Este sábado comienza el mundial Sub 20 que se juega en Argentina, pero como poco me interesa el fútbol, decidí romper mi propio prejuicio sobre los jóvenes y me animé a entrevistar a algunas de las promesas sub 20 de la cultura ballroom en Tucumán.
Me propuse escuchar las voces que no aparecen en otros medios y al mismo tiempo nos hacen replantearnos el estereotipo que tenemos de la falta de compromiso juvenil.
Cada une de elles despliega su arte, su lucha y su talento en cada runway levantando la bandera de las disidencias y empoderando a nuevas generaciones.
Eloysa 007 (18) Ella/el
Prince Bensha Lion (19) El/Ella
Karushka Leona Cantos (21) Ella
Victoria Cienfuegos Lion (18) Ella
¿Cómo descubrieron la escena ballroom y cómo decidieron sumarse?
Eloysa: Fui a mi primera ball, que fue organizada por House of Thames, y quedé fascinada, todo lleno de diversidad. Todo se celebraba, eso era una energía muy potente que me llevó a querer estar en ese mundo. Dentro de la escena, hay luchas que yo abrazaba como los derechos lgbtq+ o la identidad marrón, pero aprendí mucho sobre mi identidad estando dentro de la escena.
Karu: Cuando hice mi transición, no tenía un entorno que me guíe o me apoye para hacerlo con seguridad. Yo pensaba que me iba a pasar lo que le pasa a muchas personas trans, que las corren de su casa, que iba a terminar en el parque relacionada a la prostitución, o que en la calle me iban a mirar, gritar cosas y acosarme. Lo que me pasaba es que yo tenia Cispassing* y no lo sabía.
*El cispassing es una condición que se le atribuye a una persona trans cuando. “parece una persona cis” o “no parece una persona trans”
En la escena Ballroom se maneja muchísima información y ahí yo aprendí un montón de conceptos y otras formas de vivir siendo una persona queer. Nunca imagine que exista la posibilidad de ser transexual y ser celebrada, que te consideren como una entidad poderosa, como una diosa. Todo esto que el ballroom promueve es una belleza fuera de lo común, una belleza no hetero, que no sigue a la norma.
Yo como persona transexual, que tiene cispassing, todos los días cuando conozco una persona tengo que estar saliendo del closet y explicar que soy transexual. Entonces el Ballroom me ayudó a hacerlo, porque salir del closet a cada rato es algo muy torturante y no es algo que les pase a las personas heterocis. El ballroom me ayudó a empoderarme y a decirlo cada vez con más orgullo, soy transexual y que le retumbe a quien le retumbe.
Bensha: En 2019 conocí el ballroom y el vogue por mi padre Omar Lion, porque yo bailaba Popping. Y un día estando en Buenos Aires, Omar me dio su apoyo para caminar mi primer ball con el nombre de la casa Lion (House of Lions). Yo no sabía que existía ese tipo de celebración. Pude sentir la energía de caminar en una runway. Me hizo ver un mundo distinto, me abrió la cabeza, me hizo replantearme mi identidad, empecé a tener en cuenta los pronombres de las personas.
Me veo en este movimiento por muchos años más.
Victoria: Yo conocía el voguing como estilo de baile pero no conocía el ballroom. Fue en el Ballroom Disco de Casa Thames, que me acerqué por primera vez. Entré sin saber que eran los tens y salí con un GP(Grand Prize). y desde ahí empecé, porque esto no era como cualquier torneo de baile. Dejé mis otros grupos de baile y me metí en esto.
¿Cómo ven la escena ballroom en Tucumán?
Karu: Se está terminando de reafirmar como escena, pero está en constante crecimiento por la energía joven que hay y las ganas de celebrarse. En Tucumán no pasaba esto y de repente hay gente queer celebrándose y con mucho talento. Eso está impulsando a que cada vez se sumen más y más personas
Bensha: Para mí los cimientos de la casa ya están hechos, yo creo que estamos construyendo el primer piso. Tucumán es una escena muy diversa, en cuanto a identidades, y tiene un nivel muy alto. Somos una provincia chica, no tenemos ni un año de historia, pero tenemos muchos talentos que dan que hablar a nivel nacional.
