La última semana se hizo viral la noticia sobre las 30 adolescentes embarazadas que asisten a una misma escuela del barrio Alto Comedero. Pero son muchas más. Según datos relevados por el sistema de atención primaria de la salud, los embarazos adolescentes en el barrio jujeño ascienden a 59. Por Jésica Rivero para Cosecha Roja
La última semana se hizo viral la noticia sobre las 30 adolescentes embarazadas que asisten a una misma escuela del barrio Alto Comedero, en la provincia de Jujuy. Las directoras de las escuelas involucradas dijeron que los datos no son ciertos. Las cifras fueron pasando de una escuela a otra y Alto Comedero se llenó de rumor.
La información fue desmentida por Claudia Castro, la responsable provincial del Programa de Embarazo No Intencional Adolescente. “Fue un malentendido”, dijo a Cosecha Roja. El programa involucra a los Ministerios de Salud, Educación y Desarrollo Humano y desde este año tiene epicentro en dos zonas de Jujuy: el Departamento Belgrano (donde se encuentra ubicado Alto Comedero) y el Departamento de San Pedro.
Según datos relevados por el sistema de atención primaria de la salud, los embarazos adolescentes en el barrio jujeño ascienden a 59. Solo 24 de esas adolescentes están escolarizadas. Las edades registradas van desde los 12 a los 19 años.
Según la funcionaria, en toda la provincia hubo “24 nacimientos de niñas menores de 14 años” y hay “2 niñas de 12 años que tuvieron hijxs como consecuencia de abusos”. Según Castro, esos casos están judicializados. Para los embarazos en menores de 15 años, la provincia cuenta con un protocolo de intervención que tiene por objetivo indagar en posibles violaciones. En Alto Comedero actualmente hay 4 niñas de 14 años que están cursando un embarazo.
“A la Biblioteca venía una niña que se llamaba Yamila. La conocíamos desde que era una niña y siempre acompañamos a la familia porque ella tenía bajo peso desde que nació. A los 12 años le perdimos el rastro. Pasaron unos años y una tarde a la salida del teatro en San Salvador, a donde llevamos a lxs chicxs a ver una obra, la veo a Yamila con un chaboncito que noviaba. El se acercó, me saludó y me pidió trabajo. Ella cargaba a su pequeño hijito en brazos. Yamila ya tenía 16 años”, contó Miguel Ramos.
Miguel es referente de la Biblioteca Niños Pájaros de Alto Comedero. Dice que historias como la de Yamila abundan. Lxs niñxs se acercan a su espacio durante la infancia y al llegar a los 11 o 12 años se alejan. Algunos se ponen de novixs, dice. Otrxs dejan la escuela producto de la desocupación de sus padres y la alternativa de ellxs es la calle.
Miguel deja en claro que aunque los datos difundidos no sean ciertos la problemática del embarazo adolescente existe y persiste. Dice no entender con qué objetivo sacan esta información falsa. “En nuestros barrios la gente está muy golpeada. Los casos de abusos y de niñas y adolescentes que son madres son cada vez más frecuentes, por eso estamos a favor de la ESI”.
Alto Comedero es un gran asentamiento que nació en los noventa y que actualmente tiene más de 100.000 habitantes. Cuenta con un solo hospital y según Miguel “nunca hay medicamentos, los médicos están mal pagos y los turnos son escasos”. En el barrio, que está ubicado a unos 10 kilómetros de San Salvador, hay cinco colegios secundarios, pero no todos son públicos.“Cada vez notamos más casos de deserción escolar”, dice Miguel.
En el barrio hicieron la ofrenda a lxs muertxs, una costumbre de los pueblos ancestrales. Recordaron a tres jóvenes que trabajaban en la biblioteca y que hace unos meses se suicidaron. Tenían 17, 25 y 28 años.
“A veces te llegan pibes que de niños venían a la biblioteca y te dicen “¿qué querés que haga?” Quieren ir a la escuela pero en la familia no tienen plata ni para comprar zapatillas. Otros te cuentan que sus padres les reclaman que trabajen pero no consiguen nada. De la casa los corren las familias y de la esquina la policía”, cuenta Miguel y asegura que “esos pibes deberían estar estudiando y eso nos duele. Queremos que sea otra la historia”.
“Acá es más claro que el agua lo que pasa. En el 2002 teníamos copas de leches, comedores. Teníamos un montón porque hacía falta. Luego las cosas cambiaron porque hubo políticas que le dieron casa a la gente. Le dieron comida. Hoy las cosas cambiaron pero para peor. Lo que pasa con lxs adolescentes en los barrios lo vemos todos los días. Lo estoy viendo en mi barrio Tupac: hay chicas de 18 años que ya tienen 3 hijxs”, le dijo a Cosecha Roja Patricia Pachila, de la Organización Tupac Amaru de Alto Comedero.
Los datos que se hicieron públicos la última semana no traen novedades a los barrios. “Es lo que vemos todos los días y cada vez peor”, dice Patricia.
“Hay niños, niñas y adolescentes que hoy sufren más la ausencia de sus padres, porque salen a trabajar el doble por la situación económica que estamos viviendo. Entonces esa falta también influye”, cuenta la referente. “Yo soy madre soltera. Tengo siete hijos. Hoy tengo que salir a vender a la calle porque no me alcanza con un solo trabajo. Me los llevo conmigo.”
Hace más de mil días que Milagro Sala, líder de la Organización barrial Tupac Amarú está presa. Según Pachila, “este gobierno la persigue a Milagro y a la Tupac y dice que se robaron todo pero ¿por qué no se dedican a construir más casas, a hacer más cosas para que las niñas dejen de quedar embarazadas?”.
Hace pocos días en Jujuy se realizó una marcha pidiendo “una Educación Sexual Integral “sin ideología de género””. Los sectores que la impulsaron están vinculados a la consigna #ConMisHijosNoTeMetas.
Según Miguel, de la Biblioteca Niños Pájaros, “no se entiende que los abusos, la violencia, las enfermedades, el embarazo precoz están haciendo estragos en barrios como los nuestros”.
Por Jésica Rivero para Cosecha Roja