Bienalsur 2019 y el Ente Cultural de Tucumán presentan este viernes “Proyecto Turn”, del artista japonés Katsuhiko Hibino. En tanto, el 8 de julio a las 17.00 hs se realizará una activación junto a los artistas japoneses Shogo Nunoshita y Mai Sone, del equipo de Hibino; y Alejandra Mizrahi, Mirena Muñoz y Paulo Vera y los artesanos, artesanas y docentes de El Bañado y Quilmes.
Este viernes, en el marco de la segunda edición de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur, el Museo “Timoteo Navarroo” inaugura a las 20.30 hs Proyecto Turn. Éste consiste en una actividad artística de inclusión social cuya finalidad es celebrar las diferencias entre las personas y las culturas, trabajando con comunidades vulneradas y aprovechando la capacidad del arte para reunir a las personas. Para sus gestores y gestoras, ‘la obra de arte’ surge como resultado de esa interacción entre un grupo de artistas y una comunidad determinada.
Posteriormente, se realizará una activación el 8 de julio en el museo, que consiste en una recorrida y taller abiertos al público en el que además, participarán diez de los artesanos que trabajaron las obras y maestros de las escuelas N° 213 y 217, de Quilmes y El Bañado, cuyos alumnos y alumnas participaron en la realización de las piezas exhibidas.
Turn es un proyecto pensado por Katsuhiko Hibino, en el marco de los Juegos Olímpicos y Juegos Paralímpicos que tendrán lugar en Tokio en 2020, y es replicado en diferentes países. “El objetivo es celebrar las diferencias entre los seres humanos y las culturas como así también promover el intercambio de saberes y tradiciones”, sostiene.
Bienalsur 2019 junto a Katsuhiko Hibino pensaron en la zona del Noroeste Argentino (NOA) para desarrollar la segunda edición de Turn en el marco de la Bienal, para explorar el intercambio entre dos culturas ancestrales como son la japonesa y la de los pueblos originarios del Valle Diaguita-Calchaquí de la provincia de Tucumán.
El encuentro resultó en el intercambio entre personas con diferentes historias, oficios y saberes, en esta ocasión con la participación de los artistas japoneses Mai Sone y Shogo Nunoshita, quienes trabajaron en conjunto con la comunidad de Amaicha del Valle y Quilmes durante todo el mes de junio. Además, colaboraron como asistentes y traductores, la artista tucumana Alejandra Mizrahi y el músico y artista Paulo Vera.
Mirada calchaquí
Proyecto Turn fue un claro y fértil escenario de intercambio y cruce de técnicas y tradiciones de dos culturas tan diferentes como la de nuestros Valles Calchaquíes y la japonesa, orientadas a la cerámica y al tejido.
Shogo Nunoshita trabajó con la escuela 217 de El Bañado, aplicando técnicas de cerámica, en colaboración con el ceramista local Sergio Palacios, quien produce a partir de técnicas ancestrales, y con Orlando García, profesor de la escuela 217, articulando el trabajo con los alumnos y alumnas.
Sergio Palacios trabaja alfarería artesanal con arcilla desde los 11 años. “Aprendí el oficio de un maestro artesano llamado Simón Costilla, a partir de técnicas originarias que incluyen desde el amasado de la arcilla, dar forma y hornear las piezas terminadas”, indica Palacios en diálogo para La Nota.
Las piezas que el ceramista realiza son réplicas funerarias, botellones y utensilios de diferentes estilos culturales de los valles, como, por ejemplo, la de Santa María y la Diaguita calchaquí. “Realizo ollas, cazuelas, juegos de té, vasos, etc”, detalla, agregando que tiene un taller con venta al público sobre ruta 40 en Quilmes, Colalao del Valle.
“Fui invitado por la escuela de El Bañado, la idea era generar un intercambio cultural con Shogo y los niños. A lo largo de la experiencia pude descubrir materiales nuestros que no conocía, de nuestra propia tierra, y aprender a usarlos”, destaca Palacios agregando que aprendió a optimizar y trabajar con otros materiales. “Unimos nuestros conocimientos e hicimos una pieza conjunta; una especie de vaso ceremonial con piezas estéticas tanto con diseños japoneses como nuestros”, describe.
A su vez, Palacios destaca que la experiencia fue maravillosa no sólo por el intercambio que significó, sino, fundamentalmente porque le sirvió para conocer más sobre su propio contexto, revisar su historia y tradiciones para revalorizarlas. “Además, uno nunca deja de aprender”, indica agregando que le gustaría conocer Japón y que el intercambio también sea al revés.
Paralelamente, el encargado de coordinar la articulación con los niños y niñas de El Bañado fue el docente de grado y especial Orlando García, quien dicta una materia llamada Tecnologías diversas. “Esta materia está orientada a un hacer desde la manufactura. Nuestra escuela trabaja hace más de 15 años trabajando con arcilla. Durante los primeros años traíamos a diferentes artesanos para que enseñen sus conocimientos a los chicos”, señala Orlando García en diálogo para La Nota también.
