Eso que llaman plagio, es arte contemporáneo

Imagen de redit subida por Tonivan Blue y dos obras de Pecci Carou con la misma estética, en el medio la “Evita Ninja”, que forma parte de la muestra del Museo Evita

Hace pocos días en redes sociales se viralizó una acusación de plagio en contra de la obra “Banderas y Banderines” de la artista Fátima Pecci Carou. En esta obra la artista toma la estética de animé y las relaciona con la figura de Eva Perón. Desde La Nota dialogamos con la artista tucumana Sol Rodríguez Díaz sobre las prácticas del arte contemporáneo.

A primera  vista, para quienes no sabemos de arte y  vimos los parecidos entre ciertos dibujos y los cuadros de la artista, la referencia es innegable. Esa similitud que vemos ¿se puede llamar plagio?

Creo que no. Lo que ella está haciendo y por lo cual justamente se armó la discusión, es una práctica que se hace desde tiempos inmemoriales. Por ejemplo, una muestra que se da a principios del siglo XX es con Vincent van Gogh. 

El compró 800 estampas japonesas sin saber qué eran, pero le gustaba la manera de resolución pictórica que tenían las estampas japonesas, que eran líneas simples, muy marcadas, pero que  resolvieron una perspectiva de la forma en que los europeos no la estaban resolviendo.  Luego de comprarlas, en una estadía en el manicomio, en ese momento se llamaban así, se dedicó a copiarlas, a copiarlas y recuperar, a copiarlas casi obsesivamente. Y esas obras  hoy se venden como originales van Gogh, pero son copias fehacientes, son copias reales de las estampas japonesas. Entonces, una obra de van Gogh, por ejemplo,  los girasoles no se van a vender de la misma manera que se podía llegar a vender las copias de las estampas japonesas o la postproducción de las estampas japonesas. Porque claro, ya sabemos de dónde viene, de dónde es.

-¿Por qué pensas que se armó todo este debate sobre plagio?

Lo que pasó con la obra de Fátima es una muy mala interpretación. Personalmente pienso que es una persecución política, porque sino no en todas las notas no harían tanto énfasis en que ella es peronista. Pero eso es un comentario aparte sobre los medios.

-Mucha gente en las redes sociales argumentan que falta la referencia explícita de la artista sobre las obras que tomó para realizar la suya. 

Si, en las redes sociales dicen que como ella no decía de dónde venían las imágenes, es plagio. ¿Saben de dónde vienen? De Google. O sea, la artista googlea cosas como todos los artistas del universo,  así como antes no existía Google y van Gogh fue una feria y compró esas ochocientas estampas porque ese espacio era el Google de la época y había que preguntarse cosas del mundo yendo a lugares y siendo un flâneur.

En este caso la artista gogleó imágenes. Es una práctica que literalmente hacemos todos los artistas contemporáneos.  

Este tema Nicolas Bourriaud lo resume en un libro que se llama Posproducción, en donde habla  de la cita, la rima y la apropiación, en la cual dice que es una práctica regular del arte contemporáneo. Porque claramente una característica del arte contemporáneo es apropiarse de imágenes, conceptos, etcétera, hacerlo o citar cosas como por ejemplo lo que había puesto en mi Instagram de la obra de Courbet (1850), que después la cita Orlan (1989) y después la cito yo. Me parece hasta esencialista ver la obra de Fátima desde el lugar del plagio. 

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Una de las obras cuestionadas es de un fanart donde está un personaje blandiendo como una espada samurai, y en la obra de Fátima está Eva Perón con la espada samurai que dice Justicia Social. En ese momento ella saca de un original la pose, así como durante el Renacimiento se contrataba un modelo, se lo hacía posar y de ahí se sacaba la pose para poder hacer el cuadro.  

Además de tomar la pose, lo que ella hace es otorgarle por lo menos 30 capas de sentido haciendo que sea Eva Perón la que blande una espada samurai con esa iconografía.  

-¿Conoces otra obra de la artista?

Tiene muchos trabajos. Recuerdo una obra  en la que  pinta la cara en retratos de todas las mujeres que han fallecido por violencia de género,  y es una obra que está en proceso continuo. No va a terminar hasta que ella muera, y lo hace porque necesita, para darle visibilidad, porque necesita que las caras de esas personas estén hechas de pintura. 

A lo que voy con capas de sentido es que cuando vos pintas no solamente estás copiando algo de la realidad o copiando algo de donde sea. No solamente estás sacando  algo que está en tu cabeza, lo que haces es traducir algo a través tuyo. Puede sonar confuso, pero tienen que ver con eso. Cuando le preguntaron sobre el plagio, la artista dice que las obras se diferencian porque ella pone su impronta pictórica, es porque es real.

