnaval no estuvieron abiertas las oficina de atención a víctimas de violencia de género; no se implementaron equipos especiales de atención, ni se reforzaron los que pudieran existir en los centros de salud.

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