A través de un comunicado oficial, Josefina Molina, querellante en la Investigación Pozo de Vargas, anunció a través de su redes sociales, que los restos de José Edgardo Córdoba, víctima del terrorismo de Estado, fueron identificados en el Pozo de Vargas.
Los estudios genéticos fueron efectuados por el Equipo de Antropología Argentino Forense sobre los óseos recuperados por el Colectivo de Arqueología, Memoria e Identidad de Tucumán.
El denominado Pozo de Vargas fue utilizado como fosa común clandestina de desaparecidos asesinados desde el comienzo del Operativo Independencia en 1975 y durante la última dictadura. Desde 2002, el Camit e integrantes del Instituto Superior de Estudios Sociales (ISES, CONICET-UNT) realizan trabajos de arqueología y antropología forense que permiten el rescate de restos humanos que luego identifica el EAAF. Hasta el momento fueron identificados los restos de más de 100 personas que se encontraban desaparecidas.
Sobre la víctima
José Edgardo Córdoba fue denunciado como desaparecido el 17 de diciembre de 1975. Ese día salió de trabajar en
horas de mediodía del Colegio privado José Estrado, en calle Corrientes al 900, donde se desempeñaba informalmente como preceptor. En la esquina de Catamarca y San Juan fue interceptado por un grupo de sujetos vestidos de civil que descendieron de tres vehículos particulares y se lo llevaron. Esto fue observado por operarios de la empresa Cincotta, ubicada en ese entonces en esa misma esquina. Personal del colegio informó que por la mañana unas personas habían estado preguntando por él. Habría sido trasladado al Centro Clandestino de Detención que funcionaba en la Jefatura de Policía de Tucumán. Sus familiares realizaron todo tipo de averiguaciones y gestiones para dar con su paradero.