El martes se presentó el libro “Escritos de la Memoria”, una compilación de crónicas sobre el juicio “Operativo Independencia”. Desde La Nota entrevistamos a Tina Gardella, quién coordinó el proyecto. El sábado se presentará en la 44º Feria Internacional del Libro en Buenos Aires.
El martes se realizó la presentación del libro “Escritos de la Memoria”, una compilación de las crónicas realizadas por alumnos de las carreras de Comunicación, Historia y Letras sobre los testimonios de sobrevivientes y expertos que declararon en la Megacausa “Operativo Independencia”, proceso en el que se juzgó los crímenes cometidos durante el terrorismo de Estado en Tucumán entre febrero de 1975 y marzo de 1976.
Más de 300 personas asistieron al anfiteatro de Centro Cultural Virla para escuchar las experiencias de quienes se animaron a entrar a una sala de audiencias y escribir sobre el horror de la dictadura, y así aportar a la construcción de la memoria colectiva, negada y silenciada por años, y sacar los juicios a la calle.
El proyecto que fue coordinado por la Cátedra de Comunicación Alternativa de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, la agrupación H.I.J.O.S. Tucumán, el Colectivo de Comunicación Popular La Palta y una integrante del Proyecto de Investigación de la FFyL: “Ciudadanías en construcción. Del sujeto político moderno a las expresiones ciudadanas contemporáneas”.
Tina Gardella, docente de la Cátedra de Comunicación Radiofónica y Comunicación Alternativa de la Carrera de Ciencias de la Comunicación de la Universidad Nacional de Tucumán y miembro del equipo del Diario del Juicio, fue la encargada de la compilación y de presentar el libro junto a autoridades de la UNT, estudiantes y periodistas el pasado martes.
Desde La Nota, entrevistamos a la docente antes de su viaje a Buenos Aires, donde se realizará la segunda presentación en el marco de 44º la Feria Internacional del Libro el día sábado 12 de mayo.
“El proyecto surge de una iniciativa de la agrupación H.I.J.O.S. quienes nos plantearon a la Cátedra de Comunicación Alternativa como podíamos ayudar a que el juicio no quede en un reciento judicial, o no quede en el mal humor de los tucumanos porque se cortaba la calle y dificultaba el tránsito. Empezamos a pensar qué podíamos hacer para que no se vieran a los juicios de lesa humanidad únicamente como una cuestión de los afectados directamente, o de los organismos de derechos humanos, sino que la sociedad tucumana pudiera, a través de estos juicios, entender que es una tramitación colectiva y que como sociedad nos debemos la reflexión de saber, no únicamente que sucedió, sino poder preguntarnos por qué pasó lo que pasó”, explicó.
El primer trabajo que realizaron fue en la Megacausa Arsenales II – Jefatura II, entre el año 2012-2013. La práctica continuó en algunos juicios más chicos, hasta llegar al juicio Operativo Independencia, uno de los más importantes en la provincia, no solo en cuanto a la cantidad de víctimas e imputados, sino también porque había dos aditamentos fundamentales. “Por un lado, los actos de terrorismo de estado que se juzgaron habían comenzado antes del golpe, estamos hablando del 74-75, período democrático, con lo cual ya entra una discusión política inclusive a cerca de como mirar y desde donde mirar ese pasado. Y, por otro lado, las localidades del interior eran las principales protagonistas de ese pre-terrorismo de estado antes del golpe”, puntualizó sobre las particularidades de este proceso judicial y de reconstrucción de la memoria.
“Convocamos a los estudiantes, partiendo no solo de una cuestión vocacional, sino ya desde cierta perspectiva de la labor profesional. Cuando uno convoca no lo hace en calidad de estudiantes, es de alguna manera ponerse a pensar que entre muchísimos campos posibles este campo de la memoria y los derechos humanos es un campo también de la comunicación”.
Los estudiantes se sumaron, y con el apoyo de H.I.J.O.S, quienes manejan una pedagogía de la memoria, en palabras de Tina Gardela, trabajaron de igual a igual. “El estudiante llega con una visión, que no es solo la de los medios, a veces de la propia familia, que hay que desandar y discutir. Para eso estuvo permanentemente el apoyo de Carolina Frangulis y de Natalia Ariñez”, explico la docente.
Otro actor fundamental fue La Palta, quienes también participaron del proyecto desde el comienzo. “Egresados y estudiantes de la carrera se plantean hacer comunicación por fuera de los medios hegemónicos, no como una aventura o como un hobby, sino como una disputa real y concreta de espacios de poder en el campo de la comunicación”, contó Tina.
Construyendo crónicas desde la memoria
El proceso de producción del libro fue largo y llevó tiempo. Se comenzó asistiendo a las audiencias, que eran jueves y viernes, a la mañana y a la tarde. Se escribía, sobre todo haciendo eje en los testimonios. “No nos interesaba que dijo el abogado, que dijo el imputado, cuestiones jurídicas y protocolares no. Sí nos interesaba la voz de ese testimonio que había aguantado tantos años para poder decir su verdad”. Esos relatos eran subidos al blog de Diarios del Juicio, que realizaba un seguimiento diario de las audiencias
Luego vino la pregunta de cómo hacer para agruparlas. “No sabíamos muy bien qué, pero sabíamos que no. Que no, lo cronológico, por ejemplo. Nos parecía que eso no tenía sentido, y tampoco lo que fue la sentencia en si misma. Más nos interesaba de donde provenían, la localidad, el interior, porque es muy importante que se vuelvan a sentir parte de un mismo territorio, con sus vecinos con sus amigos con su familia. Eso es lo que se fue plasmando”.
Cada capítulo contó con un prologuista elegido por cada estudiante. Y eran ellos los que se ponían directamente en contacto. Sobre este punto, Tina rescató los múltiples aprendizajes que tienen este tipo de prácticas, donde las relaciones entre docentes, militantes y estudiantes se da de igual a igual, sin mediar burocracias, notas, autorizaciones, etc, y donde la hospitalidad es la clave. “No es solamente el tema o la problemática, sino las relaciones que se construyen al trabajar estos temas”.
La presentación del sábado estará a cargo de Eduardo Josami, director del Centro Cultural de la Memoria Haroldo Conti. “Fue una gran sorpresa y una alegría para nosotros, porque a pesar de la política nacional de negacionismo, nos invitaron a presentarlo”, contó Gardella. “La presentación que hicimos el martes no fue solo el libro, creemos que es importante el acto público de brindarlo a todos, pero también las relaciones que se ponen en juego desde el arte, lo institucional, los derechos humanos y la memoria. Esta conjunción de cosas nos parece muy importante”, cerro la docente.