Día de lucha contra la discriminación por orientación sexual e identidad de género

El 17 de mayo cada año se conmemora este día para visibilizar los avances en materia de derechos del colectivo LGBTIQ+, pero también para denunciar todo lo que aún falta.

Hace 28 años, la Organización mundial de la Salud eliminaba a la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales, terminando con casi un siglo de discriminación médica.

En el 2015, la Comunidad Homosexual Argentina (CHA) presentó un proyecto para que se declare el 17 de Mayo como “Día Nacional de Lucha contra la discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género”, que fue aprobado en el Senado de la Nación.

Esta fecha, también es internacionalmente conocida como el Día contra la Homo, Lesbo, Bi, Transfobia. Desde hace algunos años, desde los colectivo LGBT largaron la consigna, “No es Fobia es Odio”. Una fobia es un miedo inconsciente a algo: las arañas, los payasos, las alturas. Eso que llaman fobia, es en realidad discriminación, prejuicio y violencia hacia las personas disidentes sexuales, transgéneros y travestis.

“Las fobias están descritas en los manuales médicos o psiquiátricos, el odio es lo que campea en la calle, lo que se lee en el cuerpo de las y los masacrados”, explicaba la periodista feminista Marta Dillon, en un artículo sobre la Masacre en Orlando, donde fueron asesinados más de 50 personas del colectivo LGBT en un bar gay, en el 2016.

“No hablemos más de fobias, no hay medicación ni tratamiento para esto”, continúa la periodista. “Lo que hay es un sistema heterosexual, patriarcal, capitalista que pretende modelar nuestros deseos –y tantas veces lo consigue. (…) Hablemos de odio”.

Si bien, en las últimas décadas, el colectivo LGBTIQ logró, gracias a una lucha incansable, conquistas valiosas como la Ley de Matrimonio Igualitario y la de Identidad de Género, son muchos los derechos que quedan pendientes.

¿Cuál es la situación en el mundo?

Aún hoy, en al menos 70 países se criminalizan la orientación sexual por fuera de los parámetros heteronormativos. En algunos de ellos los textos jurídicos prevén la cadena perpetua. En siete países, la pena de muerte puede ser aplicada. E incluso cuando la homosexualidad no esté considerada en el código penal, las discriminaciones y agresiones físicas se multiplican: éstas afectan aún más a las personas transexuales, particularmente expuestas, y a las lesbianas, particularmente invisibles.

Argentina

Dos grandes conquistas para toda la sociedad fueron la Ley de Matrimonio igualitario, 10º país del mundo en aprobarla, y la Ley de Identidad de Género, primera sin patologizar las identidades trans, que marcaron una victoria en materia de ampliación de derechos y al mismo tiempo impusieron un debate masivo de un tema poco presente en la agenda de los grandes medios de comunicación hasta entonces. Como está sucediendo actualmente con el debate por la legalización del aborto.

A pesar de los avances legales, aún queda mucho por hacer. El secretario de la Sociedad de Integración Gay Lésbica Argentina (SIGLA), Juan Benítez, en una entrevista en 2017, advirtió que la sociedad todavía no quiere “visibles” a las personas con orientación sexual distinta ya que “mucha gente se molesta si ve dos personas del mismo sexo besándose o tomados de la mano”.

También denunció que desde hace dos años “se interrumpió el clima de mayor libertad, se notan retrocesos como el regreso de detenciones por parte de la policía por ser gays o lesbianas y, como se supo por algunos casos que llegaron a tener trascendencia mediática, hay parejas que fueron echadas de locales por demostraciones afectivas iguales a las de cualquier pareja heterosexual”.

De acuerdo al último informe de Homofobia de Estado, publicado en 2017 por la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans e Intersex (ILGA), el gobierno actual “no está dispuesto a realizar las inversiones necesarias que requieren las políticas públicas” y sí a “tolerar una política opuesta; ha generado un agravamiento de la represión desde la policía, limitaciones en el acceso a la justicia o, judicializaciones discriminatorias”.

Para las personas trans y travestis – cuya expectativa de vida ronda los 35 años – , la violencia institucional es la segunda causa principal de muerte, luego del VIH o enfermedades asociadas, según publicó Primera Piedra, de acuerdo al informe “Situación de los derechos humanos de las travestis y trans en la Argentina”, publicado en octubre de 2016 por la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires. La Ley de Cupo Laboral Trans sigue siendo una deuda pendiente con uno de los colectivos más vulnerados de la sociedad, junto con el acceso a la salud y la educación.

Actividades en Tucumán

El viernes 18 de mayo se realizará una mesa panel: “Violencia institucional: mujeres y disidencias sexuales”. Disertarán Mahia Moyano, militante de LOTO (Libertad y Orgullo Trans Organizadas), y Diana Broggi, psicóloga y referente de Mala Junta – Patria Grande. La actividad se realizará en el CETRANS, av. brígido terán 320, desde las 19hs.

 

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