La semana pasada se realizó el “Taller de Juventudes: Entender el presente para construir el futuro que queremos”, una actividad gratuita cuyo objetivo fue reflexionar colectivamente sobre la crisis climática, económica y social que atravesamos, y pensar estrategias para un futuro más justo y sostenible. El evento se llevó a cabo en el marco de la iniciativa “La Tierra para Todos” del Club de Roma, organizador de la actividad junto con Jóvenes por el Clima. La jornada tuvo lugar en la Legislatura Provincial, y consistió en cuatro horas de arduo trabajo entre personas de distintas organizaciones e instituciones. Se replicó en Córdoba y Buenos Aires de manera simultánea. La diversidad y convergencia de los grupos enriqueció el debate, las propuestas y las conclusiones finales.
¿Qué es La Tierra para Todos?
Es una propuesta del Club de Roma para repensar cómo vivimos y organizamos la sociedad frente a las crisis actuales. Busca un futuro en el que todas las personas puedan vivir bien sin dañar el planeta. La impulsa Earth4All, una iniciativa global que estudia cómo transformar el sistema económico, social y ambiental.
¿Cuáles fueron las problemáticas detectadas durante la jornada?
Durante la jornada surgieron distintas problemáticas relacionadas con la situación actual que atraviesa la provincia. Se pudo comprender la interseccionalidad de estas problemáticas con respecto a la crisis climática: el acceso a servicios básicos como el agua potable, el sistema cloacal, la electricidad, el trabajo y los alimentos. Sobre estos puntos, se trabajó a partir de ejemplos en los que, en algunas localidades, instituciones u organizaciones, ya se están implementando soluciones: uso de energías renovables, soberanía alimentaria, gestión responsable de residuos, entre otras. El desafío ahora es que todas estas acciones y propuestas que apuntan a resolver estas falencias puedan convertirse en realidad a futuro. Y ese trabajo debe hacerse de manera conjunta.
Otra problemática que resonó con fuerza durante la jornada fueron los discursos negacionistas en torno al cambio climático y la intervención del Estado. Se consensuó que, ante estos discursos, los recortes y el desmantelamiento del Estado, es fundamental alzar la voz, hacer incidencia política y formular estrategias y acciones colectivas.

Pilar Mejías, adolescente de 16 años e integrante del Centro Económico Social Juvenil de Tucumán, señaló: “Se da poca importancia al cambio climático desde el Estado”. En la misma línea, Carlos Jassem, de 17 años y alumno de la Escuela Municipal Cooperativa Gabriela Mistral, expresó: “Hay poca capacidad para atender la salud integral” y agregó, respecto a la responsabilidad empresarial e industrial: “Además, hay que tener en cuenta la contaminación de las industrias”.
También se destacaron voces que enriquecieron el diálogo y participaron en la coordinación del evento. Es el caso de Sofía Barón, de 21 años, miembro de Sur Ambiental, quien mencionó: “Hablamos mucho sobre soberanía alimentaria y popular. También sobre los desplazamientos de las comunidades originarias de sus tierras ancestrales, como sucede con la Comunidad Indio Colalao”. Agregó: “Hay políticas negacionistas de la crisis climática en un contexto donde más necesitamos amortiguar las consecuencias”, y señaló que la dificultad en el acceso a la salud integral está vinculada con problemáticas ambientales, como el dengue o enfermedades asociadas al agua contaminada.

¿Cuál es el rol que tienen las juventudes para afrontarlas?
A pesar de las múltiples dificultades que enfrentan hoy las juventudes —como la precarización laboral, la falta de empleabilidad, el impacto en su salud mental e integral, y una hiperconectividad que a veces aliena de la realidad—, se organizan y ponen sobre la mesa los fenómenos y problemáticas que más nos aquejan y que amenazan con arrebatarnos el futuro. A partir de esta organización, surgen propuestas para liderar el cambio y dar respuestas integrales que mejoren la situación.
En particular, Jóvenes por el Clima es una organización socioambiental fundada en 2019 en Tucumán. Tuvimos la posibilidad de dialogar con Santiago Barón, de 23 años, miembro activo de la organización, quien mencionó: “Realizamos actividades concretas referidas a la incidencia política, tenemos presencia en redes sociales —campo hoy necesario para generar conciencia y promover cambios—. Además, tenemos una escuela de educadores ambientales, surgida de un proyecto trabajado en 2024, y hoy sus egresados forman parte de la organización. También integramos la Comisión de Ambiente y Desarrollo de la Legislatura Provincial, donde trabajamos en la agenda y aportamos temas que consideramos importantes”.

Para Santiago, las soluciones deben construirse en colectivo. “Lo fundamental es organizarnos, movilizarnos por las causas que nos interesan. Si hay una solución, siempre va a ser fruto de poner sobre la mesa diferentes ideas en conjunto. También es clave convocar a todos los sectores, incluso a los que piensan distinto, y disputar la solución entre todos”, afirma.
Las mujeres jóvenes y adolescentes también tienen un rol importante y necesario en estas instancias. Pilar agrega: “Las soluciones primero vienen de tomar conciencia y conocer nuestros derechos para poder exigir”. Sobre el cambio climático, señaló que le preocupa el desconocimiento generalizado sobre el impacto que estamos generando en el ambiente, y advirtió: “Las personas, actualmente, en esta sociedad son individualistas; les importa lo que les pasa a ellas, no a los demás”.
Hoy, las generaciones jóvenes y adolescentes están tomando conciencia del impacto que estas problemáticas pueden tener sobre el futuro de nuestras vidas y de nuestra casa común: la Tierra. Así, se plantean qué cambios pueden impulsar para revertir las situaciones actuales, evitar repetir errores del pasado —y los que aún persisten—, y pensar colectivamente en un futuro mejor para todos y todas.