Lucrecia Martel fue nombrada presidenta del jurado en el Festival de Venecia

La realizadora salteña presidirá la edición número 76 del Festival de Cine de Venecia, el encuentro cinematográfico italiano que se lleva a cabo cada año en el Palazzo del Cinema. Derechos Humanos, feminismo y un agudo sentido crítico, de clase y estético convergen en una de las personalidades más relevantes de la escena internacional del cine; del NOA al mundo, de “La mujer sin cabeza” y del juicio por el asesinato a Chocobar a “Cornucopia” con Björk.

La cineasta salteña Lucrecia Martel fue elegida como presidenta del jurado de la competición oficial del internacional Festival de Cine de Venecia, que se celebra del 28 de agosto al 7 de septiembre. El festival acogió en 2017, en su sección oficial pero fuera de concurso, Zama, el cuarto y más reciente largo de la directora, celebrado por la crítica en el certamen. 

Los premios que entrega el festival se denominan León de Oro (Leone d’Oro), que el jurado concede a la mejor película a concurso; León de Plata (Leone d’Argento) al mejor director y el Gran Premio del Jurado a la mejor producción. Cada distinción tiene el poder de catapultar a la fama a directores, actores y realizadores de todo el mundo. “Es un honor, una responsabilidad y un placer participar en esta celebración del cine y del inmenso deseo de la humanidad de entenderse a sí misma”, ha asegurado Martel en un comunicado.

Y Alberto Barbera, director del certamen, afirma en el mismo documento: “Cuatro largos y un puñado de cortos, en algo menos de 20 años, han bastado para convertir a Lucrecia Martel en la más importante directora de América Latina y una de las principales del mundo. En sus filmes, la originalidad de la búsqueda estilística y el rigor de la puesta en escena se ponen al servicio de una visión del mundo sin tintes medios, entregada a la exploración de los misterios de la sexualidad femenina, las dinámicas de grupo y de clase”.

Nacida en Salta en 1966, Martel estrenó en 2001 su primer largo, La ciénaga, a los que siguieron La niña santa, en 2004, y La mujer sin cabeza, en 2008, tal y como recuerda La Mostra de Venecia en su comunicado. Centros como el MoMA, la Universidad de Harvard o la Tate de Londres han proyectado retrospectivas de la obra de Martel, quien también ha ofrecido clases magistrales de narración cinematográfica en medio mundo. 

“Martel también ha mostrado interés por otros lenguajes artísticos. Su última colaboración ha sido con Björk, en la dirección de su concierto Cornucopia en el centro cultural de Nueva York The Shed”, agrega el documento del festival.

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