Científicos del Malbrán denuncian precarización y advierten que el “dengue es más problemático que el coronavirus”

Ante la alarmante situación del brote de coronavirus en el país, los científicos del instituto Malbran (Administración Nacional de Laboratorios e Institutos de Salud), intentan llevar tranquilidad a la población, advierten sobre las patologías infectocontagiosas que más afectan a los argentinos y cuentan sobre la situación de los trabajadores del área.

“No es para alarmarse tanto. El problema grave que tenemos es el dengue, como dijo el ministro Ginés González”, señala Fabián Martín, farmacéutico del Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Dr. Carlos Malbrán y secretario general adjunto de la Junta Interna de ATE en el sector, en diálogo con Canal Abierto.

“El coronavirus tiene una amplia difusión informativa a nivel mundial pero no produce más casos de muerte que la gripe normal. Lo que pasa es que por ahora no hay vacuna. Está produciendo la misma morbilidad que la gripe, un 2% de muertes en gente mayor de 70 años o con algún problema de salud de base (cardíacos, por ejemplo)”, describe Martín.

El Instituto ANLIS Malbrán es un organismo público descentralizado que nuclea y coordina institutos, laboratorios y centros de salud localizados en distintos lugares del país. Es el centro nacional de referencia y seguimiento de las principales enfermedades infectocontagiosas que circulan por el país, para su prevención, control e investigación. Depende del Ministerio de Salud de la Nación.

  • Periodista: ¿Cuál es la tarea que lleva adelante el Malbrán?

F.M: Si se trata de dengue, hantavirus, tuberculosis, sarampión, hepatitis, chagas u otras patologías infectocontagiosas, el Malbrán interviene porque es el centro nacional de referencia.

La ANLIS también fabrica sueros antiarácnidos, para escorpiones, antiofídicos y produce reactivos de diagnóstico.

En cada brote epidémico que hay en el país todo se refiere al Instituto, ya que nosotros manejamos las redes de laboratorios, la mayoría de los institutos de todo el país están relacionados. Ellos hacen los análisis y luego se refieren a nosotros enviándonos los resultados o nos envían las muestras para que realicemos las confirmaciones o pongamos a punto las técnicas para que ellos puedan hacer los análisis en cada lugar.

Por ejemplo, con la cuestión del coronavirus hay una red de laboratorios, hay referentes jurisdiccionales en cada provincia y estamos procurando que la confirmación se haga en cada provincia en lugar de aquí en el Instituto. Las provincias hacen unos test que son bastante rápidos y si se descarta cualquier otro tipo de virus respiratorio entonces nos envían la muestra para confirmar si es coronavirus. En estos días recibimos quince muestras.

Entre ayer y hoy se están analizando algunos casos. Una persona en El Calafate que venía de Italia, tenía síntomas gripales y se le hicieron allí mismo una serie de estudios y se determinó que era un adenovirus, un virus corriente. Pero hay un caso en Tierra del Fuego, con síntomas gripales donde no pudieron determinar qué es y las muestras las enviaron aquí al Instituto.

  • Periodista: Más allá del coronavirus, ¿cuáles son las situaciones más preocupantes en nuestro país en cuanto a patologías infectocontagiosas?

F.M:Como dijo el ministro de Salud, y nosotros suscribimos totalmente, es mucho más problemático el dengue que el coronavirus. En este momento se espera un brote igual o mayor al del 2016, bastante ocultado por el gobierno anterior. Están circulando mosquitos que portan una cepa diferente a la cepa del 2016, y cuando se combinan dos cepas diferentes los problemas hemorrágicos son mucho más importantes.

Después, está el caso del sarampión donde ya hay 110 a 120 casos confirmados, más los casos que en el gobierno anterior, principalmente en la provincia de Buenos Aires, no se les hizo el seguimiento correspondiente.

  • Periodista:El sarampión había sido prácticamente erradicado en el país ¿ésto implica un retroceso?

F.M:Hay un retroceso importante en la región e inevitablemente llega al país donde, además, en los últimos años no hubo campañas de vacunación eficientes. No se usó la propaganda oficial para incentivar a la población a vacunarse y, por otro lado, está la cuestión de los movimientos antivacunas.

  • Periodista:¿Está preparado el ANLIS Malbrán para enfrentar una pandemia de coronavirus?

F.M:El instituto se sostiene por el esfuerzo de sus trabajadores, tanto de los profesionales, como de los técnicos y administrativos. Es como cuando vas a un hospital y decís cómo hace esta gente para estar trabajando aquí y ganando tan poco.

Nosotros tuvimos en los últimos cuatro años un 65% de pérdida salarial. Un científico que ingresa a la institución tiene que estar 6 años en la carrera profesional para recién alcanzar como salario 40 mil pesos, que es el nivel de pobreza. La mayoría de los técnicos y administrativos ganan sueldos más cercanos a la línea de indigencia que a la línea de pobreza.

A eso hay que sumarle casi 100 vacantes perdidas en los últimos años y que prácticamente no entraron reactivos. Con las variaciones del valor del dólar se caían las licitaciones de la mayoría de los insumos que son importados. Además, la gestión pasada produjo recortes salariales, de insumos y directamente borraron del presupuesto el inciso que debería incluir refacciones y obras nuevas.

  • Periodista:¿La nueva gestión produjo cambios en estos meses?

F.M: Sí: Primero, está la gente que sabe; el mejor sanitarista del país está a cargo del Ministerio y la doctora Carla Vizzoti (secretaria de Acceso a la Salud), quien luchó para que se introduzcan todas las vacunas nuevas en el calendario en el anterior gobierno, volvió a la gestión. Hay gente muy capacitada y uno ve que están involucrados tratando de resolver todos los problemas que dejaron en el área de salud donde, como en el resto del país, dejaron tierra arrasada. Es difícil revertir esto pero se está haciendo todo lo posible para responder en forma eficiente. Quiero llevar tranquilidad a la población de que podemos dar respuesta.

El ANLIS Malbrán coordina once institutos en todo el país que emplean a 900 personas, de las cuales 500 trabajan en el predio central en el barrio de Barracas de la ciudad de Buenos Aires. “Dentro del laboratorio donde se hace coronavirus trabajan once personas de las cuales ocho tienen contratos precarizados y sólo tres son de planta”, narra Martín. “Una profesional que había ingresado durante la pandemia de la gripe y se la formó durante diez años, renunció en diciembre porque ganaba más dinero haciendo una guardia en un hospital público de la capital que trabajando aquí. Se la formó diez años en virosis respiratorias y se fue porque no pudo resistir la situación económica, y es sólo un caso más de personal que vamos perdiendo por goteo”, describe el profesional y delegado de la ATE.

Publicado en Canal Abierto

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