Día mundial para la Prevención del Abuso contra niños y niñas

Cada 19 de noviembre en todo el mundo se realizan actividades para visibilizar y problematizar sobre diferentes tipos de abuso en las infancias. La importancia de la Educación Sexual Integral para la prevención y las deudas pendientes.

Desde el año 2000, cada 19 de noviembre se conmemora el Día Mundial para la Prevención del Abuso contra los niños y niñas para visibilizar la magnitud de este problema y exigir al Estado políticas necesarias para erradicar el flagelo que afecta a miles de niños y niñas.

El abuso sexual contra niños y niñas puede tomar diversas formas y es en cualquiera de ellas un delito, puede ser que un adulto utilice a un niño, niña para estimularse sexualmente a sí mismo o a otras personas; que comparta material pornográfico o involucre a niños en acciones con esos fines; que lo obligue a desnudarse o que el adulto exponga ante un niño o niña sus genitales; entre otras manifestaciones.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud, 1 de cada 5 niñas y 1 de cada 13 niños son abusados sexualmente antes de los 18 años y solo el 10% de los casos son denunciados.

En tanto, según UNICEF, cerca de 300 millones de niños y niñas son víctimas de alguna disciplina violenta y 1 de cada 4 menores de 5 años vive en un entorno donde su madre es víctima de violencia de género. En ese marco, 1 de cada 4 cuidadores sostiene que el castigo físico es necesario para la crianza.

El mismo organismo reveló que 151,6 millones de niños y niñas son víctimas del trabajo infantil. Casi la mitad (72,5 millones) ejercen alguna de las peores formas tales como esclavitud, trata, trabajo forzoso o reclutamiento para conflictos armados. También estiman que alrededor de 150 millones de niños sufren retraso del crecimiento por desnutrición.

Por su parte, un recorte estadístico del Programa “Las Víctimas contra las Violencia” estima que más de la mitad de los abusos sexuales contra niños se produce en sus propias casas y en el 75% de los casos el abusador es algún familiar o persona del entorno cercano y de confianza.

Si bien son cada vez más las denuncias, hay miles que permanecen bajo la sombra del horror y la desesperación. Asumir el compromiso por la protección integral de las infancias y exigir al Estado respuestas ágiles, amigables y contenedoras que inviten a pedir ayuda, que habiliten la palabra, que resguarden a las víctimas y sancionen y condenen a los responsables, es el desafío por delante.

Educación Sexual Integral para proteger

Según UNICEF, “un paso crucial para lograr este imperativo universal es la movilización de la voluntad política y la promoción de estrategias basadas en pruebas empíricas para abordar múltiples factores que contribuyen a la violencia, incluidas las normas sociales y culturales que condonan la violencia, la legislación inadecuada, los servicios insuficientes para las víctimas y la escases de inversiones en sistemas efectivos de prevención”.

En ese marco, entre los mecanismos de prevención más efectivos y de mayor facilidad de aplicación toma principal relevancia la educación. A pesar de la reticencia de los Estados, la enseñanza contra la violencia machista debe comenzar en las primeras etapas de la vida, mediante la educación de los niños y las niñas que promueva las relaciones de respeto propio y la igualdad entre los géneros.

La Ley de Educación Sexual Integral 26.150/2006 es una herramienta para proteger a las infancias. Hacer del aula un espacio de escucha y contención, sabiendo que muchas veces el abuso puede provenir de entornos intrafamiliares, promueve la confianza en niños y niñas para poder pedir ayuda en caso de vulneración de derechos.

El artículo 3 de la ley dice: “…incorporar la educación sexual integral dentro de las propuestas educativas orientadas a la formación armónica, equilibrada y permanente de las personas; asegurar la transmisión de conocimientos pertinentes, precisos, confiables y actualizados sobre los distintos aspectos involucrados en la educación sexual integral; promoviendo actitudes responsables ante la sexualidad”.

Hace meses atrás, Cosecha Roja publicó un amplio informe periodístico bajo el nombre Gracias a la ESI se detectaron 368 casos de abuso infantil y adolescente y en la cual describe que, durante el ciclo escolar 2018, “el Ministerio de Educación de Santa Fe relevó 368 casos de abuso sexual infantil y adolescente” muchos de los cuales “surgieron gracias a los contenidos de la ley de Educación Sexual Integral (ESI), sancionada en 2006”. 

El gobierno tucumano aún tiene la deuda pendiente de garantizar la educación sexual integral en todas las escuelas del territorio provincial para contribuir con la prevención del abuso sexual en las infancias.

Ante la desinformación de los grupos religiosos que se oponen a la ESI, hacer circular aquellos contenidos que promueve la ley y, sobre todo aquello que no es ESI, se presenta en estos días como un deber cívico para todos los tucumanos y tucumanas que queremos vivir con derechos y sin violencias.

¿Creés que un niño, niña o adolescente pudo haber sido víctima de abuso sexual? Podes llamar al 0800-222-1717 de manera gratuita en cualquier día, a cualquier hora, desde cualquier lugar del país.
Te atenderán profesionales especializados. Podés comunicarte aunque no seas familiar.

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