Nada va a ser igual u original cuando pasa por tu mano a menos que vos quieras que sea así.

-En este caso si hablaríamos de plagio…

Claro, por ejemplo, si hay gente que ha plagiado cuadros de Mark Rothko o Pollock, o casi a todos los artistas que son expresionistas, abstractos. Hay un documental en Netflix sobre eso,  en esas situaciones ellos no lo firmaron o firmaban con el nombre del artistas y decían “Este de aquí es de Mark Rothko o de Pollock”, de lo que sea. Y esto también se hace porque justamente tienen fines económicos de estafa, que en este caso no es así. Bajo ningún punto de vista.

En resumen,  la lectura de plagio de esta obra es muy esencialista, porque deja de lado todo lo que se viene produciendo y reflexionando en el arte contemporáneo. 

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3 comentarios
  1. A ver, trataré de ser tan neutral como me sea posible. Primero, lo de escudarse en el feminismo está mal, pero ignorando eso, la frase que dijo fue: “Tu dibujo salió de una serie, entonces también es plagio”. Lo que yo me pregunto es: ¿cómo se puede ser tan arrogante de no aceptar tu error sino justificarlo con una mentira? Porque una cosa es basarse y otra calcar. De haberlo hecho un poco más diferente (O no haber cobrado por ello) habría estado bien.

    De que uno busca imágenes en Google es normal. Es más, no está mal basarse en algo visto en internet y tomar una cosa como referencia. De hecho, si hubiera dado los créditos a las personas que trabajaron con algo, y hacer su propia versión, uno habría dicho que al menos se esforzó. Pero creo que el error de Fátima está en atribuirse las obras como suyas y cobrar por ello.

    Con respecto a la mala interpretación, creo que todo esto no hubiera pasado si Fátima hubiera dicho de dónde se basó. Y acá entra otro tema en cuestión, el arte digital. Deberíamos ser conscientes de que el arte digital es igual de valioso que el arte que se puede hacer en físico. Pero bueno, así es la vida.

  2. No pude hacer edit, pero me olvidé de agregar en el comentario anterior que, de muchos artículos que he visto, este es uno de los más neutrales, y eso se aprecia.

  3. Eso que llamamos arte contemporaneo, apropiacionismo, posee bases y esa base es:

    Que el arte apropiacionista se reconoce como copia, se hace con la intención de que el público identifique que se trata de una reproducción, el arte apropiacionista acredita su fuenta si se sospecha el público no reconoce la procedencia de la obra sub derivada, tampoco se puede lucrar con la mísma si no hay previo acuerdo con el autor original, porque de otra manera se lo estaría tercerizando. Además que cuando hablamos de culturas que no son las nuestras hay que hacerlo con muchísimo cuidado, porque sino podríamos caer en el mayor irrespeto posible que es la apropiación cultural.

    Para la desgracia de algunos, ya no vivimos mas en la época donde se acallaba totalmente a cualquiera mucho mas débil que uno, hoy en día no podemos tomar algo de la otra parte del mundo sin que el propietario se entere y manifieste su descontento para con ello. No solamente hablamos de una falta de respeto el no acreditar la procedencia de una obra, el cual es un derecho moral para un autor, sino que tambien se han tomado trabajos de artistas originales, de franquicias, editoriales, y empresas.

    Además, cualquiera que genuinamente googlea imágenes en internet, puede leer y habrá leído siempre que buscó, la aclaración del buscador: “Que muchas de los resultados de imágenes mostrados pueden estar sujetos a derechos de autor” ¿Qué indica esto de manera simple? Que por el simple hecho de que esté en internet, no significa que sea algo monetizable, reutilizable o de dominio público.

    Los derechos de un artista están limitados cuando afecta a los del otro, para que la obra no sea considerada plagio, la pintora debería haber acreditado su fuente, cosa para nada compleja sobretodo una vez las personas y artistas afectados reconocieron la procedencia de dichas obras con una simple busqueda inversa en el buscador, el cual muestra resultados base a semejanza.

    Muchos artículos hablan sobre la ideología de la artista, el cual, cualquiera reconocería que la obra de Fatima solo gira en torno a eso (Feminismo y militancia peronista), por lo cual es casi imposible separar a una obra académica y con niveles de técnica por debajo del promedio… con lo único que se vale, el tema. Si desligamos y erradicamos totalmente el tema de la obra de la artista, entonces si, solo nos quedamos con obras carentes de habilidad, que no entienden la cultura que pretende “representar” y por encima de ello, es un pakuri según los mismos japoneses, osea, plagio.

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