Bensha, ¿cuáles son las escenas más representativas para vos a nivel nacional?
Bensha: Buenos Aires pero porque fue pionera, pero pensando en las provincias le sigue Rosario y después Tucumán. Córdoba y Mendoza están al mismo nivel y después Santiago y Salta. Pero quiero marcar que es muy diferente en cada lugar, sobre todo del centro del país para arriba, acá todavía cuesta subirnos a un colectivo todas dragueadas o montadas, mientras que en CABA se toman el subte para ir a la ball.
Eloysa: Pero acá la sociedad nos hace aguerridas, nos da una valentía y un poder inimaginable, por eso hay tanto nivel y talento. La sociedad al querer excluirnos, al marcarnos por nuestras diferencias, nos hace ser aguerridas.
¿Qué viene después?
Eloysa: En Tucumán tenemos una escena “Baby” y después sigue “Beginners”. Además de instalarse el Ballroom, se está instalando una cultura que la gente se toma en serio. Es una cultura que viene de travestis y transgéneros negras, que fueron las pioneras. Se trata de conocer y reconocer a la escena como una cultura a respetar.
Que ustedes sean protagonistas, habla de que los jóvenes si se involucran, en contraposición con el estereotipo del joven despolitizado o que no tiene interés por nada.
Karu: Justamente nuestra política es la lucha. No es sólo un baile, no es solo una pasada, no es solo una moda. Entendemos que esto viene de una época de mucha mierda, donde había mucha clandestinidad para la gente queer, había mucha desinformación sobre el VIH/SIDA. Pero esta cosa hermosa que es una forma de activismo, nosotrxs la usamos para luchar y decir “somos identidades que valemos”. De toda esa mierda ha nacido algo bello, acá seguimos luchando por las cosas que no nos parecen, contra la heteronorma, por no encajar, pero con orgullo de no encajar, siendo feliz por no encajar.
Nos empoderamos porque sabemos que estamos luchando, no solo bailando. Ponernos un tacón y una peluca es muy significativo para nosotrxs, como dice la cancion “Femme Queen” de Rosimar: “me pondré los tacos y pisaré bien fuerte”. Todos los días tengo esa frase en mente, porque lo que voy a hacer, lo voy a hacer con orgullo, con fuerza y con mucho poder, para marcar que estoy acá, y que la sociedad no me va a esconder por ser algo distinto.
Todas esas luchas iniciaron con el Ballroom en EEUU en los 70s y 80s, ¿cuáles son las luchas que hoy encabezan les jóvenes?
Eloysa: Creo que es el reconocimiento de nuestras identidades, porque acá en Tucumán falta mucho todavía.
Bensha: Cuando fui a Buenos Aires, yo todavía no tenía registro de las personas no binarias. Me choqué con cual era mi identidad. Aprendí a preguntar los pronombres de una persona, y son cosas que acá no pasan. Siento que en Tucumán la lucha no es solo por lo identitario, sino también la lucha por la visibilidad. Nuestras formas de ser, nuestras formas de vestir, nuestras formas de caminar, nuestras corporalidades que no son hegemónicas. En un montón de situaciones el Ballroom lucha contra el CIStema, más allá de la identidad, también tomamos el espacio público, que son espacios negados para las personas LGBTIQ+ históricamente. Ya no hace falta escondernos.
Eloysa: Es una forma de lucha, siempre que hacemos una kiki sessions aclaramos a la gente que viene por primera vez: esto no es un show, esto no es una competencia de baile, esto es una cultura que venimos a mostrar para visibilizar nuestras disidencias.
¿En Tucumán nos falta educar a la sociedad?
Victoria: Es que los movimientos que hay son muy diferentes al Ballroom, no es lo mismo una ball que hacer una marcha del orgullo. Es otra manera de expresarlo y capta la atención de la sociedad. Hay mucha disidencia en Tucumán, pero los lugares que hay a veces tienen una heteronorma bien marcada y no están exentos de violencias.
¿Por qué el ballroom es un espacio seguro?