El docente explicó que uno de los objetivos de Shogo fue recrear simbólicamente el camino del destierro de los Quilmes, cuando fueron derrotados a pie hacia Buenos Aires, llevando muestras de tierra de diferentes zonas de camino a los valles, como, por ejemplo, de Acheral. “Aquí preparamos cada una de las muestras, tamizando y amasando, para realizar esculturas de personas, animales y objetos que evocaban a los Quilmes a nuestra propia comunidad actual”, explica.
A la hora de cocinar las piezas realizaron tanto técnicas ancestrales japonesas como originarias calchaquíes. “La técnica de ellos es a partir de un montículo de leña con las piezas colocadas alrededor del fuego durante una hora, para luego ir al fuego directo durante cuatro horas más. En cambio, nuestras técnicas (que también fueron implementadas en este proceso) van a fuego directo, menos tiempo y con guano de oveja o vaca. Cuando se usa el guano del primer animal, la cocción se hace en un pozo, y, cuando es con guano de vaca, se colocan las piezas sobre la superficie”, indica, agregando que los colores que toman las piezas varían de acuerdo al modo de cocción y combustible utilizado; en el caso de la técnica japonesa, las piezas se tornan grises, en tanto que con el guano de oveja en pozo y fuego directo, las piezas se colorean negras, luego, las cocidas en guano de vaca con fuego directo, se tornan rojas. Por último, “hicimos las últimas piezas en horno artesanal, con resultados en rojo y negro”, agrega.
Entre los aspectos más importantes que García señala está el entusiasmo con que participaron los niños y niñas. “Los vi muy activos e interesados, además, aprendieron tradiciones culturales y valores alrededor del respeto por el prójimo. Por otro lado, para comunicarnos usamos permanentemente la tecnología y nos entendimos mejor cuando no estaba la traductora, porque ahí sí o sí debíamos darnos mañana para dialogar”, recuerda.
Por otro lado, y en simultáneo, la artista japonesa Mai Sone trabajó en la escuela 213 de Quilmes con artesanas e hilanderas de Amaicha del Valle y Quilmes, a partir de la técnica japonesa de tejido Sakioro.
Con las artesanas, Mai estableció una dinámica similar a la que propició con los y las estudiantes en torno al tejido de unos abanicos que combinaron técnicas y recursos tanto locales como japonesas. Al igual que Shogo, trajo, por un lado, una técnica de Japón alrededor del tejido llamada (sakiori), y, por otro, el abanico como símbolo cultural. Sin embargo, Mai destaca que el tejido es una tradición que se encuentra presente en todo el mundo y presenta diversas similitudes, al menos, entre Japón y las culturas originarias nuestras, como, por ejemplo, el uso de la urdimbre.
A su vez, a Mai le llamaron poderosamente la atención, las sutiles diferencias entre las tradiciones de un pueblo y el vecino, entendida, por ejemplo, por cómo hilan o tiñen la lana, la variedad de tintes provistos por la naturaleza, los cuales, desde luego, establecen una diferencias sustancial y orgánica en relación a los recursos naturales de Japón.
Mai celebra la unión de ambas culturas, cada una con sus características. A su vez, la artista produce en su obra una unión casi literal, porque usa hilos del norte y telas de Japón que sirvieron de tramado para cruzar la urdimbre de los abanicos.
La muestra “Turn” se podrá visitar hasta el 18 de agosto inclusive, de martes a viernes, de 9 a 12.30 y de 15.30 a 19.30hs.; Sábados y domingos de 15.30 a 19.30hs.; feriados de 16.30 a 19.30hs en el Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro (9 de Julio 44) de San Miguel de Tucumán como parte de Bienalsur 2019.
Participantes: Moises Jorge Cruz, Sergio Palacios, Robles María, Soto Liliana, Balderrama Yolanda, Nieva Dora, Rodríguez Luis, Diaz Erica, Mamaní María, Astorga Hugo, Yapura Graciela, Ludueña Patricio, Balderrama Angela, Lopez Mabel, Andrade Celia, Balderrama Maria Belén, Palacios Soledad Vanesa, Garrido María de Los Angeles, Ríos Ana del Carmen, González William Ismael, Quinteros Patricia Noemí, Diaz Andrea Lujan, Diaz Agesima Azucena, Catalina Guitian, Mercedes Rodríguez, Hortencia Moya, Dalma y Nacho Veles, Lía Padilla, Patricia González María Rosa Costilla, Viviana Gómez, Mercedes y Rosa Moya, Nancy Escobar, Tonina Quiroz y Silvia Marina Soria.
Instituciones y organizaciones: Escuela Nº 213 Cacique Martín Iquin. Quilmes, Escuela Secundaria de Quilmes. Quilmes, Escuela N° 217 Ángel María Soria. El Bañado, C.E.F.P N 2-142. Centro de Formación Profesional Capacitador Laboral Tejedor en Telar. Quilmes. Taller Especial San Cayetano, barrio San Roque, Amaicha del Valle. Escuela 23 Segundo Felino Ramos. El Arbolar. Comuna Rural Amaicha del Valle. Comunidad Indígena Amaicha del Valle. Misión de Cultura Rural y Doméstica N 21. Colalao del Valle. Ciudad Sagrada de Quilmes. Comunidad Quilmes C.I.Q.