La avalancha de recursos fue presentada por ciudadanos particulares, pero todos fueron desestimados. Además, le prohibieron al expresidente dar entrevistas y comunicarse por redes.
El Tribunal Superior de Justicia de Brasil rechazó este miércoles más de 140 peticiones de ciudadanos particulares para pedir la libertad provisional del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso por presunta corrupción, desde el mes de abril. Además, se le prohibió emitir cualquier tipo de comunicación, ya sea entrevistas o mensajes vía redes.
Sin embargo, Lula da Silva, también recibió una noticia positiva hoy de los tribunales: un juez federal de Brasilia lo absolvió en una causa por intento de obstrucción a la Justicia relacionado con la operación anticorrupción de la Lava Jato.
Pese a su condena, Lula, de 72 años, sigue siendo el político más popular de Brasil y es claro favorito para las elecciones del 7 de octubre.
Rotundo NO a las peticiones de “habeas corpus”
En un comunicado, la presidenta del TSJ, Laurita Vaz, anunció el rechazo a “143 peticiones de “habeas corpus” (recurso para evaluar la legalidad de una pena)” y además criticó el alud de documentos, remarcando que el poder judicial “no puede utilizarse como mostrador de reivindicaciones de naturaleza política”.
Todas las peticiones, encabezadas con el lema “Acto popular 9 de julio de 2018”, estaban firmadas por personas que no integran la defensa del expresidente y todas cuestionaban la ejecución provisional de la sentencia, de 12 años y un mes de cárcel.
La presidenta del TSJ subrayó en su decisión que el “habeas corpus” no es la vía para practicar “actos populares sin base jurídica” y criticó que todas las peticiones se presentaran en papel y en un corto espacio de tiempo, sobrecargando la rutina de trabajo de los funcionarios.
Vaz consideró que ninguna de las peticiones debía seguir adelante porque tanto el TSJ como el Tribunal Supremo Federal (las dos instancias superiores que pueden decidir sobre Lula) ya se habían pronunciado antes negando otros recursos en el mismo sentido.
El pasada sábado, el juez Rogério Favreto, quien cumplía guardia en el TRF-4, había aceptado un pedido de “habeas corpus” presentado el viernes por diputados del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) de Lula, lo que le otorgaba una libertad inmediata al ex mandatario. Horas más tarde, el pedido fue rechazado por João Gebran Neto, quien no autorizó la salida en libertad.
Bloque mediático
El ex mandatario sufrió otro traspié judicial ayer cuando la jueza federal Carolina Lebbos, que está a cargo de su ejecución penal, rechazó los pedidos de entrevista de medios de comunicación locales con el ex presidente. La defensa había argumentado que, por ser precandidato a la presidencia, Lula debía poder ser entrevistado en las mismas condiciones que los demás candidatos.
Sin embargo, la magistrada concluyó: “El preso se somete a un régimen jurídico propio, no siendo posible, por motivos inherentes al encarcelamiento, asegurarle derechos de la misma amplitud que aquellos ejercidos por el ciudadano en pleno gozo de su libertad.” Lebbos también negó el pedido del Partido de los Trabajadores de que Lula participase por videoconferencia en actos de pre campaña.