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El gobernador, Osvaldo Jaldo, compartió a través de Twitter una foto de un encuentro de trabajo con los cinco comisionados de las grandes comunas del este tucumano, entre ellas sólo una mujer: la comisionada de Choromoro Olga Díaz.
La foto pasó desapercibida para varios pero no para las militantes que desde el 2019 están peleando para que Tucumán tenga paridad de género en las listas. Hablamos con las referentes Lorena Nuñez, de Lxs Irrompibles, y las peronistas Belén Ortiz de Kolina y Martina Aredez del Movimiento de Participación Estudiantil (MPE).
“Es una foto de las tantas fotos que vemos a diario en el ámbito político, sin importar de qué sector político provenga. Demuestra una desigualdad de derechos y falta de oportunidades de las mujeres en los ámbitos de decisión” dijo Lorena Nuñez, referente de Lxs Irrompibles y articuladora local de Ojo Paritario.
Belén Ortiz, Secretaria General de Kolina Tucumán, coincide con este análisis y agrega que la imagen “se replica a lo largo y ancho del territorio nacional, en la política partidaria, sindical, gremial, etc”.
Para Martina Aredez del MPE en la foto hay un “montón de hombres cis que representan la politica tucumana” y es una situación que “incomoda y alarma”. “Para las juventudes hay una demanda urgente de rediscutir las formas de hacer política”, afirma.
“Tucumán es necesita paridad en las listas”
Tras la aprobación sucedida ayer en Corrientes, Tucumán quedó como la única provincia que tiene ley de paridad de género en las listas y se sigue rigiendo el cupo femenino del 30%.
Las militantes participaron activamente de la Mesa por la Paridad en Tucumán que presentaron y acompañaron diferentes proyectos de adhesión a la Ley Nacional 27.412. “Los proyectos tuvieron buena recepción pero aún falta la decisión política”, dijo Nuñez.
La Ley de Paridad se sancionó en el Congreso de la Nación en noviembre del 2017 y en 2019 tuvo su primera implementación en las bancas nacionales lo que impulsó a las tucumanas para poner el tema en la agenda legislativa y partidaria.
“Durante la pandemia una gran diversidad de organizaciones sociales, políticas y sindicales empezamos a encontrarnos virtual y presencialmente haciendo síntesis en una consigna clara: Tucumán necesita paridad en las listas”, contó Aredez.
Es así que en 2020 presentaron en la Legislatura Provincial un proyecto para la implementación efectiva de la ley de paridad en la provincia. “Estas demandas nos llevaron a cruzarnos con referentes mujeres de la provincia que mostraron solidaridad e intención de apoyar nuestro proyecto. Sin embargo, seguimos esperando”, expuso la joven.
La articulación partidaria
Las militantes peronistas coinciden que la paridad de género está en la “agenda del campo nacional y popular y de determinado sector del peronismo más progresista”.
El Partido Justicialista es el que gobierna actualmente Tucumán y tiene la mayor representación en la Legislatura provincial. También son mayoría en la representación en el Congreso, aunque hubo un leve retroceso de las bancas por las elecciones del año pasado.
Para la referente universitaria la paridad de género dentro del PJ es una discusión muy atravesada por lo generacional pero afirma que “se debe incluir en la agenda partidaria la igualdad de género para profundizar el proyecto de justicia social que proponemos al pueblo”.
A su vez, Nuñez aclara que “el peronismo es más amplio que solo los que ocupan espacios dentro del Ejecutivo o el Poder Legislativo” y afirma que la paridad no encuentra eco “porque pone en crisis la cofradía de varones que los asegura en los dos primeros lugares de la lista de candidatos”.
La Legislatura del Jardín de la República tiene solo el 18% de participación femenina actualmente. En 2019 era el 22%, o sea que retrocedió. Tal es la sub-representación que ni siquiera cumple con la vieja ley de cupo del 30%.
“La Ley de Paridad de Género interpela al corazón del poder”
El cupo femenino fue sancionado en 1991 y cuatro años después, en 1995, Tucumán recién lo aprobó y lo implementó en el artículo 10 del Régimen Electoral Provincial gracias a la organización de mujeres y ramas femeninas de los partidos.
Pareciera ser una costumbre provincial el delay en la ampliación de derechos para las mujeres y disidencias. “Basta ver lo que sucedió con la Ley Micaela, resultamos ser la última provincia en contar con este instrumento, o la falta de adhesión a la Ley Brisa destinada para hijos víctimas de femicidios”, explica Nuñez.
“El horizonte social está atascado en dividir perspectivas donde los varones ocupan los espacios públicos y las mujeres relegadas al espacio privado. La Ley de Paridad de Género interpela al corazón del poder en nuestra provincia. Les estamos cuestionando sus privilegios”, postula.
Las mujeres, lesbianas, travestis y trans participan políticamente en Tucumán, solo hace falta mirar las multitudinarias marchas del 8 de marzo por el Día Internacional de la Mujer o la masiva Marcha del Orgullo el año pasado. “La representación igualitaria de mujeres y disidencias es una necesidad de la democracia y un instrumento para el desarrollo inclusivo, y ejemplificador para la sociedad”, destaca la referente de Lxs Irrompibles.
La ley es una herramienta, no la panacea
Como ya mencionamos la Argentina ha sido pionera en la sanción de la Ley de Cupos y la Ley de Paridad. A su vez, en 2019 se incluyó a la “violencia política” como uno de los tipos de violencias en la Ley de Protección Integral contra las Violencias por razones de Género y se creó el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad en el Poder Ejecutivo.
El país es una referencia en América Latina en cuanto a derechos políticos para las mujeres y disidencias pero existen condiciones estructurales que podrían dificultar un pleno desarrollo de esa participación.
Las mujeres que se dedican a la actividad política y poseen responsabilidades de cuidado experimentan, de forma diferenciada con sus pares hombres, la distribución asimétrica del trabajo de cuidado.
El asado, el fútbol, la choripaneada o las reuniones fuera del horario laboral como es en el caso de la foto de Jaldo son realidades a la que se enfrentan las mujeres que quieren participar en política.
Para la referente del MPE, “ninguna promulgación de ley cambia la realidad automáticamente pero las juventudes están repletas de compañeras que constituyen cuadros políticos, listas para asumir cargos estratégicos”.
Por su parte Ortiz advierte que “la Ley de Paridad no va a implicar que mágicamente haya una gobernadora, ni más comisionadas comunales” y, si bien va aumentar la participación, hay un ” techo forzado por el sistema electoral de la provincia y en los partidos”.
“Si Evita viviera lucharía por esta Ley”
Nuñez cree que la paridad de género ayudará a sancionar “las medidas políticas con perspectiva de género que faltan en nuestro territorio”.
Por último afirma que “esta Ley no es fácil de acompañar porque merece un compromiso de varones pero hacer política es representar, no sostener privilegiados”.
“Si Evita viviera ella lucharía por esta Ley, como también lo haría la radical Florentina Gómez Miranda, o la socialista Alicia Moreau de Justo. Ya es tiempo”, concluye.
