2024 fue un año difícil. Las crisis sociales, políticas y económicas nos atravesaron, dejando marcas en nuestra salud física y mental, empañando el futuro e intentando opacar las posibilidades de cambio.
Pero también fue un año de resistencia y convicción. Fuimos testigos de masivas movilizaciones colectivas en defensa de la educación pública y la cultura, de las ollas populares que alimentaron a nuestras comunidades, y celebramos logros históricos como la sentencia contra José Alperovich, una victoria para todas las que luchan por justicia.
No es fácil, lo sabemos. Recordar nuestras conquistas y revisitar nuestras luchas nos demuestra que, incluso en los momentos más oscuros, somos capaces de avanzar. Que lo imposible solo tarda un poco más.
Gracias por ser parte de este camino junto a nosotrxs. Por leernos, acompañarnos y sumarse a construir un mundo más justo y solidario.
Que 2025 nos encuentre más fuertes, más juntxs y con el compromiso intacto de construir un mundo mejor.