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Conocida en Tucumán por sus amigxs como “Romi” o “La Choco”, conversamos con Romina Bernardo de Chocolate Remix, pionera del Lesbian-Reggaeton no solo en nuestro país, sino en el mundo. Por Agustina Vilte para La Nota
El Semillero es un espacio cultural independiente que terminó de tomar identidad este año. “Germinador de proyectos creativos”, es la frase que nutre de sentido, acompaña y orienta la tarea. Con la idea de generar actividades académicas, experiencias de aprendizaje y de intercambio, hacer actividades que promocionen la labor creativa independiente de áreas como el diseño, la música, el cine y el teatro, durante todo el año pasaron diferentes artistas por sus instalaciones.
Romina Bernardo, cantante de reggaetón lesbo-feminista, compositora, autora y productora estuvo en “Semillero” el domingo pasado contando su experiencia como productora y autogestora de su propia música, cerrando con algunos temas que no podían faltar.
Luego de su partida desde Tucumán hacia Buenos Aires en el año 2004, se dedicó a estudiar artes multimedia e informática a pesar de siempre estar ligada a hacer música y hace 4 años comenzó con lo que denomina su “PROYECTO”.
PROYECTO
Chocolate Remix es un proyecto de reggaetón que parte de una crítica al machismo asociado a este estilo y lo resignifica utilizando su misma lógica musical, creando un nuevo concepto al que denomina “Lesbian Reggaeton“. La propuesta juega con los estereotipos y roles propios del género, y aprovechando el fuerte contenido sexual característico de este tipo de música, se apropia de él para recrearlo en clave queer y abordar temas tabú sobre placer femenino, la sexualidad y denunciar además diversas temáticas que frecuentemente afectan al colectivo femenino y LGBTI (lesbianas, gays, bisexuales, trans, intersex), como la discriminación, la censura y la violencia a través de sus letras.
“Comenzó como una idea bastante conceptual y un poco en chiste para decir algunas verdades, una primera cosa que no sabía si tendría continuidad o no.” A lo largo de 4 años fue creciendo con cada vez más temas y más interés de su parte por el trabajo en la producción musical. “Ese fue mi crecimiento como música y como productora, acompañado de mi idea fundamento que se fue desarrollando y abarcando también otras personas que hicieron que hoy tenga otra perspectiva”.
ROMPER CON EL MACHISMO
“La sola enunciación reggaetón lésbico me parecía un concepto rupturista por el simple hecho de lo que implica el reggaetón en nuestro imaginario y todo el machismo que trae aparejado. Cambiar al macho reggaetonero por una mujer lesbiana además de gracioso, subvierte todo el orden de las cosas y abre la puerta para repensar y replantear muchas otras. Por otra parte, se trata también de aprovechar la lógica del reggaetón. Este género musical se caracteriza por letras cachondas, cargadas de contenido sexual explícito, y me resulta muy adecuado para poder hablar del sexo lésbico, enunciar en primera persona instaurando nuevos imaginarios al respecto; más verdaderos, más carnales, más sucios, más lascivos, más reales.”
El videoclip “Como me gusta a mi” fue censurado por Youtube luego de su estreno. Fue eliminado y su usuario bloqueado por tres meses. La artista denunció que se trató de una “censura de carácter lesbófoba, sexista y misógina”. Luego de una campaña de apoyo, la censura fue levanta y el video puede verse nuevamente.
El proyecto tiene mucho de atractivo, y así fue para muchos medios nacionales e internacionales que se interesaron en él casi desde sus orígenes y lo difunden. “Depende mucho del tipo de medio en el que salga, el tipo de público que consume los medios es muy diverso, hay gente a la que le encanta o al menos asimila las letras y hay gente a la que simplemente le parece una ofensa absoluta y lo recibe pésimo”. Son así las diferente posturas que hay hoy en el mundo y es una realidad reflejada en los comentarios y críticas. “Hay gente a la que le molesta y eso es interesante, porque por algo molesta”.
AUTOGESTIÓN
“Nunca me gustó mucho la idea de que mis amigos trabajen muchas horas en mi proyecto y para mi gratis, esperando que alguna vez la peguemos y nos hagamos famosxs. Es por eso que empecé a buscar financiamientos desde programas del gobierno o asociaciones que te generan beneficios que muchas veces ni sabemos que existen, es cuestión de buscar, van desde descuentos en pasajes a financiamientos regionales o nacionales para proyectos artísticos”. Uno de los objetivos del encuentro realizado en el Semillero era hablar sobre la autogestión, por eso, Romina contó sobre su experiencia antes de compartirnos su música.
“Una parte muy importante del artista es la difusión de su trabajo. Yo empecé sin contactos y sin muchos conocidos en el ambiente, pero fui abriendo mi camino con algunos lances que me tiré entre mails y llamados a medios o con las no tan famosas gacetillas que anunciaban mi proyecto. De esa forma a alguien le debió interesar y así fue llegando la difusión. Me entrevistaron para una revista escrita en inglés, fue muy loco leer la única parte en español que decía ‘Me gusta la mujer empoderada, me gusta mucho más si se come esta empanada’ al lado de mi foto. Viajé a Europa y no siempre conseguís que te financien pasajes para un equipo entero así que tenés que apender a rebuscártela, como yo con ésta pedalera que aún no patenté”, se ríe mientras muestra una ingeniosa pedalera con la que puede mezclar ritmos mientras toca la guitarra y canta.
SÁTIRA
A principio de año sacó su primer disco llamado “Sátira”. “Anteriormente componía y producía temas y los subía a mis redes sociales, pero éste año pude hacer algo un poco más sólido de unificar todos los temas bajo un concepto y salió Sátira”.
Muy pronto saldrá un acústico grabado en un ciclo llamado “Musiquita en la cocina” y a partir de eso, un EP de 2 temas grabados con varias músicas, chicas que tocan instrumentos, entre ellas la tucumana Ana Corres, “una percusionista espectacular”, contó Chocolate. Versiones un poco diferentes a la música discotequera del disco.
