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Juan Grande es abogado y Gestor Cultural, actualmente es Director de Extensión y Cultura en la Universidad de San Pablo Tucumán y Coordinador de la Licenciatura en Gestión de Entidades Culturales y de la Tecnicatura en Gestión Cultural. Desde hace más de 10 años que se dedica a la gestión cultural con experiencia en distintos ámbitos: público, privado e independiente. Desde La Nota conversamos con el especialista sobre el contexto actual, la cultura y cuál es el lugar que ocupa hoy en la agenda política.
¿Cómo podemos definir a la Gestión Cultural?
Mediante la Gestión Cultural podemos pensar en transformar la realidad de nuestros vecinos, de nuestra ciudad y de nuestra provincia ya que es una herramienta que nos da la posibilidad de intervenir en determinado territorio y proponer acciones concretas. Cuando hablamos desde esta perspectiva, estamos hablando de una gestión cultural que identifica necesidades culturales y trata de solucionarlas mediante proyectos culturales. La Gestión Cultural, en este sentido, se nutre de conocimientos de otras disciplinas para accionar, es por eso que se la entiende como un práctica que es transversal y “generalista”.
La Cultura nos atraviesa, somos cultura, lo que hacemos, decimos, cómo vestimos, cómo pensamos, nuestras leyes, todo eso es cultura. Es por eso que muy importante que existan funcionarios y funcionarias en todas las áreas de gobierno capacitados en gestión cultural, que entiendan el entramado cultural de nuestro territorio y accionen para su desarrollo, porque la forma de obrar del Estado, de un Estado que entiende a la cultura como un derecho va a ser a través de políticas culturales públicas. Hace falta en Tucumán, que el Estado planifique el desarrollo cultural y artístico, con planes de gobierno a corto, mediano y largo plazo.
La Gestión Cultural, que nació desde lo empírico ya es considerada una profesión. Acá en Tucumán, existe la Licenciatura en Gestión de Entidades Culturales en la Universidad de San Pablo Tucumán, la cual coordino en modalidad presencial y a distancia. Esta carrera surgió, justamente, de hacer una lectura de la necesidad que había en nuestra provincia de promover la formación y capacitación de profesionales en el área que pudieran diseñar políticas culturales y gestionar distintas entidades culturales con distintos fines.
¿Qué opinión te merecen las políticas culturales que se emplean en Tucumán ? ¿Y en San Miguel?
Creo que hubo un avance en materia de diseño de políticas culturales. El Ente de Cultura, como organismo público encargado de coordinar y ejecutar la política cultural de la provincia, en esta última gestión se ha mostrado más abierto a la comunidad artística y cultural local, eso es importante. Pasar de una política más de élite, a una más democrática es siempre un avance e incide directamente en ese desarrollo cultural que anhelamos todos los trabajadores de la cultura. Eso a grandes rasgos, tuvimos una pandemia en el medio de la última gestión, se trató de contener al sector con fomento de las actividades, que a mi parecer estuvo bien distribuido. Hoy tenemos la mayoría de los museos de la provincia cerrados por remodelaciones, ojalá se reabran pronto, se inauguró el tan esperado Centro Cultural Juan B. Terán también. Tener más espacios culturales con presupuesto y un plan de gestión es muy importante en una sociedad que crece exponencialmente como la nuestra. Hay proyectos fuera del Ente Cultural, como el Ingenio Cultural que depende del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia que es muy interesante.
En el municipio creo que hace falta analizar y diseñar un plan de gestión de un área de cultura que tiene que contener a muchísimos ciudadanos. Sin un plan estratégico que resuelva las necesidades culturales de todos los sectores de la ciudad, vamos a seguir hablando de cultura dentro de las cuatro avenidas y queriendo llevar “cultura” a la periferia, como si en la periferia no hubiera cultura. Eso es un concepto muy errado, creer que el organismo que decide sobre el desarrollo cultural de una comunidad, tenga que decidir qué es la cultura y eso llevarle a los que no la tienen. En todos lados se produce cultura, el Estado en sus distintas esferas tiene que identificar, mediante la lectura de estadísticas y estudios especializados, donde está ocurriendo qué manifestación artística o cultural y fomentar eso que sucede ahí mismo, mediante programas de fomento, subsidios, gestiones, dotarlo de herramientas para fortalecer esa expresión y a quienes la realizan para que pueda crecer y desarrollarse. Ahí hablamos de un Estado que piensa una política cultural que es democrática y que es inclusiva.
Es fundamental que exista un vínculo entre el Estado y la sociedad civil en la formulación de políticas culturales, sería muy importante que se cree un Observatorio Cultural Municipal que articule con universidades, entidades privadas, asociaciones y fundaciones y los agentes culturales. También sería súper enriquecedor que el Estado piense en fomentar la creación de públicos mediante programas en las escuelas de formación de espectadores.
¿Cómo te parece que se trata a la cultura y sus trabajadores en Tucumán?
Siempre el sector estuvo huérfano, son pocos los gestos que han intentado tener una relación que acerque la política a la cultura, sin que sea una estrategia proselitista, porque si nos ponemos a analizar el estado actual de la situación, vemos cómo se organizan reuniones con ciertos sectores, proyectos, y vemos muchas fotos. Pero el sector está muy acostumbrado a que luego de las elecciones, no pase nada y eso genera desconfianza y descreimiento. Tiene que haber un compromiso real con el sector y no solo con personalidades. Las políticas culturales tienen que dirigirse a fomentar la producción y el acceso a bienes culturales, se tienen que desarrollar pensando en quienes producen y quienes acceden a esos bienes. Con respecto a quienes producen, los trabajadores culturales, necesitan que se plasmen en la realidad – reconocimiento – y se amplíen sus derechos laborales y previsionales. Es necesario que se diseñen planes y programas, a corto, mediano y largo plazo, de fomento a la producción y al reconocimiento de esa producción como un trabajo. Es fundamental que existan Registros Públicos que se actualicen con frecuencia para generar datos y estadísticas que sirvan para generar políticas públicas certeras.
¿Podés identificar logros culturales tucumanos en los últimos años?
La creación de la Red de Espacios Culturales Independientes de Tucuman fue una iniciativa colectiva que se creó en 2018 con la intención de generar un espacio que reuniera a los gestores y gestoras de los ECI de la provincia, que pudiera intervenir en el diseño de políticas culturales específicas del sector. Se consolidó, hoy tiene alrededor de 80 ECI miembros a lo largo y ancho de la provincia. Logramos que se sancionen ordenanzas en SMT y YB para habilitación de los ECI y también una ley provincial que es la 9632, de fomento y protección de los ECI que hoy espera la reglamentación, que ojalá se de pronto.
La Lola Mora, TAVIT y la organización del colectivo LGBT para las marchas del orgullo y todo lo que rodea este evento, son grandes gestiones independientes que surgieron y se fortalecieron en los últimos años.
También me parece muy importante la creación de la Semana de las Artes Visuales de la provincia, porque era algo que no existía. El cine y el teatro tenían sus grandes eventos, las artes visuales lo necesitaban.
Es importante cuidar el patrimonio de nuestra provincia, la restauración y conservación de nuestros edificios históricos siempre será para reconocer y apoyar; y que se abran nuevos espacios: el Centro Cultural Juan B. Teran y la Casa de Mercedes Sosa.
Y como deseo y anhelo, es necesario que se cree un Museo de Arte Contemporáneo en nuestra provincia.