Este viernes se produjo el cambio de estación en cada hemisferio del planeta, correspondiéndole al sur el momento más frío del año. A su vez, el día más corto del año pone de relieve diversas interpretanciones astrológicas alrededor del grado cero de Cáncer.
Viernes 21 de junio de 2019. Solsticio e inicio del invierno. El día más corto del año y la noche más larga. Hoy es una jornada especial en el hemisferio sur por diferentes fenómenos, todos relacionados entre sí.
Durante el solsticio de invierno, la posición del Sol en el cielo está a mayor distancia angular negativa del Ecuador. Esto hace que, en el caso de la Argentina y el resto de los países del hemisferio sur, el Sol alcance su menor altura aparente en el cielo y tenga lugar la noche más larga del año.
El solsticio en la Argentina, Uruguay, Venezuela y en gran parte de Brasil se produce a las 12:53. En Bolivia, Chile y Paraguay, a las 11:53. En Ecuador, a las 10:53.
A partir de hoy, las noches se irán acortando y lentamente irán creciendo las horas con luz solar hasta al inicio del verano, cuando llega el día más largo.
La fecha acaparó el interés de Google. Un globo terráqueo con un muñeco de nieve en la cabeza se transformaron en el doodle que conmemora el inicio de la estación más fría del año.
En el hemisferio norte ocurre exactamente lo contrario. En el solsticio de verano, la Tierra alcanza la máxima inclinación de su eje hacia el Sol (23°27′). De hecho en esta región, Google recordó el inicio del verano con otro doodle que, justamente, da cuenta del comienzo de la estación más calurosa del año.
Hoy, en Argentina, el Sol salió a las 8:01 y la puesta será a las 17:51, según informa el Servicio Meteorológico Nacional en su página. Será el día más corto del año, con 9 horas y 50 minutos de luz solar.
Rituales de la noche más larga
Según la astróloga Beatriz Leveratto, en el hemisferio Sur deberíamos tener mayores celebraciones solares en tiempos cercanos al 21 de junio. La Noche de San Juan y sus hogueras tienen una tímida correspondencia con los fuegos artificiales, las luces del árbol y las velas de la Navidad. Los 24 de junio de cada año, el Cusco y localidades norteñas de Argentina se celebra el Inti Raymi, una gran fiesta del retorno del Sol instituida por la nobleza incaica y que las comunidades han retomado en las últimas décadas. Yule es la festividad de la rueda del año wiccana -de origen germano y vikingo- que coincide con este solsticio y que tiene como motivo principal el descanso,-imitación del Sol-, la fertilidad y banquetes que honraban a los ancestros. Este momento de mayor oscuridad coincide en muchas culturas con una creencia de que el velo de la realidad se hace más fino y podemos conectar con nuestros antepasados y muertos queridos.
El fuego en estos rituales promueve la reactivación del Astro Rey y de nuestra luz interior como un intento de equilibrar la oscuridad de la estación, para que nos ayude a sobrellevar la época más oscura y a esperar pacientemente el retorno de los días soleados.
Seria ideal convocarnos a tener mas rituales para transitar nuestro sureño solsticio de invierno con mayor conciencia. Tal vez podemos hacer una meditación personal, o reunirnos con gente querida alrededor del fuego, a reflexionar sobre estos temas.
Cáncer, la conexión interior y tribal
Entre el 21 y el 23 de junio atravesamos los días más oscuros del año, podemos proponernos vivir las noches más largas como un tiempo sagrado, recogernos en torno al fuego o a un conjunto de velas y tomar conciencia de todo aquello que necesitamos re activar en nuestra vida, recuperar proyectos (Cáncer es el signo donde las cosas toman forma) o volver a darnos la oportunidad de cambiar la mirada sobre aquello que nos atemorizan o nos mortifica.
Entre el 21 y el 23 de junio atravesamos los días más oscuros del año, podemos proponernos vivir las noches más largas como un tiempo sagrado, recogernos en torno al fuego o a un conjunto de velas y tomar conciencia de todo aquello que necesitamos re activar en nuestra vida.
En el solsticio de invierno comienza el signo de Cáncer y sugiere la necesidad de re encontrarnos, de llamarnos y de visitarnos -tal como lo hacemos en Navidad- pues las noches más largas pueden ser tiempos fructíferos para ahondar en vínculos afectivos y familiares.
Cada 21 de junio cambia la estación del año y también el movimiento aparente del sol, que comienza a acercarse hacia el sur y posibilita renovar la propia energía vital para animarnos a tomar decisiones o cambiar rumbos que nos permitan soñar nuevos proyectos que ganaran impulso- tal como los rayos del Sol- en lo que resta del año.
Fuente: Infobae
La imagen destacada es una fotografía de Tafí del Valle publicada por el diario La Gaceta.