Trabajadores y trabajadoras de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia, perteneciente al Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, acompañados por organizaciones sociales, de derechos humanos, colegios profesionales y unidades académicas, exigen que se declare la emergencia en niñez en toda la provincia. Este jueves a las 9 realizarán un abrazo simbólico en el edificio de Benjamin Araoz 851.
“Queremos no solo denunciar, sino debatir, informar, generar preguntas, iniciativas que refuercen esta lucha tan necesaria en el contexto actual, en donde, sólo en la provincia de Tucumán 6 niñxs de cada 10, son pobres, tienen vulnerados más de un derecho, con obstáculos concretos para la supervivencia”, expresaron en un comunicado.
Desde el año 2016 que trabajadores y trabajadoras vienen reclamando además, por mejores condiciones laborales. “Consideramos que existe un ajuste en las políticas públicas de infancia y adolescencia, que van de la mano con los bajos salarios del sector y con las condiciones cada vez más precarias de las condiciones laborales y de contratación”, expresó Doris Masilla, delegada de ATE.
“Somos dentro de los trabajadores estatales los que tenemos un menor salario, menor que salud y educación, totalmente desigual a la tareas que tenemos”. La Dirección de Familia trabaja con problemáticas sociales complejas, como el abuso sexual infantil intrafamiliar, violencia intrafamiliar, maltrato infantil, adolescente en conflicto con la ley. Es esta dirección la que debe velar por la protección integral de los derechos de niños, niñas y adolescentes.
En los reclamos de los trabajadores y trabajadoras, exigen el pase a planta permanente de todos los contratados del sector. Además, solicitan un mayor salario, el pago de un ítems de riesgo por la tarea que realizan, del cual ya existe un decreto firmado por el gobernador pero que aún no cobran.
“Solicitamos más personal, ya que tenemos entre dos o tres técnicos para más de 300 casos. También solicitamos la refacción del lugar, está descuidado, desde la entrada hasta las oficinas, mobiliario roto y viejo, personal hacinado, además el lugar está lleno de ratas y palomas, allí recibimos a niños y familias vulneradas”, denuncia Masilla.
Entre otras cosas, exigen la declaración de emergencia en niñez, el pase a planta de los y las trabajadoras contratadas, recategorizaciones, incorporación de profesionales acorde a la cantidad y tipo de abordajes y la refacción de infraestructura o mudanza del espacio de trabajo.
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