El lunes 24 de octubre comenzará el juicio por la desaparición forzada seguida de muerte del trabajador rural Luis Espinoza. Se llevará a cabo en el Tribunal Oral Federal, donde serán juzgados nueve policías y dos civiles.
El 15 de mayo del 2020, Luis Armando Espinoza fue desaparecido forzadamente por efectivos de la Policía de Tucumán que prestaban servicio en la Comisaría de Monteagudo. Luego de ocho días de búsqueda y movilización, fue hallado sin vida el 23 de mayo en la zona de La Banderita localidad de Alpachiri situada a 48 kilómetros al oeste de la ciudad de Concepción, con una bala en el omóplato y envuelto en un plástico de silo bolsa.
DESAPARICIÓN FORZADA. Finalmente, el juicio oral por la desaparición forzada de Luis Espinoza en mayo de 2020 en el Departamento Simoca comenzará el lunes 24 de octubre a las 9.30 ante el TOCF Tucumán. Serán enjuiciadxs 11 acusadxs, 9 de ellos policías pic.twitter.com/3cN7BjHBw1
— Pablo Camuña (@PCamuna) October 14, 2022
La Fiscalía del Tribunal Oral Federal a cargo del Dr. Pablo Camuña acusa del delito de homicidio agravado, a los efectivos José Morales (oficial auxiliar), Rubén Montenegro (subcomisario), Miriam González (cabo), René Ardiles (sargento), Víctor Salinas (sargento), Carlos Romano (cabo), José Paz (cabo), Gerardo González Rojas (agente) y Claudio Zelaya (cabo). También fueron imputados los civiles Fabio Santillán (vigía municipal) y Álvaro González, por haber participado del encubrimiento.
Inicialmente, la causa se encontraba en manos de los tribunales provinciales, pero tras un planteo realizado por el fiscal Antonio Gómez, la Cámara de Casación Penal resolvió que el caso deberá tratarse en el fuero federal por considerar el hecho como “de extrema e inusitada trascendencia, que, incluso, podría ser enmarcado como una grave violación de los derechos humanos”.
Luis de 31 años de edad, papá de dos niños y cuatro niñas, era trabajador rural y vivía junto a su familia en el paraje Rodeo Grande, ubicado en el extremo sudoeste de la provincia de Tucuman.
“Estábamos esperando este momento, queremos que condenen a los asesinos. Pasaron dos años y sigue siendo triste y doloroso como ese día, saber que mi hijo no está con nosotros”. Gladys Herrera es la madre de Luis. “Mi hijo estaba construyendo la casa para sus hijos, ahora ellos están viviendo con nosotros, sus abuelos, porque cuando nos juntamos con el gobernador nos dijo que el Estado se iba a hacer cargo de terminar la casa, vinieron una vez hicieron el piso, el techo y no aparecieron más”.
Se espera que en las audiencias declaren alrededor de doscientos testigos para dilucidar cómo sucedieron los hechos y qué responsabilidad penal le cabe a cada imputado. Espinoza no murió en el acto, por lo que podría haber recibido atención médica. Los mismos oficiales que lo habían desaparecido participaron de los operativos de búsqueda hasta que dos de ellos rompieron el pacto de silencio y dieron detalles de donde estaba el cuerpo.
El caso de Luis Espinoza fue el primer hecho de gatillo fácil que se dio a conocer en los medios de comunicación a partir de la vigencia del aislamiento social preventivo y obligatorio (ASPO) por la pandemia de COVID-19. Lamentablemente no fue el único, meses después Ceferino Nadal fue asesinado por la policía de Tucumán en pleno centro. La violencia institucional ejercida por la policía se acrecentó durante la cuarentena en todo el país.