Karu: Es seguro porque es nuestro. Empezaron las personas homosexuales, las dragas, las personas trans, y así con el tiempo dejamos el sello de que esto nos pertenece, y por eso son nuestras reglas. Aunque esas reglas van cambiando con el tiempo. Al principio tal vez no se hablaba de distintas formas de ser femenina, y hoy se entiende que no tenes que ser delgada, que podés tener distintos colores de piel, no hace falta tener pelo largo etc. El ballroom es seguro porque luchamos para que sea seguro y lo defendemos con uñas y tacones.
Eloysa: Hablando con mi amiga Tatianisima (Reconocida Femme Queen), ella me explicaba que no existen los lugares seguros, sino lugares más amistosos y más amables, pero que nosotrxs vamos construyándolos. En la cultura ballroom, tenemos el shade, que es como el picanteo con otrxs, pero terminas la batalla y te abrazas. Es un ámbito muy familiar y eso da lugar a que haya disidencias que se animan a salir del closet dentro del ballroom.
Karu: Los de afuera nos hacen mierda todo el tiempo, en el sistema, en el trabajo etc. Entonces no nos queda otra que en nuestra comunidad y entre nosotrxs ser empáticos y ser amorosos, estar para el otre, porque el otre pasa por lo mismo que yo.
Bensha: Estos espacios se crearon para sacar de la violencia a las personas queer, marginalizadas y racializadas, y juntarlas en un mismo espacio para que entre ellas se celebren.
Victoria: Es un lugar seguro porque es un mundo creado por disidencias y para disidencias.
Victoria Cienfuegos entró en la historia de la cultura ballroom de Tucumán porque en 2022 organizó una kiki ball en la semana cultural de su colegio y horas antes de realizarla, las autoridades del Gymnasium decidieron dar de baja toda la actividad. Ante este intento de cancelación, Vicky tomó la intrépida decisión de que el ballroom se realizara igual. Consiguió sonido, micrófonos y se trasladó la actividad al mástil de la Plaza Urquiza, ocupando el espacio público y llevando adelante la kiki session en la plaza. A partir de ahí muchas más kiki se realizan en esa y otras plazas de la ciudad.
¿Cómo se imaginan la escena Ballroom en los próximos años y cómo se imaginan a ustedes?
Victoria: ¡Que se preparen las otras escenas! Yo creo que el ballroom empezó en Tucumán con un buen recibimiento, no se va a detener y se van a seguir sumando personas.
Karu: Yo quiero vivir de esto el día de mañana, estoy formándome para dar entrenamiento y ser una sabia en esto. Yo creo que hay que seguir sumando más jóvenes. Muchos fuimos como almas perdidas hasta que nos reclutaron, y quien sabe si el día de mañana también se pueden sumar las infancias trans, porque nosotrxs venimos de ahí.
Bensha: También me gustaría que haya más trabajo, que nos llamen para bailar y que ocupemos los espacios, este es nuestro momento.
Eloysa: Yo sueño con que cada unx de nosotrxs, cada vez que caminemos, cada vez que ganemos un GP o lleguemos a una final podamos ser celebrados por nuestras familias. Como si hubiéramos ganado un partido de fútbol, o una competencia cualquiera, quiero que esto se tome muy en serio. Porque cuando yo gané un GP en Baby Vogue, yo llegué a mi casa súper contento, con mi trofeo de muñeca y no me lo celebraron de la forma que yo pensaba. Por eso me gustaría que a nuestras casas lleguemos orgullosxs de haber caminado más allá de ganar.
Karu: El sistema nos ha criado para no pertenecer, pero el ballroom nos enseña que este mundo si nos pertenece, y lo estamos cambiando y construyendo a nuestra forma. Como tucumanxs estamos creciendo un montón, y quizás dentro de un tiempo no haga falta viajar a Buenos Aires para formarse o aprender. Quisiera que para dar clases o conseguir trabajo no me tenga que ir de Tucumán.
La lucha y el empoderamiento de estos jóvenes, invita a que más personas conozcan la cultura ballroom, siempre en el marco del respeto por las identidades queer y la celebración de nuestra disidencia. House of Lions organiza una kiki session que por primera vez contará con un conversatorio previo, a cargo de Ciclo Positivo para hablar sobre VIH/SIDA. El encuentro será este domingo 21 de Mayo desde las 17:30hs en Junin 254.